Por Néstor García Iturbe
Antes de comenzar a escribir lo que intento expresar en este artículo, voy a permitirme situar en el mismo algunas ideas que considero de gran importancia y que deben tomarse en consideración en el análisis que quisiera compartir con ustedes.
En su escrito “Nuestra América”, planteó José Martí, “¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata de las raíces de los Andes. A los sietemesinos sólo les faltará el valor. Los que no tiene fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor a ellos, se lo niegan a los demás”.
El propio Martí en su discurso titulado “Heredia” que pronunció en Hardman Hall, Nueva Cork, dijo que “Ver en calma un crimen, es cometerlo”. Considero que estas frases de nuestro Héroe Nacional se pueden aplicar a situaciones relacionadas con los momentos en que vivimos.
Algunos compañeros han hecho verdaderas alocuciones relacionadas con la corrupción, el desvío de recursos y otros delitos económicos. Para sustentar sus ideas citan casos de corrupción que recientemente han salido a la luz pública y entonces expresan su criterio en el que aseguran que la corrupción está generalizada y presente en todos los organismos del estado, que hay funcionarios acumulando el dinero que se roban para, al igual que sucedió en los países socialistas, en caso de un “cambio” comprar y hacerse dueños de industrias y otras propiedades. ¿Esto se lo imaginan o conocen casos concretos en que está sucediendo lo que dicen?
Tenemos que luchar contra la corrupción, el desvío de recursos y otros delitos que atacan nuestra economía y no permiten que esta avance a la velocidad y con la fuerza que necesita nuestro Partido, Gobierno y el pueblo en general.
Cada uno de nosotros que conozca un hecho concreto en que esos delitos se ponen de manifiesto, debe plantearlo concretamente, con nombres y apellidos a las autoridades correspondientes.
A nadie se le ocurre llamar a los bomberos para decir que hay un fuego y colgar el teléfono sin decir donde es el fuego. Que los bomberos averigüen.
El deber ciudadano no se cumple solo con mencionar el hecho de forma general, donde por utilizar esa forma se involucran también a funcionarios honestos. Si usted conoce del hecho, denúncielo con todos sus detalles. Recuerde la frase de Martí donde plantea que “Ver en calma un crimen es cometerlo”. Sienta la satisfacción de revolucionario de haber denunciado una acción que estaba atentando contra los intereses de nuestro país. No vacile en hacerlo. Aquí volvemos nuevamente a Martí, en la “Revista Extranjera”, publicada en la Revista Universal de México en abril de 1875, decía “Todas la vacilaciones buscan pretexto para engañarse a sí mismas; todo lo temeroso necesita alardear de indiferencia”.
Hace algunos meses un compañero de la Asociación de Combatientes habló conmigo sobre un problema de corrupción y desvío de recursos que estaba cometiendo el jefe de su centro de trabajo. Inmediatamente lo puse en contacto con el DTI, al que le dio toda le información que conocía. Según el oficial del DTI esta colaboración les ahorro meses de investigación, además de conocer que no podían confiar en el jefe de aquel centro.
Unos meses después el compañero de la Asociación de Combatientes, un poco molesto me dijo que no habían hecho nada, que aquel ciudadano continuaba robando a manos llenas. Yo le aconsejé tener calma… En la última reunión el compañero se me acercó, su cara era distinta: “Cogieron al hombre”, me dijo, “pero además cayeron otros quince, incluyendo dos del propio centro sobre los cuales no tenía sospecha alguna. Valió la pena esperar, me siento satisfecho de que la revolución les pasó la cuenta”.
Nuestro enemigo principal trata por todos los medios de afectar la imagen pública de la revolución. Aquellas acciones que se apartan de nuestros principios son dadas a la publicidad con toda la fuerza posible y muchas veces magnificadas. Después las incluyen como un tema más dentro de su campaña mediática. Los que realizan actos de corrupción, desvíos de recursos y delitos económicos, están actuando acorde a los intereses de nuestros enemigos. Los revolucionarios al denunciar estas situaciones no debemos proporcionar al enemigo elementos que puedan explotar. Que los exploten si quieren después que la justicia revolucionaria se ha hecho cargo de los transgresores, después que nuestro gobierno, como siempre hace, informa públicamente lo sucedido y las medidas aplicadas a los mismos. Si la prensa hostil a Cuba habla de eso, dará una muestra de lo que significa la justicia revolucionaria, que no conoce privilegios ni componendas. Esos y otros males, hay que extirparlos de raíz. No admiten pañitos calientes que dan la impresión de que se ataca la enfermedad, cuando en realidad no se está haciendo. Hay que ponerse los pantalones y denunciar el hecho que se conoce a las autoridades correspondientes.
Finalizo este escrito con Martí, el artículo que el mismo escribió se titula “A la raíz”, publicado en el periódico Patria el 26 de agosto de 1893. Este artículo lo termina nuestro Héroe Nacional planteando: “A la raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No se llame radical quién no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quién no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres”
Néstor García Iturbe, Dr. en Ciencias Históricas, Profesor Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, MINREX; Investigador Titular del Instituto de Historia de Cuba; Escritor y Experto en Estados Unidos
Boletín Informativo El Heraldo EDITOR Néstor García Iturbe
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