Por Rosa C. Báez; texto y fotos de la presentación
El tiempo -ese implacable- no me permitió escribir la deseada crónica de la presentación en nuestra Feria del Libro, de una obra que será desde ya una herramienta, más aún, un arma, en las manos de quiénes devenimos difusores de información, así como para investigadores y estudiosos. Hablamos de “La telaraña imperial” obra de la abogada e investigadora Eva Golinger y el sociólogo francés Romain Migus, que fuera presentado el pasado miércoles 18 en la Feria del Libro de La Habana por su autora y el querido amigo Jean-Guy Allard. La autora, de una increíble juventud para el talento demostrado, habló con apasionamiento de la obra, explicando al detalle el título escogido y también el logrado diseño de portada, que trasluce la larga mano del Imperio para intervenir, a través de su muy bien estructurada telaraña de supuestas “organizaciones no gubernamentales” y “fundaciones de cooperación”, en los asuntos internos de nuestros países de América.
Explicó la escritora cómo se repite en Venezuela y en Bolivia, fundamentalmente, el entramado tejido por el gobierno norteamericano para, desde 1959, agredir a la naciente revolución cubana: en la actualidad, según recientes investigaciones de la autora, existen en Venezuela más de 450 organizaciones diseñadas para intervenir, bajo un matiz de cooperación y financiamiento de apoyo “al desarrollo”, sin contar las llamadas Oficinas de Iniciativas de Transición (OTI por sus siglas en inglés), estas si de carácter marcadamente político y sin intentos de enmascaramiento.
La obra, que recoge seis años de investigaciones, nos lleva, “de la A a la Z”, al conocimiento de quiénes son y cómo están conectados los siniestros personajes y entidades que trabajan a la sombra del Imperialismo norteamericano, y son, de hecho, su mano derecha -esa que muestra destacada en rojo la portada- en la intromisión en los asuntos internos de los países que se han enfrentado a la labor de zapa del imperio, léase Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia…
Recomendamos no sólo la lectura, si no la posesión de la obra como Manual de consulta. Y por lo menos a esta redactora no vaya a prestársela, pues no alcanzó a conseguirla en la presentación y seguro, seguro, que no se la devolverá! Comparto algunos textos relacionados con “La Telaraña Imperial”
La telaraña imperial, un libro apasionante en feria editorial cubana
Por Anubis Galardy - Prensa Latina
La investigadora norteamericano-venezolana Eva Golinger y su colega, el sociólogo francés
Romain Migus, se adentraron en las aguas oscuras del capitalismo neoliberal para sacar a flote sus estructuras y estrategias de dominio y expansión, hilvanadas con astucia en un entramado siniestro.El resultado es un texto apasionante, “La telaraña imperial. Enciclopedia de injerencia y subversión”, que ilustra los rumbos de un sistema en que lo político y lo económico -sustentado por el empuje arrasador de las transnacionales- devienen revés y envés del espejo.
A partir de la cadena de injerencias y subversiones de gran magnitud de que ha sido objeto Venezuela por parte de Estados Unidos y sus aliados, Golinger y Migus demuestran cómo ambos componentes funcionan en una interacción permanente y “definen las orientaciones políticas y económicas que se imponen después al resto de la humanidad”.
Al servicio de ese objetivo, el capitalismo pone en marcha los engranajes de un telar metafórico, en el que confluyen, en la sombra, los distintos sectores del poder económico, político, militar y de las comunicaciones, usualmente considerados independientes, para elaborar visiones y acciones comunes.
El lugar de encuentro son las fundaciones, los “think tank” o centros de estudio, los institutos que financian las transnacionales, por cuyos consejos de administración transitan los políticos, en un ir y venir constante entre estas y las administraciones públicas.
Concebido como una enciclopedia de amplio registro, La telaraña imperial, presentado en la Feria del Libro Cuba 2009, consumió a sus autores seis años de acuciosa investigación y es el punto de partida de un proyecto que prevé actualizaciones periódicas, enriquecidas anualmente con nuevas fichas, precisó Golinger.
En el volumen afloran las agresiones perpetradas contra Venezuela, desde la llegada del presidente Hugo Chávez al poder y el inicio de una Revolución Bolivariana de profunda raíz y proyección sociales.
A flote emerge el papel que han desempeñado, en esa maniobra desestabilizadora, empresas, agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, personajes, instituciones y un sin número de eslabones de la gran red de brazos múltiples.
La conexión es a veces estrecha, y a veces lejana, pero siempre moviendo los hilos al conjuro de la telaraña. Una de sus variantes, subraya Golinger, es la llamada guerra asimétrica o de cuarta generación, la subversión, la contrainsurgencia. Está dirigida a la población, “es lo que estamos viviendo hoy en América Latina”.
Uno de los motores en la intensificación de esa estrategia, apunta, lo es, por ejemplo, la United States Agency for Internacional Development (USAID), que sobresale entre una madeja de agencias de servicios clandestinos disfrazadas de entidades públicas.
Venezuela ha sido exponente de la aplicación de esa cadena siniestra de subversión e injerencia, financiada por Estados Unidos, de la cual fluyen sabotajes mediáticos, golpes de Estado, intentos de magnicidio, guerras mediáticas, operaciones psicológicas, sabotajes económicos, espionaje, infiltraciones, entre otras muchas.
Blanco permanente de Washington, esa nación suramericana no lo es solo por la profundidad de su vuelco histórico sino por su condición de gran exportadora y productora de petróleo, dueña de las mayores reservas del llamado oro negro en el mundo. Por esas mismas razones, es punto de mira permanente de las transnacionales.
Golinger y Migus ponen al descubierto, con el único auxilio de una documentación profusa, del dato preciso respaldado por una bibliografía abundante y bien repasada –que abarca documentales, páginas webs, centros de estudio, artículos, libros, ensayos- las relaciones encubiertas puestas en juego, muchas veces bajo aparentes fines nobles.
La Enciclopedia va desmontando esos soportes, en un recorrido de la A a la Z, con un lenguaje dinámico que abre paso a la información concluyente y la sencillez como aliada de una investigación exhaustiva, con nexos referenciales que le añaden un jugo extra y arrojan nueva claridad sobre ella.
Por sus páginas desfilan, identificadas con su santo y seña, sus acciones y pasado, empresas, agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación, personajes como Rockefeller, Elliot Abrams, Henry Kisinger u Orlando Bosch, cmpañías de telecomnicaciones como la venezolana CANTV, términos como guerra electrónicas.
Pero el libro puede leerse a voluntad del lector, pasando de una ficha a otra o entrecruzándolas en un itinerario sugestivo, como quien sigue una pista de varios senderos conducidos, por la sagacidad y pericia de los autores, como un hilo de Ariadna para iluminar los recodos e intersticios más recónditos.
La telaraña imperial puede ser vista, afirman los autores, como un intento de análisis sobre el funcionamiento de la organización real del capitalismo, desde su lado más desconocido, “alejándonos de cualquier teoría del complot, para comprender su fuerza y contradicciones”.
El libro saca a la luz, agregan “todas las instituciones que participan en la gran guerra del capital contra la humanidad, y sin las cuales el capitalismo no podría existir”.
Texto de ineludible referencia, La telaraña imperial sirve también para mirar hacia atrás y comprobar cómo los mecanismos de subversión e injerencia siempre se han puesto en marcha, solo que en forma menos refinada, aunque igualmente brutal, como ocurrió en Cuba, el Chile y el Brasil de los años 60 del pasado siglo, y tantas otras zonas de la América mestiza.
Fue la época en que sentaron, en su trono de sangre, a las dictaduras militares, los gorilatos.
Acostumbrado a considerar este lado del mundo como un traspatio inmenso y solitario, el triunfo de la Revolución cubana y su solidez, le demostró a Estados Unidos, a solo 90 millas, que la realidad podía ser muy distinta, como lo prueba la insurgencia social desembocada en los procesos recientes de Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Con la rabia de las apetencias frustradas, el capitalismo en su fase neoliberal ha fraguado un entramado mucho más sofisticado, encubierto, ramificado en la sombra, de una perfidia mayor, aceitado y enmascarado bajo otro ropaje.
Un ropaje de extensiones sin término, que involucra a un sin fin de personas, mientras otras quedan atrapadas en la telaraña de la red. Como afirma Gabriel García Márquez, América Latina no puede apagar las luces para dormir.
http://www.prensa-latina.cu/article.asp?ID={E6AE5905-50DB-44D6-AF0F-CC42E0385DAB}&language=ES
Extracto de la introducción de la novedad editorial "La Telaraña Imperial: Enciclopedia de Injerencia y Subversión", de Eva Golinger y Romain Migus
La injerencia se define como la intromisión en un asunto de otro, generalmente sin autorización
y con la intención de desestabilizar y/o dominarlo. La subversión se refiere al intento de derrocar estructuras de autoridad, como un gobierno o Estado, a través de la erosión de las bases y la creación de conflictos entre miembros de la sociedad. Cuando la actividad subversiva se ejecuta contra un gobierno, su intención es ayudar - con asesoría, financiamiento, y apoyo político y moral del exterior - a grupos, organizaciones, partidos políticos e individuos a promover su derrocamiento con acciones violentas y/o destructivas.En la práctica, la aplicación y detección de subversión e injerencia no es tan sencilla. Por supuesto que un golpe de Estado contra un gobierno elegido democráticamente y apoyado por una mayoría de su pueblo ejecutado por un gobierno extranjero es un acto claro de injerencia. Sanciones, bloqueos, sabotajes y declaraciones hostiles de un gobierno contra otro también constituyen injerencia, tanto como una invasión militar de grandes o pequeñas proporciones.
Pero la subversión es más silenciosa, discreta, escondida y ejecutada por una amplia red de actores – personas, instituciones, empresas, agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y fuerzas armadas. Es una red tan grande, con brazos que se extienden por todos lados como una gigantesca telaraña, que se hace difícil saber dónde comienza y dónde termina; ¿quién está involucrado conscientemente y quién simplemente se quedó atrapado en la red?
Este no es un libro de conspiraciones. Pero tampoco aceptamos que sean coincidencias las conexiones entre entidades y actores que se encuentran dentro de los mismos círculos, promoviendo acciones parecidas y buscando lograr un mismo fin. Las personas, agencias, organizaciones, instituciones, empresas y estrategias incluidas en este libro tienen relaciones estrechas y lejanas, pero todas tienen una relación importante en el contexto de la dominación sobre países y pueblos soberanos que no se dejan subordinar a los intereses de Estados Unidos, sus aliados y las multinacionales que hoy en día controlan la economía mundial.
El enfoque principal de este libro es Venezuela, debido a las grandes agresiones que han sido ejecutadas en su contra desde la llegada al poder del Presidente Hugo Chávez y el comienzo de la Revolución Bolivariana, una revolución socialista que ha sido la inspiración y esperanza de millones de personas alrededor del globo que luchan por un mundo mejor. Además de Venezuela, las revoluciones socialistas han vuelto en otros países latinoamericanos, como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, materializando a nivel continental lo que Cuba comenzó en 1959 con su gran Revolución.
Estados Unidos de Norteamérica ha perdido el dominio sobre su patio trasero . Las Américas ya no son suyas para explotar, saquear y utilizar para sus fines egoístas y consumistas. Esta realidad ha sido causa de una serie de injerencias en la región por parte de Estados Unidos y sus aliados, que buscan desestabilizar estas revoluciones y nuevos gobiernos socialistas, y volver el poder a la mano de Washington. Venezuela, particularmente, ha sido víctima de golpes de Estado, sabotajes económicos, guerras mediáticas, operaciones psicológicas, espionaje, infiltraciones y penetraciones dentro de los sectores revolucionarios, intervenciones electorales, intentos de magnicidio, incursión de paramilitares y otras actividades subversivas ejecutadas con la asesoría, financiamiento y dirección del G obierno estadounidense, sólo durante los últimos ocho años.
Venezuela es el caso ejemplar de la aplicación de los mecanismos de injerencia y subversión, no sólo porque ha sido víctima de casi todos sino también por lo que representa – lo que tiene – el país. Venezuela es uno de los más grandes productores y exportadores de petróleo en el mundo, y es el país con las mayores reservas petroleras a nivel mundial. Esto ha transformado a Venezuela en no solamente el blanco del imperialismo estadounidense que busca reconquistar su patio trasero , sino también de las grandes transnacionales, organizaciones, agencias, individuos, instituciones e intereses financieros que controlan la economía mundial. Las mayores reservas del petróleo del mundo en un país con una Revolución socialista durante el Siglo XXI, cuando la energía vale más que el oro, atrae una combinación mortal: la batalla de las ideas junto a la batalla del dominio económico mundial.
Por eso, la familia más rica y poderosa del planeta, los Rockefeller, tienen tanto que ver con la injerencia y subversión en Venezuela como Manuel Rosales, dirigente de la oposición contra el Presidente Chávez y la Revolución Bolivariana. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos está involucrada en esta red de sabotaje, agresión y violencia contra Venezuela igual que un pequeño grupo desconocido de Belgrado, llamado Otpor. ¿Cuál es la conexión entre los Bilderberg, el grupo de empresarios, políticos y gobernantes más poderosos del mundo y los canales de televisión privados en Venezuela? ¿O entre estudiantes venezolanos, militares estadounidenes, la OTAN y el multimillonario George Soros? ¿Qué relación existe entre los movimientos separatistas de Santa Cruz en Bolivia, o del estado Zulia en Venezuela, o Guayaquil en Ecuador, y jóvenes en Ucrania y Georgia? ¿Sabías que los arquitectos de la Guerra contra Irak son miembros de un think tank (centro de estudios) que ha preparado un plan parecido contra Venezuela? Las respuestas a estas interrogantes y muchas otras se encuentran en las siguientes páginas.
En las juntas directivas de grandes multinacionales, como Chevron Corporation, Exxon Mobil, Carlyle Group, Verizon, Halliburton, Blackwater y otras, se encuentran los mismos nombres que los directores, asesores y miembros de instituciones supuestamente independientes como Human Rights Watch, Ford Foundation, Rand Corporation, Transparencia Internacional, International Crisis Group, Freedom House, National Endowment for Democracy, Cato Institute, American Enterprise Institute, entre otras. Entre esas empresas e instituciones, se encuentran también altos funcionarios de la CIA, el Departamento de Estado, el Pentágono y hasta de la Casa Blanca. Y personalidades de esas grandes multinacionales, instituciones supuestamente independientes de gran influencia, y agencias estatales de seguridad, defensa y política internacional también figuran en las listas de las tres organizaciones más poderos a s del mundo: Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral y el Council on Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores “CFR”), las que se reúnen con frecuencia para tomar decisiones sobre el futuro de nuestros pueblos.
Desde sus altos puestos, utilizan las Organizaciones no Gubernamentales (ONG), como Súmate en Venezuela, o partidos políticos que ellos mismos financian y asesoran a través de sus aliados como el Instituto Republicano Internacional (IRI), el Instituto Demócrata Nacional (NDI), la NED, la Fundación Konrad Adenaeur de Alemania o la Fundación FAES de España, para ejecutar sus planes subversivos. En caso de que no funcionen, una injerencia de mayor nivel, como la Guerra Climática o Biológica, o la Guerra Preventiva, es aplicada para lograr el objetivo, como el caso de Irak.
La Telaraña Imperial: Una Enciclopedia de Injerencia y Subversión no pretende ser un sabelotodo del intervencionismo. Hay muchos actores, entidades, agencias, organizaciones, instituciones y estrategias que no están incluidos en estas páginas. Por eso reiteramos que el enfoque principal de esta primera edición es Venezuela, aunque no nos limitamos sólo a cubrir la injerencia y subversión que afecta a este país. Los actores y entidades principalmente destacados en este libro son transnacionales, como el Banco Mundial, la Mossad y el Complejo Militar Industrial. La manera en que afectan y atacan a Venezuela sucede de forma igual o parecida a Bolivia, a Ecuador, a los países africanos y árabes, y hasta a Rusia.
No hay una entrada – persona, institución, empresa, agencia, ONG, think tank, estrategia – que sea más importante que la otra. No hay un ente que por sí solo represente el centro de esta red, todos están relacionados y pegados al deseo de lograr la dominación mundial del mercado libre y el sistema capitalista-consumista. Esta es la Telaraña Imperial; conócela bien, porque si no, podrías quedar atrapado por inadvertencia en su red mortal.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76161
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