martes, 26 de agosto de 2008

La Escuela Nacional Florestán Fernándes: una experiencia singular, por Darío L .Machado Rodríguez


Desde la Campaña de Alfabetización en 1961, mi vida ha estado relacionada siempre con el ejercicio de la docencia. Son, por tanto, algo más de 45 años, durante los cuales he participado de no pocas experiencias en este campo, tanto en Cuba como en el exterior, en países de América Latina, el Caribe y Europa.

Recientemente tuve el honor de ser invitado por el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, para participar en un curso de Formación de Formadores, impartido en la Escuela Nacional Florestán Fernándes para miembros de movimientos campesinos procedentes de diversos países de la región. Fue una experiencia formidable, al integrar en un mismo auditorio a dirigentes campesinos de Venezuela, Bolivia, Perú, Ecuador, Uruguay, Argentina y del propio Brasil, otorgándole una dimensión internacional y constituir una expresión solidaria del MST devenida extraordinario crisol de vivencias y experiencias.

Pero la propia Escuela es ella misma, por su concepción, una experiencia de formación política cultural singular al inscribirse en un sistema que ha logrado comprender la importancia estratégica de la educación para la lucha por la emancipación de los campesinos brasileños y con ella también no solo de ese enorme país, sino también de toda la región.

El MST y la Escuela Nacional Florestán Fernandes

El MST surge en 1984 en un encuentro fundador que tuvo lugar en la ciudad de Cascavel en el Estado de Paraná, alrededor de una experiencia de ocupación de tierras y hace su primer congreso en 1985, también en el Estado de Paraná, en Curitiva. En 1990 el MST se había extendido a prácticamente todo el país y para entonces ya tenían organizado un curso básico de formación política. Hoy se calcula que esta pujante organización agrupa alrededor de 350 000 familias asentadas, que constituyen una base social de más de un millón de personas.

El 17 de Abril de 1996 hubo una masacre de campesinos del MST en la que perdieron la vida 19 de ellos, 4 murieron después como consecuencia de las heridas sufridas, 15 quedaron inválidos y hubo 120 heridos. Lo ocurrido en aquel acto de bárbara violencia reaccionaria fue fotografiado por Sebastián Salgado, artista brasileño del lente, mundialmente famoso, y se crearon 93 comités de apoyo al MST, contra la impunidad y por los derechos humanos, que funcionaron durante 2 años, mostrando en exposición las fotos Salgado y recabando solidaridad con el Movimiento de los Sin Tierra. Los recursos reunidos con los aportes solidarios de todo el mundo sirvieron para adquirir el terreno donde hoy se levanta la escuela a unos 60 kilómetros de Sao Paolo, en el municipio de Guararema, así como los recursos materiales principales para su ejecución.

Desde que surge el MST estuvo presente la proyección hacia la formación política, pero el 10 de Agosto de 1996, a un año de la muerte del destacado intelectual revolucionario brasileño Florestán Fernandes, en reunión de la Coordinación Nacional del movimiento, se discutió y aprobó el sistema que proyectaría la formación política a un nivel superior, fortaleciendo toda la labor educativa mediante una preparación más sistemática y articulada de los cuadros. Se vio entonces la necesidad de crear un centro de formación que estuviera ubicado en un lugar más central y con acceso, entre las urbes de Sao Paolo y Río de Janeiro, que llevaría el nombre del insigne luchador social, político y pedagogo.

En el Sistema de Formación Política del MST el concepto de partida es que donde quiera que el movimiento se organice, existe, hay también una escuela, hay actividad de formación, no solo política, sino también en otros terrenos de la vida social. Cada Estado tiene un Centro de Formación del MST, en algunos casos más de uno. La Escuela Nacional Florestán Fernandes da orientación metodológica a todo el sistema. Para acceder a ella, los militantes deben tener no solo una probada entrega al movimiento, sino también haber pasado el curso básico en la escuela estadual.

La ENFF es emblemática por su lugar en el sistema general de formación del MST y por el simbolismo que encierra todo el proceso de su surgimiento, de su construcción. La escuela se construyó con las manos de los propios integrantes del MST. La construcción fue asimismo un proceso de formación política. Durante 4 años más de 1200 miembros del MST procedentes de 23 Estados de Brasil trabajaron levantando los edificios que hoy tiene el alto centro docente. Se rotaban cada 2 meses. Los grupos de cada Estado venían con un responsable de formación. Trabajaban por el día y estudiaban en la noche, los que no sabían leer y escribir se alfabetizaron.

Cuando uno observa de lejos los edificios de los albergues, los docentes, la biblioteca, el teatro, el comedor, las oficinas, está viendo una ciudad escolar de una estética rústica y robusta, en armonía con el ambiente, una arquitectura de sobria elegancia, sin lujos, funcional, a tono con la esencia del movimiento que representa. Las construcciones fueron hechas con ladrillos de adobe producidos allí mismo, uno a uno, a un ritmo de 1500 ladrillos por día, compactados y secados al aire y al sol. Las columnas macizas del mismo material soportan los techos y pisos superiores. La tierra para esos ladrillos estaba compuesta de un 30% de arcilla y un 70% de arena y se empleó en proporción de 9 partes de esa mezcla con una parte de cemento. Toda la construcción fue hecha así, sin empleo de barras de acero y los techos fueron armados de madera y teja.

La escuela tiene hoy capacidad para 200 personas y se preparan para ampliarla a 400. El transporte de ida y regreso de los cursantes tiene que ser cubierto por quienes los envían, los cursos son gratuitos y la escuela asegura alojamiento y manutención durante el tiempo previsto de preparación. Fue inaugurada en el 2005, y se iniciaron los cursos en Mayo de ese año. De entonces a hoy han pasado por sus aulas unas 8000 personas, entre ellas representantes también de unas 100 organizaciones de 30 países.

La política de formación

La política de formación y la dirección de esa política es responsabilidad de un Colectivo Nacional, integrado por los responsables de formación política de cada Estado y en él participa también el colectivo de la Escuela Nacional. El MST tiene asimismo un Grupo de Estudios Agrarios, donde se analiza la estrategia del movimiento y se hacen aportes a la dirección nacional del MST que influyen en las proyecciones de la formación política.

Ello indica que la política de la formación política es el resultado de un modo colectivo de enfocar la actividad, con lo que se asegura que esta corresponda a las necesidades actualizadas de la organización.

La ENFF es continuadora de la tradición pedagógica de educación popular fundada por Paulo Freyre, su vocación colectiva hace de cada acto docente un proceso de construcción de saberes con participación de todos. Cada experiencia se vuelca en un proceso de socialización en el cual se enseña aprendiendo y se aprende enseñando.

Los cursos

En la Escuela Nacional Florestán Fernandes y en el sistema en general de formación política del MST se ofrecen tres tipos de cursos: los de formación política para la militancia, los cursos formales y los cursos de postgrado.

Los cursos de formación política para los militantes del MST y de otros movimientos sociales urbanos y rurales, ponen el énfasis en los conocimientos de Filosofía, Crítica de la Economía Política, Historia, Teoría de la Organización Política, la Cuestión Agraria (Reforma Agraria, Papel del campesinado) y sociología. Hay un currículo básico para todos los sectores.

Los cursos que llaman formales, son los que pasan los miembros del MST en las universidades con las cuales la ENFF tiene convenios. Son algo más de 20 centros de educación superior, en los que los miembros del MST se gradúan en especialidades de Pedagogía, Historia, Derecho, Veterinaria, Agronomía, Geografía, Filosofía, etc. En Cuba, el MST tiene alumnos en la Escuela Latinoamericana de Medicina.

Estos cursos son parcialmente financiados por el PRONERA (Programa Nacional de Educación de la Reforma Agraria), que es una conquista del MST y a través del cual el Gobierno Federal paga los pasajes, alimentos y parte de los materiales didácticos, así como los profesores.

La tercera modalidad la constituyen los cursos de postgrado que se dirigen a temas tales como Pensamiento Político Latinoamericano, Teoría Política, así como una maestría en Sociología Rural.

La estructura de la escuela

La Escuela tiene una concepción política - pedagógica. Sus trabajadores integran la Brigada Apolonio de Carvalho que está formada por 4 núcleos nombrados: “Haydee Santamaría”, “Víctor Jara”, “Pagú” (Patricia Galván) y “Rosa Luxemburgo”. Su vida militante en la escuela incluye trabajo voluntario, lecturas, actividades políticas, así como reuniones periódicas de evaluación del desempeño.

El personal de servicios de la escuela, proviene de todos los confines de Brasil. Son miembros del MST que tienen dentro del área del centro docente casas en las que viven con su familia por dos años. También hay un albergue para solteros y cuentan con un círculo infantil para niños entre 2 y 6 años, hijos de los trabajadores, los mayores asisten a la escuela de la localidad.

Tiene un área de atención pedagógica: ahí pertenecen organizativamente la Secretaría General, la Biblioteca, el Telecentro, el Círculo Infantil, la sala de edición de materiales audiovisuales, la reproducción de materiales docentes y la recepción.

Al área administrativa pertenecen la atención a los albergues, los conductores de vehículos, la actividad de protección física, el comedor y la preparación de alimentos, la lavandería, el comprador y la librería que ofrece venta de libros para los cursantes y profesores.

El Área de Producción que tiene 4 técnicos, ya que alumnos y trabajadores de la escuela atienden el cultivo de viandas, los huertos, un bosque de frutales, así como la cría de pollos, cerdos y peces con los cuales se autoabastecen. Los cultivos no emplean agrotóxicos ni sustancias agresivas para la naturaleza, sino abono orgánico que preparan allí. Las semillas las reciben de cooperativas del MST que las producen en grandes cantidades también con el empleo de abono orgánico.

La Escuela tiene una planta de tratamiento de aguas residuales para proteger el medio ambiente y una lavandería industrial con la que próximamente cubrirán todas sus necesidades para el lavado de ropa de cama, toallas, manteles, y para ofrecer servicios a empresas de la región, con lo que contribuirán a sufragar los gastos del sistema educacional.

La vida cotidiana

En la ENFF se da el “¡De pie!” a las seis de la mañana, y entre las 6:15 y las 7 de la mañana, los cursantes tienen lectura individual. Es la vía que han encontrado para cultivar de modo sistemático el hábito de lectura. Entre 7 y 7:30 se sirve el desayuno y a las 7:45 tiene lugar lo que en Cuba llamamos “matutino” y allí le llaman “mística”. No puedo dejar de mencionar la impresionante creatividad que se genera en la preparación de la “mística” por los cursantes y la participación entusiasta de todos, alumnos, profesores y personal en general de la escuela.

Entre las 8 de la mañana y las 12 del día hay actividad docente y se almuerza entre 12 y 12 y 30 del mediodía, para reanudar la docencia entre 2 y 4 de la tarde. De 4:30 a 6 de la tarde se hace el trabajo voluntario diario de todos los cursantes y entre 7 y 7 y media de la noche es el horario de cenar para después entre las 8 y las 10 y 30 de la noche participar en actividades colectivas: debates, actividades culturales, proyección de filmes, etc. A las 11 de la noche es la hora de descansar.

Una experiencia singular

La Escuela Nacional Florestán Fernandes del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, constituye no solo un experimento de formación política en términos puramente pedagógicos, sino que es un proceso de preparación política de la organización colectivamente concebido y dirigido, autosustentable y autorregulable, con una proyección de responsabilidad no solo pedagógica y política, sino también económica y administrativa que toca a todos, con un alto protagonismo de los participantes, que incluye el trabajo voluntario todos los días, en los sembrados y crías que tiene la escuela, así como en la limpieza y orden de sus áreas y un sistema de vigilancia colectiva para la protección física del recinto. Los fines de semana, son los cursantes quienes se encargan de prepararse los alimentos.

Su colectivo de profesores es pequeño y combativo, integrado por personas en su mayoría jóvenes y en edad madura, trabajan con un alto sentido del deber, una vocación pedagógica en la que se mezclan creativamente la responsabilidad como docentes con el entusiasmo de saberse parte de un proyecto social trascendente. Su alegría es contagiosa. A menudo viajan a otros países a compartir sus experiencias de formación con otras culturas del continente y del mundo. Se agrupan en colectivos de coordinación pedagógica y dirección política. Nombran un coordinador que los representa legalmente en su calidad de entidad jurídica sin fines lucrativos.

Los miembros del MST sienten un inocultable y sano orgullo por su Escuela Nacional y por el sistema de formación política en el cual se inserta la institución. Ese orgullo lo compartimos todos los que hemos tenido la suerte de participar de esa singular experiencia, de contagiarnos y de sentirnos ya parte de ella. El MST ha demostrado que aún en las más difíciles y complejas situaciones que plantea la lucha por sus justas reivindicaciones, y precisamente como parte fundamental de su estrategia, la formación política, la batalla de ideas, resulta esencial y requiere de la mayor y la más esmerada atención. En esas aulas, a lo largo y ancho de Brasil, está su futuro.

[Nota del Editor: Véase también sobre este tema http://mapadesuenios.blogspot.com/2007/08/un-manantial-de-conciencia.html ]

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