Por Lázaro Fariñas*
En
verdad, las cosas que suceden alrededor de los llamados disidentes en
Cuba parecen haber salido del teatro del absurdo o del bufo. Veamos
algunas de ellas:
Cada
vez que las autoridades cubanas arrestan a cualquiera de los llamados
disidentes en la isla, invariablemente la gran prensa se refiere al
arresto como que fue efectuado por medio de una paliza. No importa si
los videos que se toman en esos arrestos demuestran lo contrario. En
casi todos los casos, se ve a los policías cubanos tratando de detener a
uno de estos individuos, mientras el sujeto se resiste ante el arresto.
En vez de caerles a leña limpia, lo levantan en el aire para poder
meterlo en la patrulla. Ni la policía del Vaticano tiene un trato tan
suave con alguien que van a detener y este se resiste. Resistirse a un
arresto, en cualquier país del mundo, va acompañado de una tremenda mano
de palos. Los ejemplos sobran y se ven todos los días en los noticieros
de televisión, donde España y los Estados Unidos son clásicos.
En
cualquier lugar del mundo, las personas que reciben órdenes y
financiamiento de una potencia enemiga son llevados a los tribunales y
juzgados por traición a la Patria. En las calles de Cuba, caminan
libremente personas que acuden a la Sección de Intereses de los Estados
Unidos a recibir instrucciones y plata. Este país, que por años ha
mantenido una política agresiva contra Cuba, se da el lujo de hasta
poner una urna electoral en sus oficinas para que sus empleados locales
voten por el candidato a la presidencia de la Unión. Esos cipayitos,
después de ejercer el voto, regresan tranquilamente a sus casa, con una
jabita en la mano, sin que nadie los moleste.
Para,
cualquier ser humano en el mundo, si tiene la desgracia de que en un
accidente de tráfico muera un familiar, ya sea este padre esposo o hijo,
su primera reacción es culpar al que lo ocasionó. En Cuba, la familia
de Osvaldo Payá defiende al irresponsable chofer que le ocasionó su
muerte e inventa una teoría conspirativa para culpar a la policía cubana
de haber embestido el automóvil que este manejaba. El responsable del
accidente tiene su licencia de manejar suspendida en su país de origen,
después de haber recibido más de 40 multas de tráfico.
Solo
en Cuba se inventa una lista de millares de detenidos políticos en la
que, además de los nombres de un equipo deportivo suramericano, también
aparecen nombres de pintores de la edad media. Solo en Cuba se
denuncian, para consumo extranjero, violentas detenciones, cuando la
persona, después de una hora detenida, ya está en libertad en la calle y
sin tan siquiera un morado. Solo en Cuba es donde una bloguera inflada
denuncia la pérdida de un diente al ser detenida y dos horas después
sale fotografiada con una elegante sonrisa en la cara.
Solo
en Cuba un ciudadano "disidente" gana miles y miles de dólares en
premios internacionales y no le paga al fisco ni un solo centavo. Aquí,
en los Estados Unidos, Ud. paga impuestos hasta por el aire que se
respira y no existe el que a Ud. le otorguen un premio nacional o
internacional o que se saque la lotería y no le dé su parte al Estado.
La bloguera inflada es una muestra de lo que solo pasa en Cuba. Ha
recibido miles y miles de dólares en premios y no le ha pagado ni un
solo centavo al Estado Cubano.
Solo
en esa isla se organiza un grupo de familiares de presos políticos para
pedir la excarcelación de los mismos y cuando ya eso sucede, inventan
una organización política para poder seguir viviendo de la misma. Las
Damas de Blanco, a las que algunos medios gubernamentales les llaman las
Damas de Verde por el color de los billetes en que cobran su mesada,
inventaron las Damas de Apoyo, cuando las participantes originales se
habían ido con sus familiares expresos para el exterior, después que
estos fueron indultados por el gobierno cubano.
Solo
allí un ciudadano hace más de treinta huelgas de hambre y es atendido
de lujo por el gobierno contra el cual hace la huelga.
Por
falta de espacio, no puedo seguir enumerando las increíbles cosas que
salen a relucir del reducido círculo de la llamada disidencia cubana,
disidencia muy sui géneris, que no tiene ni el remoto plan para hacerse
del poder, que no tiene ideología, que no hace campaña dentro de isla
para buscar adeptos, cuyos actos públicos solo son dirigidos para que
los vean fuera del país, que cuando son condenados a cárcel
inmediatamente se enferman de decenas de enfermedades diferentes y
además, que tienen el privilegio de votar en las elecciones
presidenciales de un país extranjero. Solo en Cuba suceden esas cosas.
*Lázaro Fariñas, periodista cubano residente en EE.UU.
Publicado por Virgilio PONCE el enero 6, 2013
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