Queridos hermanos y hermanas de Cuba y el mundo, participantes en el VIII Coloquio.
Hoy, vísperas de su reunión en Holguín, se cumplen 12 años de que se iniciara nuestro amañado proceso judicial en una Corte Federal de la ciudad de Miami, en la que de ninguna manera podía garantizarse la imparcialidad de un jurado, es decir, la más mínima justicia.
Un día como hoy, del 1871, el coloniaje español cometió en nuestra patria el horrendo crimen de fusilar a 8 inocentes estudiantes de medicina, a quienes se les acusaba de profanar la tumba de un general de su ejército. Ni siquiera estaba en la Habana, cuando ocurrieron los hechos que se les imputaban, uno de esos estudiantes. Cuanta bajeza y cuanto odio tienen que haber en quienes cometen un acto de esa índole.
Nuestro pueblo, formado en la más larga historia de lucha por su plena independencia, jamás ha olvidado ni olvidara aquella monstruosa injusticia.
Recuerdo perfectamente que los cinco, rumbo a la sala de la Corte ese día, conversamos sobre esa coincidencia. Sabíamos que la probabilidad de ser absueltos de los fabricados cargos de asesinato y espionaje por un jurado con residentes de esa comunidad miamense, tan viciada de odio hacia Cuba y su Revolución, era prácticamente nula. No obstante nos sentíamos seguros de que nuestra razón y nuestra inocencia no se quedarían encerradas dentro de las cuatro paredes de esa sala y se alzarían por encima del odio, la patraña y la mentira.
Lejos estábamos de imaginar aquella mañana que hubiera tanto ensañamiento contra nosotros.
Es esta otra página de la agresión contra nuestro pueblo.
Pero, jamás lograron doblegarnos, plegarnos a la falsedad, caer en la vil traición y como se dice en buen cubano, el tiro les salió por la culata.
Muy, pero muy lejos estaban de imaginar quienes hicieron y siguen haciendo todo lo posible por mantenernos en injusto cautiverio de que una gigantesca e indetenible ola de solidaridad se alzara por todo el mundo denunciando la colosal injusticia.
Les puedo hoy reafirmar que los cinco nos sentimos serenos, fuertes y optimistas, a pesar de que vamos rumbo a los 15 años en cárceles de todo tipo. Como dijera José Martí: Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército. Así es nuestra moral, así de firme se siente nuestra conciencia limpia y pura, porque bien lo saben todos los hombres honestos, porque esta ahí en los documentos que recogen lo que se dijo en aquella sala, todo lo que pretendíamos era salvar vidas humanas, en lucha contra un terrorismo que sigue andando por las calles de Miami libremente.
Nuestro pueblo y nuestros queridos amigos solidarios del mundo nos han absuelto. Los condenados son los que empuñaron la mentira y el odio para someternos a cumplir injusta prisión. Gracias a ustedes somos y seremos hombres libres y útiles. Esa es la verdadera historia.
Eternamente agradecidos por su apoyo y su constante aliento, llegue a todos cinco abrazos fuertes, deseándoles éxitos en el evento.
! Venceremos!
Antonio Guerrero Rodríguez
Prisión Federal de Marianna
27 de noviembre de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario