martes, 29 de abril de 2008

No a la impunidad: Amenazas de muerte y agresiones a Editorial Nuestra América


A todos los organismos de Derechos Humanos, a la prensa en general y a los interesados en conocer los hechos de amenazas de claro tinte fascista y agresiones violentas a una editorial argentina.

En estos momentos nuestro local se encuentra cerrado y con custodia policial (pedida por el fiscal que lleva la causa) a raíz de los hechos que leerán más abajo y que se dieron los días martes 15 de abril y miércoles 16 de abril a las 16.00 hs.

Una parte de la denuncia realizada por el director de la Editorial frente a la Secretaría de DDHH de la Nación es traducida aquí para comprender el contexto en el que se desarrolló esta violencia por parte de sectores de desconocidos con clara apariencia de fuerzas represivas y de seguridad.

“A partir de febrero de 2008 se acrecentó la presencia de desconocidos que siguen los movimientos como controlando la actividad de la editorial. En reiteradas oportunidades advirtieron la presencia de sujetos que se apostaban frente a la editorial, ya sea solos o con vehículos manifiestamente visibles y reconocibles, ya sea observando y controlando y hasta sacando fotos del local y las personas que allí se encuentran. Todo ello en forma claramente ostensible.

Hace aproximadamente 30 (treinta) días atrás, 2 hombres ingresaron al local y comenzaron a realizar diversas preguntas absolutamente intrascendentes y fuera de lugar. Era evidente que estaba tratando de obtener alguna otra información. Al retirarse de la librería, el denunciante siguió a uno de esos sujetos hasta que lo perdió de vista. Pero súbitamente, advirtió que quien se había escabullido, lo estaba siguiendo detrás de sus pasos. Luego, al volver el denunciante al local, advirtió que tales sujetos se encontraban, de nuevo, “montando guardia”. Ante la insistencia de tal llamativa presencia apostada en las adyacencias del local, procedió a llamar a la policía, presentándose un patrullero de la zona. Luego de la descripción del sujeto y de lo sucedido, éste no volvió a aparecer por la zona nunca más. No obstante, afirma que las visitas de personas en idéntica actitud sospechosa e intimidatoria no ha mermado: en estas últimas dos semanas las visitas de tales personas se hizo ciertamente intensa.

En el día de la fecha (15 de abril) afirma que entre las 13.00 y 14.00 horas, aproximadamente, y durante más de una hora, 2 hombres de aproximadamente 1.65 m. de estatura, cabello corto, tez morena, vestidos de jean, y claro aspecto policíaco -incluso así lo advirtieron los vecinos del local- estuvieron posados al frente de la editorial, vigilando todo cuanto sucedía dentro, y luego se retiraron.

Luego, alrededor de las 15.00 hs, un hombre...ingresó al local, inquirió desubicadamente a uno de los empleados del local y en forma inmediata agredió lanzando un golpe de puño al rostro del joven (que no llegó a alcanzarlo, por haberlo podido esquivar). Luego de intervenir otros de la editorial el sujeto lanzaba golpes y amenazas verbales, incluso de muerte Así es que al no cesar sus agresiones, lograron retenerlo, mientras uno de los empleados del local iba en busca de la policía.

A los pocos minutos, al mostrarse más calmo el agresor y confiando en tal situación, procedieron a soltarlo, dejando que se levantara. De inmediato el agresor volvió a montar en cólera e intentar agredir nuevamente a todos los que se encontraban en el lugar, con mayor virulencia.

Así, volvió a repetir las amenazas proferidas, incluso de muerte, a la par que a los gritos aseguraba ser un miembro de los grupos de tarea, y que había masacrado gente, que tenía quinientos en su cuenta y que ellos serían los quinientos tres, que les va a pasar lo mismo que a Julio López, que no saben con quien se metieron… a la par que mostraba una tarjeta que parecía tener la insignia de la Cámara de Diputados, Senadores, o algún organismo oficial similar, con el sello de la Nación Argentina en dorado.

Mientras, seguía diciendo frases como que Uds. no saben quienes somos nosotros, ni idea tienen... los vamos a matar a Uds. y a toda su familia, los vamos a despellejar, están muertos, les vamos a hacer mierda este lugar, no existen mas, los vamos a torturar, están muertos, los vamos a matar a tiros... y toda una serie análoga de amenazantes e irrepetibles palabras.

Todo esto sucedió mientras el denunciante y otro empleado del local (el tercer empleado había ido a buscar a la policía) tenían rodeado al atacante, a la espera de la policía que tardaba en llegar al lugar.

En ese momento, y mientras figuraba estar recogiendo sus pertenencias que se le cayeron durante el episodio, hizo un movimiento rápido y extrajo una suerte de manopla con punta de acero (arma blanca filosa) que llevaba escondida entre sus ropas, y colocándosela alrededor del dedo mayor de la mano derecha, comenzó a lanzar “navajazos” con ella contra sus rostros. El denunciante y el empleado lograron esquivarlo, mientras lo empujaban hacia fuera del local hasta que, luego de varios destrozos materiales en la librería, logró huir mientras sin dejar de lanzar “puntazos” con dicha arma blanca.

Ante el temor de los colaboradores que trabajan con el denunciante en su editorial y en la librería, afirma verse obligado a cerrar la librería y comenzar a trabajar a puertas cerradas en algún lugar más seguro. Es por ello que, comparece a ésta Secretaría a fin de formular la presente denuncia, ante la grave situación de indefensión, intimidación, persecución y agresión que en forma permanente presencia, que le impide vivir seguro y tranquilo, a él y a su gente.”

“El mismo sujeto vino a la puerta del local, el 16 de abril (miércoles) y con señas y gritos desde la puerta, como portando una arma debajo de su campera amenazaba de muerte. Luego de cubrirnos y verlo que se retiraba, salimos a la puerta y el agresor se encontraba en posición de disparo en la vereda de enfrente gritando con total impunidad y sin temor a ser visto por todos los transeúntes “estás muerto”, “te vamos a mata insecto” y amenazaba con sacar el supuesto arma que llevaba. Todos se detenían y escondían ante tanta impunidad y locura desatada en un sujeto claramente violento y acostumbrado a esos procederes. “Los vamos a hacer mierda”… tomó un taxi y se esfumó.

No vinieron a realizar trabajo de inteligencia. Vinieron a actuar con total impunidad. Vinieron a mostrar que hacen lo que quieren y cuando quieren. Vinieron a meternos miedo.”

La Cámara Argentina del Libro emitió un comunicado que transcribimos:

La Cámara Argentina del Libro repudia amenazas al editor de “Nuestra América”.

Ante las amenazas recibidas y la agresión sufrida por el director editorial de “Nuestra América”, Marcelo Cafiso, la Cámara Argentina del Libro manifiesta su repudio y solicita una inmediata investigación del caso.

A lo largo de muchos años hemos visto las consecuencias de impedir la libre expresión, derecho felizmente recuperado. Quienes tratan de amenazarlo, remitiéndonos a las peores épocas dictatoriales, atentan contra el espíritu de una sociedad abierta y tolerante por la cual reiteradamente se han expresado los argentinos.

Buenos Aires, 18 de abril de 2008

Cámara Argentina del Libro

Av. Belgrano 1580 piso 4º

C1093 AAQ - Buenos Aires - Argentina

Tel: (54 11) 4381-8383

Fax: (54 11) 4381-9253

Nuestra posición la manifestamos en lo que dejamos expreso en nuestra página web al pie de la entrada, en www.nuestramerica.com.ar

Sobre los hechos de público conocimiento, persecusión, agresión y amenazas realizadas a esta editorial, podemos decir, como bien lo expresó en su comunicado la Cámara Argentina del Libro el 18 de abril , que "estos hechos nos remiten a épocas dictatoriales".

Sabemos que los fascistas conviven en nuestra sociedad, nunca se fueron, ni dejaron de actuar. A veces descansan. A veces se cansan de descansar. Algunos dicen que es casi imposible - es muy raro ! - que esto suceda en democracia.

Para no poner cientos de hechos concretos y refutar tal afirmación, decimos : recordemos que el 18 de septiembre de 2006, en democracia, desapareció Julio Lopez. Y como el poeta Roque Dalton también afirmamos: "No olvides nunca que los menos fascistas entre los fascistas tambien son fascistas"

Agradecemos los abrazos y acompañamiento de muchos. Abrazamos a todos los que estuvieron cerca, y nos queda el convencimiento que no estamos sólos y que no podrán callar todas las voces, jamás.

Por un mundo subvertido para una Humanidad con sentido!

Palabras del escritor Nicolás Doljanin, autor del libro “La razón de las Masas, nosotros la clase”.

Se siguen quemando libros

“Vamos a hablar de otro tipo de alimentos, vamos a hablar también de un compañero de todos nosotros....” - dijo Marcelo Coria. Se refería a los libros. También a su tocayo, Marcelo Cafiso; éste ha tenido que bajar las persianas y cerrar su local de la calle Corrientes, debido a las amenazas reiteradas, intrusión armada, golpes contra sus empleados, que viene sufriendo desde 2001.

Su editorial, Nuestra América, es un emprendimiento dedicado a la publicación y distribución de literatura alternativa. Empezó con publicaciones de origen cubano, lo cual ya le valió otro cierre obligado (le robaron todas las computadoras) mientras tenía el local de la calle Rincón.

La sucesión de denuncias policiales con las que ha ido contestando las agresiones, incluido un simulacro de fusilamiento y el robo de su automóvil, en distintas comisarías, tanto de la ciudad como del conurbano bonaerense, se han demostrado completamente inútiles.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha tomado cartas en el asunto. La Cámara del Libro se solidarizó públicamente con Cafiso. Pero la librería permanece cerrada y esta ciudad, hoy llena de humo por las quemas de pastos, además de tres o cuatro rutas nacionales bloqueadas por día según los vientos vengan o vayan -que ningún “comunicador” se ha atrevido todavía a denominar “sabotaje” - y por los mismos que son dueños de los pastitos y productores de este broncoespasmo colectivo, esta ciudad, era denominada y así se la conocía, como la “Atenas del Plata”.

Es decir, se siguen quemando libros. Es decir, Nuestra América va a volver. Nicolás Doljanin

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