viernes, 6 de junio de 2008

Obama pateará el “I have a dream” de Luther King Por Norelys Morales Aguilera

"Hoy puedo estar delante de vosotros y decir que soy el candidato demócrata a la presidencia de EE UU", ha proclamado a Barak Hussein Obama, mulato de 46 años, hijo de un musulmán keniano y una mujer blanca nacida en Kansas, con posibilidades reales de llegar a la alta magistratura. Algo sorprendente en esa nación, pero lo llaman “la esperanza blanca” dicen que por “encarnar el sueño de reconciliación en un país con profundas divisiones raciales”

Está por verse que lo consiga si nos atenemos a los ejemplos de Colin Powell y Condollezza Rice, ambos dignos representantes del imperio, para lo cual no importa ser blanco o negro. Sin embargo, la astucia del demócrata para recaudar fondos hacia su campaña, promover su imagen en Internet, sus habilidades oratorias y su retórica de cambio, pesan.

Tanto es así, que Wall Street está apoyando con dinero al candidato presidencial demócrata, pese a temores de que su eventual Gobierno pueda elevar los impuestos y ser más estricto en comercio internacional y regulación. Las señales de Wall Street apuntan a que los demócratas se impondrán en las elecciones presidenciales y generales de noviembre, y que los votantes castigarán al oficialista

Partido Republicano por la debilidad de la economía y la larga guerra en Irak.

El hecho de que la campaña de Obama comenzó a recibir una mayor cantidad de efectivo cuando tomó fuerza, sugiere que los inversionistas simplemente quieren apostar al eventual vencedor. El senador por Illinois ha recibido 7,9 millones de dólares en contribuciones de firmas de inversiones, según datos del Centro para

Respuesta Políticas (CRP, por su sigla en inglés) citado por Reuters.

En total, los demócratas recaudaron un 57 por ciento de las contribuciones provenientes de las industrias de valores e inversiones. Si bien el flujo de dinero ha cambiado dramáticamente este año, el que los demócratas hayan reunido más que los republicanos puede hablar acerca de la naturaleza de esta carrera más que de las lealtades de Wall Street.

Durante su intervención al proclamarse vencedor como candidato, Obama ha aprovechado para criticar al que será su rival en las presidenciales de noviembre, el republicano John McCain, a quien acusa de no diferenciarse mucho del presidente Bush. Pero el republicano, fue a la ofensiva: lo desafió a diez debates públicos para responder preguntas de los votantes. Se dice que McCain ha demostrado que se le dan mejor las intervenciones en las que responde a preguntas de una audiencia que los discursos, en los que Obama le supera.

En el plano internacional no se ha comprometido con una retirada total de Irak y su retórica sobre Irán, Palestina, Cuba, Venezuela y América Latina se mantiene dentro de los márgenes del sistema, pero no destilan la agresividad de Bush y de McCain.

Estamos lejos de saber quién será el nuevo presidente de los Estados Unidos hasta la elección de noviembre; la bien aceitada maquinaria electoral hecha para que triunfe el dinero, lustrada de democracia, pero que deja fuera de votar a muchos ciudadanos del país, nos hará espectadores de una enconada lucha que al final determinarán los grupos de poder, más allá de cualquier ilusión creada y, por desgracia, las ínfulas imperiales ignoran en la campaña, y parece que de los intereses gubernamentales, grandes retos mundiales que Estados Unidos, como gran potencia podría contribuir a solventar.

Es de suponer que los norteamericanos y el mundo necesiten la verdad, la transparencia, cuál es el cambio que proclama Barak Obama, pero como guerra al fin y al cabo, como sucede en la campaña presidencial en Estados Unidos, la verdad siempre es la víctima. Al mismo tiempo, matices y ambiciones por la presidencia aparte, todos los aspirantes no harán nada por cambiar la situación imperial, si tomamos en cuenta los propios temas que discuten... Lo dicho por Obama sobre Israel e Irán es profundamente significativo y ejemplificador de su complacencia con los grupos guerreristas:

"Siempre mantendré la amenaza de acción militar sobre la mesa para defender nuestra seguridad y a nuestro aliado Israel".

"La alianza entre Israel y Estados Unidos está basada en valores compartidos. Los que amenazan a Israel nos amenazan a nosotros. Llevaré adelante un compromiso concluyente con la seguridad de Israel".

"Vamos a incrementar nuestra cooperación en defensa de misiles, exportar armamento y tecnología a Israel y defenderemos el derecho de Israel a defenderse en la ONU y el mundo".

"El peligro de Irán es grave, es real y mi objetivo será eliminar esta amenaza".


Sobre Cuba, lo comentado por Fidel Castro al respecto de Obama es concluyente: "el mismo argumento que, casi sin excepción, utilizaron las administraciones de EE.UU. para justificar sus crímenes contra Cuba". "El bloqueo mismo, por sí solo, es genocida".

Hay que reconocer que Obama despliega un glamur similar al de John Kennedy cuando apoyó la invasión de Cuba por Playa Girón (1961). Y no hay que olvidar que desde hace más de un siglo la diplomacia yanqui obedece al consejo de Theodore Rossevelt: "habla con suavidad, pero carga un gran garrote", según opinión de La Jornada de México.

Para América Latina, Obama no ofrece nada nuevo, es el mismo imperio y todo aquello que nos suena mejor en los oídos tiene una gran alerta del codirector del Centro de Investigación Económica y Políticas, Mark Weisbrot, quien opinó a la BBC que en tiempo de campaña hay que tomar con pinzas las promesas de los candidatos.

Aún así, no hay que desconocer que los muertos en Irak, tanto soldados norteamericanos como civiles iraquíes, hayan sido los grandes olvidados en la campaña. La guerra que tanto parecía preocupar pasó a un segundo plano frente a otros tópicos domésticos. La humanidad por preservar, el hambre y otras catástrofes están siendo desestimadas olímpicamente, como se sabe hacer muy bien en USA.

Aún no hay certeza de la Hillary Clinton sea la acompañante de la fórmula presidencial. Todo parece indicar que un negro y una mujer por los demócratas cubren un amplio espectro de los votantes que lo hacen en Estados Unidos, minoría por cierto, y que ese partido electoreramente nos ha dejado ver una enconada lucha que en el fondo tenía ese fin. Las noticias dicen que Hillary Clinton abandonaría la campaña, pero apoyará a Obama. Algunos analistas dicen que la fórmula de ambos sería inderrotable para su partido y se ha afirmado que la ex primera dama reconoció el martes en una conferencia telefónica con legisladores, su interés en ser la vicepresidenta de Obama.

La nominación de Barack H. Obama se producirá el próximo 28 de agosto en Denver, Colorado, cuando se cumplirán 45 años del discurso “I have a dream” pronunciado por Martin Luther King ante 200.000 manifestantes en Washington, D. C.

Pero, el sueño de King con su alcance humanitario está bastante lejos del sueño de este otro hombre de la raza negra. Por lo que ha dicho hasta hoy, Obama pateará el “I have a dream” de Luther King.

http://islamia.nireblog.com/post/2008/06/06/obama-pateara-el-i-have-dream-de-luther-king

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