Por Miguel José Maury Guerrero
Una guerra mediática se aviva hoy contra Cuba desde Estados Unidos y Europa, con eco en no pocos medios de América Latina, pero a ningún cubano toma por sorpresa en tanto constituye un fenómeno que durante cinco décadas ha sido permanente, con frecuentes períodos de realce, como el actual.
Los temas que ahora despliegan los impresos, la radiodifusión y los espacios electrónicos, entiéndase Internet, son los mismos manejados desde hace mucho tiempo: los derechos humanos y la supuesta disidencia interna, piedras angulares del quehacer propagandístico anticubano.
El llamado "Plan Bush" de 2004 –engendrado a partir de la "Comisión para una Cuba Libre, de 2003, y posteriores empeños agresivos-, como también la "Posición Común Europea" de junio del propio año, devienen la plataforma programática o el marco documental que los definen como prioridades a esgrimir contra la Isla.
Es así como por estos días, no pocos medios de comunicación internacionales han encontrado en la muerte voluntaria de un preso común en Cuba y en las autodenominadas "Damas de Blanco" su foco de atención.
Tales pretextos fueron los esgrimidos el pasado mes de marzo por el Parlamento Europeo y la Cumbre del Partido Popular Europeo para emitir sendas declaraciones anticubanas, hechos que tuvieron asimismo amplia repercusión propagandística.
Lo que hoy los estudiosos denominan guerra mediática, constituye una agresión practicada contra la Antilla Mayor por Washington y sus aliados internacionales, quizá desde el mismo momento del estallido de su Revolución, con el Asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953.
La manipulación de la opinión pública norteamericana y mundial en contra de la ínsula, que ha sido siempre la meta de esa contienda, ha tenido a la mentira, la tergiversación –otra forma de mentir- y la omisión, como sus armas fundamentales.
Lo peor del caso es que ese engendro de las mentes de los analistas y diseñadores de políticas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), ha logrado muchas veces sus cometidos desinformadores; pero ante esa sucia campaña, Cuba no está de brazos cruzados, tiene suficientes argumentos para demostrar al orbe dónde están la verdad y la razón. / AIN
Comp. fotg. RCBaez_Todos son la misma cosa
No es menos cierto que esa guerra mediática se haya agudizado en estos tiempos, lo cual no es ninguna sorpresa para nadie, ni las falsas acusaciones contra Cuba, ni mucho menos los medios que utilizan para ello y coincido contigo cuando dices que esto constituye una agresión practicada contra Cuba desde sus inicios. Su objetivo desde el principio ha sido desmoralizar a la revolución cubana cosa que no han podido lograr y no lograran porque el mundo cada día se da cuenta de las verdades que han salido y seguirán saliendo a flote.
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