viernes, 3 de octubre de 2008

En respuesta a artículo difundido en nuestra red:


Editores de Kaos en la Red. Les pido, por favor, que coloquen esta carta en su sitio en la red. Es una respuesta al texto que he visto en Kaos escrito por el Sr. Rodríguez Almaguer.

Fdo: Licenciado Leonardo Padura Fuentes
www.kaosenlared.net/noticia/respuesta-necesaria-sr-rodriguez

Leonardo Padura Fuentes

RESPUESTA NECESARIA AL SEÑOR RODRÍGUEZ

Mantilla, 29 de septiembre de 2008

Señor Carlos Rodríguez Almaguer:

Ante todo le pido disculpas por mi ignorancia. Yo, la verdad, no lo conozco a usted y me da pena esa circunstancia, pues veo que usted parece o piensa conocerme muy bien (no sé por qué vías, aunque si llegara a pensar que en su carta hay "gato encerrado", las pudiera imaginar), como se trasluce en sus referencias no ya a mi literatura, sino a mi persona, a mi temperamento, a las gentes que me son o no me son cercanas, a mi barrio y hasta la preeminencia local que me alivia en las colas de las que, dice, me libro gracias a esa "popularidad".

También hubiera querido poder agradecerle su "Carta al teniente Mario Conde desde un Paisaje de otoño" (aunque no esté dirigida a mí, sino a mi personaje, y la verdad es que no acabo de descubrir por qué se valió de ese recurso literario), en la que con todo su derecho disiente de algunas opiniones mías aunque, en esencia, veo que coincide con ellas cuando se refiere a las exuberantes y bullangueras colascubanas o, más puntualmente, al permiso de salida "que al cabo nos trae más males que beneficios", según usted.

Pero sucede que las fallas en su sistema de información, el tono de amonestación (¿debería escribir acusación?) pública que encuentro en sus palabras y, sobre todo, los conceptos sobre el papel del intelectual y la libertad de expresión que se respiran en su texto no me permiten sentir ese agradecimiento, sino, por el contrario, me obligan a hacerle algunas aclaraciones que bajo ningún concepto puedo obviar, por lo que atañe a mi persona, a la profesión que practico y a la misma sociedad cubana a la que, al menos yo, aspiro.

Lo primero que me llama la atención es el espacio –La Polilla Cubana- desde el que me llegó remitida su carta y que, al parecer, fue el primero donde se publicó, aunque también está colgado en Kaos en la Red, como si hubiera sido escrita para ese sitio. Respecto a La Polilla, según el doctor Eduardo Torres Cuevas, director de la Biblioteca Nacional "José Martí", ese sitio comenzó siendo un espacio virtual de esa institución, pero posteriormente fue desactivado y dejado de utilizar por la Biblioteca, por lo cual el doctor Torres Cuevas considera que la directora del sitio y usted están utilizando un espacio que ha sido desautorizado por sus creadores que, como me asegura el director de la BNJM, nada sabían de la existencia de su carta.

Tomando ahora el espíritu de sus propias palabras –son, dice usted, unos criterios, tan discutibles como los míos y en eso tiene toda la razón-, para no desgastarme voy a comentarle apenas dos o tres aspectos de su carta en los que hace algunas especulaciones inadmisibles e, incluso, maneja informaciones que son falsas.

La primera y más notable está relacionada con esa sospecha de mi "oportunismo de la peor especie" (no hubiera desentonado si agregaba lo de premeditación y alevosía) que usted casi consigue ver en el momento en que se produce la publicación del artículo "La inercia de la espera sin horizontes", en el sitio Kaos en la Red. A ese respecto usted dice que me aparezco con una queja sobre las colas cubanas luego del paso de los dos conocidos huracanes que devastaron la isla y llevaron a personas como usted a un duro día de trabajo cargando tejas para los damnificados, mientras "oportunistas" como yo aprovechábamos el desastre para escribir este tipo de artículos y quejarnos de las colas cubanas.

Sin embargo, debo informarle a usted y a los colaboradores que le pasan sobres conmateriales bajados de Internet y que, como en las óperas coreanas, se los llevan cariñosa y prontamente a las montañas pinareñas donde usted labora, que el artículo en cuestión se titula "La espera cubana", que fue enviado el día 29 de agosto a la redacción central de la Agencia de Prensa IPS, en Roma (con cuyo servicio de columnistas colaboro desde hace más de un año), y que Kaos en la red (sitio cuyo origen y filiación no conozco, para el cual nunca he escrito como lo sabrá usted, que sí es su colaborador) lo publicó varios días después, como si se tratase de un trabajo especialmente escrito para ellos, sin haber pedido mi autorización y tampoco la de la agencia, según me informó el coordinador del Servicio de Columnistas. No lo culpo de la confusión que pudo haberle provocado la lectura del texto en Kaos en la red pero, puestos a escribir cartas sobre asuntos tan serios como ese "oportunismo de la peor especie" y cargadas de sospechas muy peligrosas y hasta de advertencias tan explícitas,habría sido necesario un poco más de rigor para no afirmar cosas que no son ciertas. Sobre todo teniendo en cuenta lo bien que usted dice conocerme y los medios y colaboradores que, por su jerarquía, parece tener a su servicio.

En segundo término, respecto al importante tema de la emigración, sus características y consecuencias para nuestro país (que es, por cierto, el tema central de mi trabajo y no las colas), más que aclararle o rebatirle algo, le voy a remitir a la reveladora lectura del estudio Cuba: País de emigración a inicios del siglo XXI, publicado en el Anuario Digital 2006 del Centro de Estudios de Migraciones Internacionales (CEMI) de la Universidad de La Habana, por el Dr. Antonio Aja Díaz, doctor en Ciencias Filosóficas, historiador, investigador y profesor universitario, Presidente del Consejo Científico y Subdirector del CEMI. Espero que después de su lectura le queden menos dudas sobre las características y consecuencias del fenómeno migratorio cubano contemporáneo y pueda comprobar, incluso, que no siempre las consignas prefabricadas son capaces de alterar la terca realidad. En ese texto se afirma, por ejemplo que: "En la emigración desde Cuba, sea temporal o no, se aprecia la presencia de sujetos jóvenes y grupos de profesionales también jóvenes. En el caso de los profesionales, representan el 12% del total de esta emigración en el último lustro, lo que ubica a Cuba dentro de las corrientes migratorias actuales de robo y pérdida de importante capital humano". Respecto a la correlación entre emigración y crecimiento poblacional, el especialista comenta: "En el orden demográfico de la sociedad cubana el análisis es otro, a partir del actual escenario de bajas tasas de crecimiento poblacional, el envejecimiento de la población y el mantenimiento de un potencial migratorio externo. Se precisa evaluar las estrategias de enfrentamiento ante una erosión poblacional producto de la emigración, ya sea temporal o definitiva, de vital importancia para el futuro de la nación, que tome en cuenta los rasgos de edad, de género, profesional, técnico y selectivo por regiones del país". Y, por cierto, debo recordarle que quien califica de brutos, tontos, etc., a los que se quedan en Cuba es usted, no yo.

Por último –pues no quiero desgastarme en este tema tan extraño y que tanto me retrotrae a un pasado que quería creer superado- debo referirme obligatoriamente al penúltimo párrafo de su carta donde dice: "Y sobre la casi incitación a la rebelión popular que haces al final de tu escrito (...) me parece que no eres tú, un hombre tan pacífico, tan ajeno a los tumultos, haciendo por la Internet un llamado a la sociedad cubana a dar el toque a degüello, eso me huele a gato encerrado, Conde, porque ese llamado suelen hacerlo en los últimos tiempos gentes que yo no las imagino cercanas a ti, de verdad, ¿o será que yo te sobreaprecio?." En realidad me conmueve que, en su bondad, usted piense incluso que me "sobreaprecia". Gracias, pero no hace falta: con aprecios así, el sobre sobra... Luego, no puede dejar de sorprenderme que usted vea, con una capacidad de interpretación que mealarma o con unas segundas o terceras intenciones que no puedo dejar de percibir como muy aviesas y además muy extemporáneas, que mi idea de la necesidad de que la sociedad cubana mueva sus estructuras para evitar otros males, sea una casi incitación a la rebelión popular y un llamado a dar el toque a degüello, más aún, unas palabras e ideas en las que hasta llega a pensar en mi posible filiación a determinadas "gentes"... No es posible que usted pase por alto la gravedad de esos señalamientos, lanzados además, de modo tan "oportunista". Comprenderá que con la experiencia que cargamos cuesta entender su carta y sus intenciones como la expresión de una simple inconformidad con el texto que polemiza: porque la práctica de calificar a los escritores de oportunistas y blandengues y de ver en sus opiniones, cuando no nos gustan o no las compartimos, llamados a rebeliones populares y a subvertir el orden existente, tiene una triste y gris historia en nuestro país.

Pero en este punto,la lógica y el presente cubano me obligan a preguntarme: ¿es que acaso usted piensa lo mismo de otras personas, que viven en Cuba como yo y que han insistido en la necesidad de cambiar la política migratoria cubana y otras muchas políticas? ¿Todos ellos –y claro que no voy a citar nombres y muchos menos cargos- también andan haciendo un llamado a la rebelión por pensar y expresar su desacuerdo con una cierta política y hasta expresar públicamente la necesidad de introducir cambios en nuestra sociedad (incluso conceptuales y estructurales)? ¿Los intelectuales que debatieron sobre esos y otros temas en el último Congreso de la UNEAC también llamaban a degüello?

Realmente, no sé cuál es el objetivo de su carta. Pero resulta que la experiencia histórica me advierte que no es usual que en Cuba se hagan, a título personal y luego se publiquen (en este caso en un blog que en su momento fue institucional), estos tipos de ataques de lectura política a escritores o artistas, si no hay detrás un "gato encerrado" o, cuando menos "un nido de ratas". Por ello puedo colegir muchos objetivos, que van más allá de un desacuerdo con mis ideas y opiniones o una simple búsqueda de notoriedad de ultraizquierdizante. Más que sus "revelaciones" sobre mi oportunismo de la peor especie o sus desacuerdos con algunas de mis opiniones, lo que más me ha llamado la atención es este sustrato conceptual peligrosísimo (no solo para mí) , que no puedo dejar de leer en sus palabras. Aunque sé que hoy vivimos tiempos diferentes, con una aplicación muy diversa de las políticas culturales, el hecho de que existan personas como usted con la posibilidad de expresar ideas como esta que ahora vierte en espacios institucionales (o que lo fueron) es un hecho que me alarma.... ¿Empezamos otra vez o solo será una manifestación de mi paranoia?

Lo último que quiero decirle es que como ciudadano cubano que vive y trabaja en Cuba (escribiendo, haciendo colas y practicando a mi manera la solidaridad, entre otras cosas que no le informaron), creo que tengo tanto derecho como el que más a pensar mi realidad y a preocuparme por el destino de mi país. Si usted y yo no coincidimos en algunas ideas (y esto que agrego es una especulación: pero las suyas no parecen muy originales ni personales, y discúlpeme por decírselo), pues así suele ocurrir muchas veces y hasta creo es saludable para el debate social. Lo que sí resulta inadmisible es que usted, incluso a partir de datos falsos,llegue a bordear la acusación de mala intención, premeditación y alevosía (mi oportunismo de la peor especie y mi "casi" llamado a la sublevación popular) a partir de sus especulaciones y, peor aun, de datos falsos.

Sinceramente, deploro haber leído su carta por una razón que me sobrepasa muchísimo a mí como persona y a mi artículo como un comentario posible y discutible sobre algunos aspectos de la realidad cubana: y es que no creí factible que a estas alturas todavía se pudieran manejar unos conceptos sobre los intelectuales en Cuba y una retórica verbal e intelectual como la que usted utiliza para darme este "correctivo". Pero su carta y el hecho mismo de que haya sido difundida en un sitio desautorizado por sus creadores ponen en evidencia, como muchos colegas piensan y hasta lo dicen, que el espíritu del Quinquenio Gris todavía nos acompaña y que sus coletazos nos pueden llegar de cualquier parte.

Lamentando haber tenido que escribirle, queda de usted, sin abrazo,

Leonardo Padura Fuentes,


Anexo: CUBA: País de emigración a inicios del siglo XXI. Dr. Antonio Aja Díaz

Incluyo algunas citas que, aun sacadas de su contexto, me parecen suficientemente reveladoras (LPF).

"Durante el año 2005 fueron registrados por la actualización del Censo de los Estados Unidos 1 448 684 personas de origen cubano.3 Esa cifra sobrepasa la población total de la segunda provincia en importancia de la Isla, Santiago de Cuba, y sólo es superada por la Ciudad de La Habana. Este comportamiento se inserta en una dinámica universal, donde el entorno más cercano, el caribeño y centroamericano, presenta casos similares debido a la presencia de mexicanos, dominicanos, puertorriqueños, salvadoreños y guatemaltecos en los Estados Unidos".

(...)

"Entre 1959 y hasta 2004 habían emigrado por todas las vías posibles y hacia diferentes lugares del mundo, cerca de 1 359 650 personas nacidas en Cuba".

Sobre esa dinámica es necesario apuntar dos elementos de especial significación. El primero se refiere al ciclo migratorio del cubano, a partir de la relación entre el proceso de migración interna y externa en la Isla, de la continuación de uno en el otro. Tal y como lo demuestran investigaciones sobre el tema, ante la crisis iniciada en 1990 una de las salidas de la población es la búsqueda de nuevos espacios geográficos donde poder solucionar las difíciles situaciones de la vida cotidiana e incluso, hallar una nueva orientación y perspectiva de futuro para su vida".

(...)

"El carácter más joven de la emigración cubana de mediados de los 90´ en adelante, responde a los conflictos de la crisis económica que ha estado viviendo la isla y a circunstancias generacionales donde puede primar en determinados sectores de los jóvenes la desmotivación, el desinterés y la desconfianza en la Revolución para la realización de su proyecto individual".

(...)

"En la emigración desde Cuba, sea temporal o no, se aprecia la presencia de sujetos jóvenes y grupos de profesionales también jóvenes. En el caso de los profesionales, representan el 12% del total de esta emigración en el último lustro, lo que ubica a Cuba dentro de las corrientes migratorias actuales de robo y pérdida de importante capital humano".

(...)

"Un balance final de la emigración cubana a partir de la verificación de los resultados de la estimación del potencial migratorio externo para la segunda mitad de la década de los 90´ del siglo pasado, muestra en primer orden el aumento de la emigración legal hacia diferentes regiones y países, aunque los Estados Unidos se mantienen como principal receptor de esa emigración. En segundo orden aparece la tendencia de los cubanos a emigrar temporalmente, amparados por los cambios introducidos en la legislación migratoria de Cuba. La emigración ilegal (balseros) con destino hacia los Estados Unidos, disminuyó su presencia en el espectro de la emigración del país, provocado por los cambios y la aplicación de los Acuerdos Migratorios entre Cuba y los Estados Unidos de 1994. Sin embargo, a partir de 1998 exhibe cifras en ascenso y nuevas formas de accionar. Las manifestaciones de este fenómeno durante el 2004 y 2005 indican el aumento en la cifra de personas implicadas, así como aquellas que deciden utilizar nuevas rutas ante la imposibilidad de arribar a costas de los Estados Unidos".

(...)

"En consecuencia, el potencial migratorio continuará manifestándose. Las cifras podrían no superar a las registradas en el período anterior, a través de las diferentes vías y formas de emigración conocidas hasta el momento. Como resultado, la imagen y percepción nacional de Cuba como país de emigración se fortalece.

La dinámica migratoria externa continuará siendo de poca significación en el contexto de los flujos de migración internacionales. No obstante, otras lecturas podrían realizarse en el contexto de la migración en el Caribe y de este hacia los Estados Unidos, en especial según vías y formas de emigración, así como en función de las cualidades de los sujetos migrantes.

En el orden demográfico de la sociedad cubana es el análisis es otro, a partir del actual escenario de bajas tasas de crecimiento poblacional, el envejecimiento de la población y el mantenimiento de un potencial migratorio externo. Se precisa evaluar las estrategias de enfrentamiento ante una erosión poblacional producto de la emigración, ya sea temporal o definitiva, de vital importancia para el futuro de la nación, que tome en cuenta los rasgos de edad, de género, profesional, técnico y selectivo por regiones del país".


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Lic. Rosa Cristina Báez Valdes, "La Polilla Cubana"

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