Por Víctor Andrés Gómez Rodríguez*
Algunos dirían que este asunto ya “dobló por la esquina” a partir de la reapertura de las embajadas en las capitales políticas de ambos países. Pero irónicamente, es ahora cuando comenzamos a caminar “sobre el filo de un cuchillo”.
La victoria cubana que podría representar esa reapertura de relaciones diplomáticas con los EE.UU., es considerablemente relativa y padece tantos peligros mortales como posibilidades de viabilizar a la normalización que se dice persigue el lado angloestadounidense.
Se agradece mucho la alegría solidaria con Cuba acerca del asunto, pero dicha perspectiva del acontecimiento se oculta a sí misma los entuertos que el Estado Profundo angloestadounidense maneja en realidad, desde una nación o empresa transnacional que ostenta la mayor y más sofisticada producción de complots y conspiraciones para la dominación en la historia moderna.
Una de las esencias del problema es que Cuba, políticamente, ha cambiado mucho, pero los EE.UU. continúan siendo la misma cosa; actualizada.
La simplificación de la Historia hasta su banalización es uno de los recursos más utilizados dentro, o desde la autoproducción burguesa.
Los acontecimientos que corren acerca de algunos miles de cubanos “trabados” en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua en su empeño por entrar en territorio estadounidense sin visado, que amenaza convertirse en otra crisis migratoria, a un año de iniciado el proceso de “normalización” de las relaciones bilaterales entre los EE.UU. y Cuba, apelando a la mafia regional que explota a la trata de personas así lo atestigua. Nada de lo anterior sería posible de no existir una interacción entre esa mafia y las agencias de inteligencia angloestadounidense; y sus acólitos de la región.
La singularidad de esta nueva intentona de crisis migratoria está en el hecho de que esas personas salieron de Cuba legalmente con pasaporte y pasaje aéreo pagado. No son “balseros” ni ciudadanos cubanos que “huyeron” en el ala de una nave aérea. Hasta dentro de dos años, están legalmente fuera de Cuba, según las leyes migratorias reajustadas en el la isla.
La historia de la guerra política y económica de los EE.UU. contra Cuba no solo se mantiene, sino que adquiere un cariz de actualización. Las personas salen legalmente fuera de la isla, pero la actual embajada de los EE.UU., antes SINA, les niega la visa de acceso al territorio estadounidense, incumpliendo así su porción de responsabilidad en las negociaciones migratorias con el gobierno revolucionario. Y esa es una herramienta de presión política cuya permanencia alcanza ya la friolera de más demedio siglo. Porque fue activada desde 1959/65 con la “Operación Peter Pan”, en que la propia Iglesia Católica de ambos países tomo parte del lado de los EE.UU.
He ahí el valor adquirido en su también permanencia y agresividad actualizada por parte del bloqueo de los EE.UU. contra Cuba; no exageraríamos si nos atrevemos a formular que dicho bloqueo es el corazón -“core”-, de esa guerra multipropósito de los gobiernos estadounidenses contra Cuba. Sin bloqueo la misma Base Naval (ilegal) de los EE.UU. en Guantánamo no tendría utilidad alguna, al perder su capacidad estratégico militar. Y de paso, dicha base mantiene allí una cárcel ilegal fuera de territorio estadounidense.
El bloqueo de marras viabiliza la operatividad y efectividad de las crisis migratorias que provoca la subversión imperialista, a tenor del incumplimiento de las negociaciones migratorias con Cuba. Extiende de manera extraterritorial las sanciones a terceros países que negocien con Cuba, presiona de manera genocida sobre las condiciones elementales de vida del pueblo cubano. Y de paso, trata de que esto sirva de escarmiento para el resto de la región. A pesar de la actitud solidaria de muchos países latinoamericanos, caribeños y del resto del mundo en contra de ese llamado “embargo”.
Es ese bloqueo la principal herramienta de presión política para la manipulación de las negociaciones con Cuba en pos de una normalización posible de las relaciones bilaterales entre ambos países. Solo que con las embajadas reabiertas en las capitales política de ambos países, el gobierno de los EE.UU. tiene la posibilidad de brincar hacia el lado de adentro del país bloqueado, y ejerce la subversión in situ.
Al menos es lo que se aprecia mientras los EE.UU. no demuestren verdadera voluntad política al efecto.
En agosto de este año Manuel E.Yepe[1](1), escribió para ALAI un artículo interesante con respecto a la apertura de embajadas en las capitales políticas de ambos países. Estimamos que excesivamente optimista hasta rozar cierto grado de conformismo al efecto.
Ojo: agradecido pero no es exactamente así.
"En el sentimiento de los cubanos, la derrota de la política agresiva de Estados Unidos contra la isla constituyó un mérito principal de Fidel Castro y la alegría que se manifestaba en toda Cuba coincidiendo con el onomástico de su héroe, así lo evidenció."
No somos de los que creen que exista una relación “sentimental” entre la reapertura de relaciones diplomáticas, o mejor, de embajadas en las capitales políticas de ambos países. El discurso y la ceremonia “chata” de la reapertura de la embajada estadounidense en Cuba, por cierto, aún sin embajador designado, nada tienen que ver con del cumpleaños de Fidel, que está lejos de ser un ancianito “chocho” el día antes. Más bien quizás se buscase desemantizar a dicha fecha y al mismo líder histórico de la Revolución Cubana, intentando imponer dicha actividad como el inicio del fin de la era de su dirigencia histórica; objetivo impuesto por el mismo anuncio con excesiva algazara global de Obama de que el bloqueo había sido una acción inútil, confirmada por más de medio siglo de su activación. ¿Habrá querido decir en realidad: “los vamos a joder de otra manera; pero igual”?
A pocos días de cumplirse el año de tal anuncio jolgorio, apenas a cambiado algo el panorama político. Van y vienen personalidades del jets set, del mundo de las transnacionales del entretenimiento, también académicos, deportistas, turistas autorizados por la OFAC o no, funcionarios estadounidenses para “ver y conocer a Cuba”, como si hubiésemos acabado de aterrizar procedentes de Júpiter, intercambios académicos y culturales casi epidérmicos; montones de promesas de buena voluntad. Incluso que un hipotético viaje de Obama a Cuba ¿para qué?
El bloqueo y todas sus implicaciones intactas.
OJO apresuradamente resumido.
"Cuba emprendió en 1868 una guerra por la independencia, la identidad nacional y la justicia social que no ha cesado desde entonces. Cuando se acercaba a la victoria en el terreno de las armas sobre los colonialistas tras vencer los cubanos las debilidades derivadas de la falta de unidad en las filas propias como resultado de un esfuerzo unitario en el que José Martí jugó el papel principal, la extraña explosión en la bahía de La Habana de un acorazado estadounidense que realizaba una visita de cortesía a las autoridades españolas malogró los anhelos patrióticos cubanos."
Entre el inicio de las luchas por la independencia en Cuba y la proclamación de su independencia –aún si limitada por la injerencia yanqui-, mediaron tres guerras: 1868/1878, la llamada Guerra Chiquita, y la de 1895/ 1999. Y recordarlo es de suma importancia. La injerencia estadounidense se perpetra tras al auto atentado al acorazado “Maine” después de ingentes esfuerzos por parte de los gobiernos angloestadounidense de la época porque la monarquía española le vendiese Cuba a los EE.UU.
OJO, es cierto pero...
"Esa intervención frustró la posibilidad de que los cubanos lograran por sí mismos la soberanía de su patria y tuvieran que continuar su lucha contra el neocolonialismo estadounidense, en las condiciones de una república disminuida que, de una forma u otra, se prolongó hasta el triunfo revolucionario de enero de 1959 contra la sangrienta tiranía de Fulgencio Batista, el hombre fuerte de Estados Unidos en Cuba desde la década de los años 30 del pasado siglo. Las clases dominantes de Washington nunca aceptaron la legitimidad de la victoria popular cubana ni de los líderes que se destacaron en ese proceso, con Fidel Castro a su cabeza."
Durante la dictadura de Fulgencio Batista, ya el FBI tenía agentes entre los oficiales, policías y soldados del ejército batistiano con órdenes precisas para ejecutar en la isla planes de contrainsurgencia urbana que incluían la tortura y persecución a personas honestas, no solo revolucionarios. En Cuba existía una férrea oligarquía enfrentada contra una cultura antiimperialista proveniente de tan lejos como el ideario martiano y de los héroes mambises como Antonio Maceo… Batista fue el colofón de una caterva de gobiernos abyectos a los intereses de los gobiernos angloestadounidense de la época. Para decirlo claramente, el triunfo de enero de 1959 fue el parte aguas de una lucha popular del pueblo cubano fundada en el antiimperialismo y el ideario martiano, que se radicalizó socialista acelerada por el acoso yanqui desde los primeros días de enero de 1959. Tal radicalización consolidada con la nacionalización de las empresas yanquis en la isla, las cuales rechazaron negociar con el gobierno cubano ese proceso soberano, no puso definitivamente en el colimador estadounidense. Y nos cayó encima ese bloqueo genocida. Que en realidad de nada ha servido para doblegar a la mayoría del pueblo.
Entonces, fueron los mismos gobiernos angloestadounidenses, once en total –si la cuenta no nos falla-, quienes cerraron a cal y canto la posibilidad más remota de negociar las relaciones normales con el gobierno revolucionario. Investigaciones serias por parte de estudiosos estadounidenses en el tema, y hasta el intento de convertir a la acumulación histórica de ambos países, en este tema en leyendas urbanas, han intentando crear una saga acerca de que por “azar de carambola” dichas negociaciones no se hubiesen iniciado antes. Cuando en realidad, Cuba siempre estuvo en disposición de dialogar, por supuesto, en igualdad de condiciones y sin mancillar un ápice a la soberanía, la libertad del pueblo ni la nación de la isla.
Existe una rémora proveniente de la autoproducción burguesa de antes de 1959, que ha medrado y medra alrededor de los intereses políticos angloestadounidenses, y cierta porción de ese discurso circula disimuladamente a nivel local intentado aprovechar el momento en que se está “peinando a la tía”, durante el proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países. La guerra como dice Martí se hace a pensamiento, y esta es, como nunca antes una guerra a pensamiento que el propio Estado Profundo angloestadounidense mantiene, a ojos vista, mediante un cambio de método con los mismos objetivos históricos. Fidel triunfó y se mantiene como líder histórico de la revolución cubana con el apoyo de la mayoría del pueblo. Algo muy importante a tener en cuenta, sobre todo cuando acabamos de enterarnos de que Macri en representación de la ultraderecha y el neoliberalismo acaba de ganar las elecciones en Argentina.
"A los revolucionarios cubanos, sin embargo, nunca les faltó la solidaridad de amplios sectores de la juventud, la intelectualidad y las minorías discriminadas del pueblo estadounidense, pese a las monumentales campañas publicitarias globales que llamaban al aislamiento de la isla."
OJO; cierta porción del movimiento afronorteamericano, quizás por incapacidad para el discernimiento político del momento, creó bastantes problemas a partir de una muy deficiente interpretación del proyecto emancipatorio cubano y el acoso que experimenta por los EE.UU.; hasta el punto de intentar ellos mismos montarse en el caballo de Cuba intentando hacer de la isla un espacio de despegue subversivo para sus propios problemas de o los derechos civiles en los EE.UU. lo cual perjudicaría enormemente a Cuba. Es un punto complicado de la historia que cierta misiva escrita en el 2009 por parte de algunos intelectuales estadounidenses negros, enviada a Cuba criticando las supuestas violaciones de los derechos humanos de que ran víctimas los negros y mulatos en el país.
"A tal punto llegó la impopularidad del pretendido cerco contra Cuba, que en recientes décadas, fue el gobierno estadounidense el que se vio aislado del resto de las naciones en su política hacia Cuba. Como lo hiciera notar el periodista Fernando Ravsberg, de la agencia Reuters, las ceremonias de reapertura de las embajadas respectivas en Washington y La Habana son símbolos del fracaso total de la guerra económica del imperio contra la Isla, de la misma manera que lo fueron las imágenes de sus diplomáticos y jefes castrenses huyendo de Saigón tras su derrota en el terreno militar a manos de Vietnam."
OJO; aparte de que el periodista Fernando Ravsberg, no es un ejemplo de certeza ni coherencia profesional en estos asuntos, en tanto hegemonía global activa, a los EE.UU. no les preocupa mucho verse aislado con respecto a Cuba, el asunto real es que el bloqueo no ha logrado sus propósitos y el proyecto cubano sigue vigente en la isla a través del proceso de rectificación radical del modelo socialista cubano. No existe fracaso total de la guerra económica contra Cuba, sino un cambio de método para actualizar a dicha guerra a tenor de los resultados de ese proceso de rectificación socialista cubana.
La victoria de la revolución cubana data del 1ro. de enero de 1959. A partir de ahí, la isla sigue ganando, quizás a un precio que pocos países han estado dispuestos a erogar. La política de acoso y de bloqueo genocida de los gobiernos de los EE.UU. no ha podido impedirlo.
Existen muchas imperfecciones locales, entre ellas la que nos llama más la atención es esa a la que “Les Luthiers” denominaron izquierdistas de derecha. La simulación activada entre quienes se desgañitan proclamándose a favor de la revolución mientras medran, lucran, malversan corrompiéndose a sí mismos y a otros, lo mismo por divisa, moneda nacional, dádivas diversas o una botella de ron al día. Los fanáticos adscritos al cansancio ético, político y espiritual, por los años de acoso; y la insistencia de la convocatoria edulcorada del sistema capitalista desde la hegemonía angloestadounidense. No hay que llamarse a engaños, el modelo socialista ya inservible debe ser radicalmente transformado en un socialismo sustentable. Y es un problema a resolver de manera soberana por el propio pueblo, partido y el gobierno soberano, sin injerencias de ninguna índole.
"La existencia de vínculos diplomáticos entre Washington y La Habana no es, por sí misma, garantía de respeto y normalidad en los nexos con Estados Unidos, como pudieran atestiguarlo los Jefes de Estado de varios grandes países europeos que han denunciado recientemente espionaje telefónico contra ellos de su “aliado”, con el que sostienen los más estrechos nexos diplomáticos, políticos, militares y económicos. [...] El esfuerzo común por crear o incrementar la confianza que se requiere entre las partes para alcanzar la normalización de las relaciones cubano estadounidense será inmenso"
OJO el título del texto de Yepe, se contradice con este párrafo. El conflicto está en la libertad y la soberanía nacional, algo en diametral contradicción con los intereses de los EE.UU., quienes solo han cambiado de método en persecución de los mismos objetivos. Por lo menos hasta ahora.
¿Qué es lo que tales relaciones desean para Cuba? Lo adelanta el chileno Jorge Edwards[2]:
“Cuba corre el riesgo de encaminarse a un híbrido entre liberalismo chino y régimen dinástico norcoreano si se ignora a la disidencia, advierte el diplomático chileno Jorge Edwards, decepcionado por la "indiferencia" de la comunidad internacional ante la "transición" en la isla caribeña”
Así es que la guerra de los gobiernos de los EE.UU. contra Cuba se mantiene de facto. ¿Cuáles relaciones diplomáticas se trata? Será el mismo gobierno de los EE.UU. quien deba definirlo, la bola está hace muchos años en su lado de la cancha.
Cuba la soberanía y libre decisión sin injerencias. Con o sin guerra de los gobiernos de los EE.UU. contra la isla.
Cuba no es el único país que manteniendo relaciones diplomáticas a nivel de embajadas con los EE.UU., esté bajo su acoso político y económico imperialista mediante una guerra subversiva que busca derribar al gobierno revolucionario. Las herramientas políticas de esa guerra se mantienen activas.
Algunos dirían que este asunto ya “dobló por la esquina” a partir de la reapertura de las embajadas en las capitales políticas de ambos países. Pero irónicamente, es ahora cuando comenzamos a caminar “sobre el filo de un cuchillo”.
La victoria cubana que podría representar esa reapertura de relaciones diplomáticas con los EE.UU., es considerablemente relativa y padece tantos peligros mortales como posibilidades de viabilizar a la normalización que se dice persigue el lado angloestadounidense.
Se agradece mucho la alegría solidaria con Cuba acerca del asunto, pero dicha perspectiva del acontecimiento se oculta a sí misma los entuertos que el Estado Profundo angloestadounidense maneja en realidad, desde una nación o empresa transnacional que ostenta la mayor y más sofisticada producción de complots y conspiraciones para la dominación en la historia moderna.
Una de las esencias del problema es que Cuba, políticamente, ha cambiado mucho, pero los EE.UU. continúan siendo la misma cosa; actualizada.
La simplificación de la Historia hasta su banalización es uno de los recursos más utilizados dentro, o desde la autoproducción burguesa.
Los acontecimientos que corren acerca de algunos miles de cubanos “trabados” en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua en su empeño por entrar en territorio estadounidense sin visado, que amenaza convertirse en otra crisis migratoria, a un año de iniciado el proceso de “normalización” de las relaciones bilaterales entre los EE.UU. y Cuba, apelando a la mafia regional que explota a la trata de personas así lo atestigua. Nada de lo anterior sería posible de no existir una interacción entre esa mafia y las agencias de inteligencia angloestadounidense; y sus acólitos de la región.
La singularidad de esta nueva intentona de crisis migratoria está en el hecho de que esas personas salieron de Cuba legalmente con pasaporte y pasaje aéreo pagado. No son “balseros” ni ciudadanos cubanos que “huyeron” en el ala de una nave aérea. Hasta dentro de dos años, están legalmente fuera de Cuba, según las leyes migratorias reajustadas en el la isla.
La historia de la guerra política y económica de los EE.UU. contra Cuba no solo se mantiene, sino que adquiere un cariz de actualización. Las personas salen legalmente fuera de la isla, pero la actual embajada de los EE.UU., antes SINA, les niega la visa de acceso al territorio estadounidense, incumpliendo así su porción de responsabilidad en las negociaciones migratorias con el gobierno revolucionario. Y esa es una herramienta de presión política cuya permanencia alcanza ya la friolera de más demedio siglo. Porque fue activada desde 1959/65 con la “Operación Peter Pan”, en que la propia Iglesia Católica de ambos países tomo parte del lado de los EE.UU.
He ahí el valor adquirido en su también permanencia y agresividad actualizada por parte del bloqueo de los EE.UU. contra Cuba; no exageraríamos si nos atrevemos a formular que dicho bloqueo es el corazón -“core”-, de esa guerra multipropósito de los gobiernos estadounidenses contra Cuba. Sin bloqueo la misma Base Naval (ilegal) de los EE.UU. en Guantánamo no tendría utilidad alguna, al perder su capacidad estratégico militar. Y de paso, dicha base mantiene allí una cárcel ilegal fuera de territorio estadounidense.
El bloqueo de marras viabiliza la operatividad y efectividad de las crisis migratorias que provoca la subversión imperialista, a tenor del incumplimiento de las negociaciones migratorias con Cuba. Extiende de manera extraterritorial las sanciones a terceros países que negocien con Cuba, presiona de manera genocida sobre las condiciones elementales de vida del pueblo cubano. Y de paso, trata de que esto sirva de escarmiento para el resto de la región. A pesar de la actitud solidaria de muchos países latinoamericanos, caribeños y del resto del mundo en contra de ese llamado “embargo”.
Es ese bloqueo la principal herramienta de presión política para la manipulación de las negociaciones con Cuba en pos de una normalización posible de las relaciones bilaterales entre ambos países. Solo que con las embajadas reabiertas en las capitales política de ambos países, el gobierno de los EE.UU. tiene la posibilidad de brincar hacia el lado de adentro del país bloqueado, y ejerce la subversión in situ.
Al menos es lo que se aprecia mientras los EE.UU. no demuestren verdadera voluntad política al efecto.
En agosto de este año Manuel E.Yepe[1](1), escribió para ALAI un artículo interesante con respecto a la apertura de embajadas en las capitales políticas de ambos países. Estimamos que excesivamente optimista hasta rozar cierto grado de conformismo al efecto.
Ojo: agradecido pero no es exactamente así.
"En el sentimiento de los cubanos, la derrota de la política agresiva de Estados Unidos contra la isla constituyó un mérito principal de Fidel Castro y la alegría que se manifestaba en toda Cuba coincidiendo con el onomástico de su héroe, así lo evidenció."
No somos de los que creen que exista una relación “sentimental” entre la reapertura de relaciones diplomáticas, o mejor, de embajadas en las capitales políticas de ambos países. El discurso y la ceremonia “chata” de la reapertura de la embajada estadounidense en Cuba, por cierto, aún sin embajador designado, nada tienen que ver con del cumpleaños de Fidel, que está lejos de ser un ancianito “chocho” el día antes. Más bien quizás se buscase desemantizar a dicha fecha y al mismo líder histórico de la Revolución Cubana, intentando imponer dicha actividad como el inicio del fin de la era de su dirigencia histórica; objetivo impuesto por el mismo anuncio con excesiva algazara global de Obama de que el bloqueo había sido una acción inútil, confirmada por más de medio siglo de su activación. ¿Habrá querido decir en realidad: “los vamos a joder de otra manera; pero igual”?
A pocos días de cumplirse el año de tal anuncio jolgorio, apenas a cambiado algo el panorama político. Van y vienen personalidades del jets set, del mundo de las transnacionales del entretenimiento, también académicos, deportistas, turistas autorizados por la OFAC o no, funcionarios estadounidenses para “ver y conocer a Cuba”, como si hubiésemos acabado de aterrizar procedentes de Júpiter, intercambios académicos y culturales casi epidérmicos; montones de promesas de buena voluntad. Incluso que un hipotético viaje de Obama a Cuba ¿para qué?
El bloqueo y todas sus implicaciones intactas.
OJO apresuradamente resumido.
"Cuba emprendió en 1868 una guerra por la independencia, la identidad nacional y la justicia social que no ha cesado desde entonces. Cuando se acercaba a la victoria en el terreno de las armas sobre los colonialistas tras vencer los cubanos las debilidades derivadas de la falta de unidad en las filas propias como resultado de un esfuerzo unitario en el que José Martí jugó el papel principal, la extraña explosión en la bahía de La Habana de un acorazado estadounidense que realizaba una visita de cortesía a las autoridades españolas malogró los anhelos patrióticos cubanos."
Entre el inicio de las luchas por la independencia en Cuba y la proclamación de su independencia –aún si limitada por la injerencia yanqui-, mediaron tres guerras: 1868/1878, la llamada Guerra Chiquita, y la de 1895/ 1999. Y recordarlo es de suma importancia. La injerencia estadounidense se perpetra tras al auto atentado al acorazado “Maine” después de ingentes esfuerzos por parte de los gobiernos angloestadounidense de la época porque la monarquía española le vendiese Cuba a los EE.UU.
OJO, es cierto pero...
"Esa intervención frustró la posibilidad de que los cubanos lograran por sí mismos la soberanía de su patria y tuvieran que continuar su lucha contra el neocolonialismo estadounidense, en las condiciones de una república disminuida que, de una forma u otra, se prolongó hasta el triunfo revolucionario de enero de 1959 contra la sangrienta tiranía de Fulgencio Batista, el hombre fuerte de Estados Unidos en Cuba desde la década de los años 30 del pasado siglo. Las clases dominantes de Washington nunca aceptaron la legitimidad de la victoria popular cubana ni de los líderes que se destacaron en ese proceso, con Fidel Castro a su cabeza."
Durante la dictadura de Fulgencio Batista, ya el FBI tenía agentes entre los oficiales, policías y soldados del ejército batistiano con órdenes precisas para ejecutar en la isla planes de contrainsurgencia urbana que incluían la tortura y persecución a personas honestas, no solo revolucionarios. En Cuba existía una férrea oligarquía enfrentada contra una cultura antiimperialista proveniente de tan lejos como el ideario martiano y de los héroes mambises como Antonio Maceo… Batista fue el colofón de una caterva de gobiernos abyectos a los intereses de los gobiernos angloestadounidense de la época. Para decirlo claramente, el triunfo de enero de 1959 fue el parte aguas de una lucha popular del pueblo cubano fundada en el antiimperialismo y el ideario martiano, que se radicalizó socialista acelerada por el acoso yanqui desde los primeros días de enero de 1959. Tal radicalización consolidada con la nacionalización de las empresas yanquis en la isla, las cuales rechazaron negociar con el gobierno cubano ese proceso soberano, no puso definitivamente en el colimador estadounidense. Y nos cayó encima ese bloqueo genocida. Que en realidad de nada ha servido para doblegar a la mayoría del pueblo.
Entonces, fueron los mismos gobiernos angloestadounidenses, once en total –si la cuenta no nos falla-, quienes cerraron a cal y canto la posibilidad más remota de negociar las relaciones normales con el gobierno revolucionario. Investigaciones serias por parte de estudiosos estadounidenses en el tema, y hasta el intento de convertir a la acumulación histórica de ambos países, en este tema en leyendas urbanas, han intentando crear una saga acerca de que por “azar de carambola” dichas negociaciones no se hubiesen iniciado antes. Cuando en realidad, Cuba siempre estuvo en disposición de dialogar, por supuesto, en igualdad de condiciones y sin mancillar un ápice a la soberanía, la libertad del pueblo ni la nación de la isla.
Existe una rémora proveniente de la autoproducción burguesa de antes de 1959, que ha medrado y medra alrededor de los intereses políticos angloestadounidenses, y cierta porción de ese discurso circula disimuladamente a nivel local intentado aprovechar el momento en que se está “peinando a la tía”, durante el proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países. La guerra como dice Martí se hace a pensamiento, y esta es, como nunca antes una guerra a pensamiento que el propio Estado Profundo angloestadounidense mantiene, a ojos vista, mediante un cambio de método con los mismos objetivos históricos. Fidel triunfó y se mantiene como líder histórico de la revolución cubana con el apoyo de la mayoría del pueblo. Algo muy importante a tener en cuenta, sobre todo cuando acabamos de enterarnos de que Macri en representación de la ultraderecha y el neoliberalismo acaba de ganar las elecciones en Argentina.
"A los revolucionarios cubanos, sin embargo, nunca les faltó la solidaridad de amplios sectores de la juventud, la intelectualidad y las minorías discriminadas del pueblo estadounidense, pese a las monumentales campañas publicitarias globales que llamaban al aislamiento de la isla."
OJO; cierta porción del movimiento afronorteamericano, quizás por incapacidad para el discernimiento político del momento, creó bastantes problemas a partir de una muy deficiente interpretación del proyecto emancipatorio cubano y el acoso que experimenta por los EE.UU.; hasta el punto de intentar ellos mismos montarse en el caballo de Cuba intentando hacer de la isla un espacio de despegue subversivo para sus propios problemas de o los derechos civiles en los EE.UU. lo cual perjudicaría enormemente a Cuba. Es un punto complicado de la historia que cierta misiva escrita en el 2009 por parte de algunos intelectuales estadounidenses negros, enviada a Cuba criticando las supuestas violaciones de los derechos humanos de que ran víctimas los negros y mulatos en el país.
"A tal punto llegó la impopularidad del pretendido cerco contra Cuba, que en recientes décadas, fue el gobierno estadounidense el que se vio aislado del resto de las naciones en su política hacia Cuba. Como lo hiciera notar el periodista Fernando Ravsberg, de la agencia Reuters, las ceremonias de reapertura de las embajadas respectivas en Washington y La Habana son símbolos del fracaso total de la guerra económica del imperio contra la Isla, de la misma manera que lo fueron las imágenes de sus diplomáticos y jefes castrenses huyendo de Saigón tras su derrota en el terreno militar a manos de Vietnam."
OJO; aparte de que el periodista Fernando Ravsberg, no es un ejemplo de certeza ni coherencia profesional en estos asuntos, en tanto hegemonía global activa, a los EE.UU. no les preocupa mucho verse aislado con respecto a Cuba, el asunto real es que el bloqueo no ha logrado sus propósitos y el proyecto cubano sigue vigente en la isla a través del proceso de rectificación radical del modelo socialista cubano. No existe fracaso total de la guerra económica contra Cuba, sino un cambio de método para actualizar a dicha guerra a tenor de los resultados de ese proceso de rectificación socialista cubana.
La victoria de la revolución cubana data del 1ro. de enero de 1959. A partir de ahí, la isla sigue ganando, quizás a un precio que pocos países han estado dispuestos a erogar. La política de acoso y de bloqueo genocida de los gobiernos de los EE.UU. no ha podido impedirlo.
Existen muchas imperfecciones locales, entre ellas la que nos llama más la atención es esa a la que “Les Luthiers” denominaron izquierdistas de derecha. La simulación activada entre quienes se desgañitan proclamándose a favor de la revolución mientras medran, lucran, malversan corrompiéndose a sí mismos y a otros, lo mismo por divisa, moneda nacional, dádivas diversas o una botella de ron al día. Los fanáticos adscritos al cansancio ético, político y espiritual, por los años de acoso; y la insistencia de la convocatoria edulcorada del sistema capitalista desde la hegemonía angloestadounidense. No hay que llamarse a engaños, el modelo socialista ya inservible debe ser radicalmente transformado en un socialismo sustentable. Y es un problema a resolver de manera soberana por el propio pueblo, partido y el gobierno soberano, sin injerencias de ninguna índole.
"La existencia de vínculos diplomáticos entre Washington y La Habana no es, por sí misma, garantía de respeto y normalidad en los nexos con Estados Unidos, como pudieran atestiguarlo los Jefes de Estado de varios grandes países europeos que han denunciado recientemente espionaje telefónico contra ellos de su “aliado”, con el que sostienen los más estrechos nexos diplomáticos, políticos, militares y económicos. [...] El esfuerzo común por crear o incrementar la confianza que se requiere entre las partes para alcanzar la normalización de las relaciones cubano estadounidense será inmenso"
OJO el título del texto de Yepe, se contradice con este párrafo. El conflicto está en la libertad y la soberanía nacional, algo en diametral contradicción con los intereses de los EE.UU., quienes solo han cambiado de método en persecución de los mismos objetivos. Por lo menos hasta ahora.
¿Qué es lo que tales relaciones desean para Cuba? Lo adelanta el chileno Jorge Edwards[2]:
“Cuba corre el riesgo de encaminarse a un híbrido entre liberalismo chino y régimen dinástico norcoreano si se ignora a la disidencia, advierte el diplomático chileno Jorge Edwards, decepcionado por la "indiferencia" de la comunidad internacional ante la "transición" en la isla caribeña”
Así es que la guerra de los gobiernos de los EE.UU. contra Cuba se mantiene de facto. ¿Cuáles relaciones diplomáticas se trata? Será el mismo gobierno de los EE.UU. quien deba definirlo, la bola está hace muchos años en su lado de la cancha.
Cuba la soberanía y libre decisión sin injerencias. Con o sin guerra de los gobiernos de los EE.UU. contra la isla.
[1] Manuel E. Yepe. De qué relaciones diplomáticas se trata. ALAI AMLATINA. 19/08/2015 http://www.alainet.org/es/articulo/171829
[2] Jorge Edwards: Sin disidencia, Cuba va hacia una mezcla de China y Corea del Norte | Cultura | Agencia EFE. 6/10/2015. http://www.efe.com/efe/espana/cultura/edwards-sin-disidencia-cuba-va-hacia-una-mezcla-de-c...
Fuente Alainet
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