Por Eugenio Suárez Pérez
El mundo cambia. Muchos no se percatan. Como tampoco se dan cuenta, esos muchos, que América Latina y el Caribe van a la vanguardia de esos cambios. Por encima del subdesarrollo económico que llena de privaciones a sus pueblos se alza un inmenso desarrollo político.
Argumentos sobran. Apreciar solo las recientemente concluidas Cumbre del ALBA en Cumaná, Venezuela, y la Quinta Cumbre de las Américas en Puerto España, Trinidad-Tobago. Los quedados en la estación, cuando el tren pasó ya hace rato, piensan diferentes a las realidades de hoy. Las palabras de los pueblos retumbaron en Puerto España. Esta vez si estuvieron en la cumbre los que padecen en los abismos.
Los reclamos al gobierno de Estados Unidos fueron las voces propias de los representantes de los pueblos: reconocer a Cuba, eliminar el bloqueo, repararle los daños, imprimir un nuevo rumbo a la Cumbre de las Américas, esta debe ser la última Cumbre sin la presencia de Cuba y Puerto Rico, y muchas más expresiones a favor de los pueblos.
Obama por su parte -interpretando mal las declaraciones del General de Ejército Raúl Castro- dijo que Cuba debe cambiar. Otros muchos piden cambios, señas y gestos de los cubanos para que el presidente norteamericano pueda continuar con sus flexibilidades.
Ahorita alguien pretenderá pedir a los cubanos que se disculpen ante el gobierno estadounidense por haber resistido más de 50 años de agresiones militares, económicas, bacteriológicas; no rendirse ante los mercenarios en abril de 1961 en Playa Girón; descubrir o neutralizar 637 conspiraciones para atentar contra la vida del compañero Fidel; no entregarse a las más de 299 bandas de bandidos alzados en las montañas de todo el país; condenar las agresiones por la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo, desde donde a partir de 1962 hubo 610 violaciones del límite divisorio terrestre, 6 330 violaciones del espacio aéreo y 1 322 de las aguas jurisdiccionales.
Ah, y ofrecer disculpas también por sancionar al gobierno de Estados Unidos ante el sabotaje del buque La Coubre en marzo de 1960, que tantas víctimas ocasionó. O quizás, por comprar armas y preparar al pueblo para la defensa de este país; también por no haber aceptado con gratitud la Operación Mangosta, que durante los pocos meses que estuvo vigente, oficialmente registró 5 780 acciones terroristas contra Cuba, de ellas 716 sabotajes de envergadura contra objetivos económicos. ¿Y los muertos y discapacitados que resultaron de esas barbaries?, a alguien se le ocurrirá decir, como ya lo hizo el terrorista y criminal Posada Carriles: estaban en el lugar equivocado y en el momento equivocado.
Otros podrían exigirle a Cuba pedir perdón por haber alfabetizado a todo el pueblo; llevar la salud y la educación gratuita a todos; conquistar el derecho a la vida; registrar un índice de mortalidad infantil menor que el de Estados Unidos; ser libres, dignos e independientes; no aceptar las leyes norteamericanas que atentan contra la Revolución cubana. Si es así, tendremos que estar muchos años pidiendo disculpas. Tal vez, Cuba tendrá que decir: “¡Perdón porque todos los miembros de la Asamblea Nacional son postulados y elegidos por el pueblo en las urnas, donde vota más del 90 % de la población con derecho al voto, y por creer en la democracia cubana.
Acaso Cuba tendrá que exclamar: “¡disculpen por proclamar las ideas del Marxismo-leninismo y el pensamiento Martiano!”. “!Disculpen por promulgar que Con OEA o sin OEA ganaremos la pelea!”; por contribuir en la lucha contra los baluartes del colonialismo en África y la derrota del Apartheid, aliado de Estados Unidos, como recordó el compañero Fidel recientemente.
Cambios, señas y gestos. ¿Qué quieren? Veamos, que retiremos a los colaboradores cubanos que se encuentran en todos los rincones del mundo llevando vida, educación y cultura a quienes no las tienen. Privatizar la salud y la educación en Cuba. Suspender la Operación Milagro. Aceptar otros partidos para que el pueblo se divida en tantas partes como partidos exista. Entregar las tierras a los antiguos dueños. Abrir las salas de juegos en los hoteles. Oficializar la prostitución. Llenar las calles de mendigos. Torturar. Mandar tropas cubanas a Irak junto a las norteamericanas. Cerrar la Escuela Latinoamericana de Medicina…
Si somos honestos, ¿quién realmente debe cambiar y pedir disculpas?
1 comentario:
Tremendo artículo por Eugenio Suárez Pérez, mordaz, conciso y con clave didáctica. El legado terrorista del imperio yanki y sus lacayos es larguísimo, y quieren seguir con la comparsa en Irak, Afganistán, Paquistán, Palestina, Sáhara Occidental, el Congo, Colombia... y con la reanimación de ese zombi Fondo Monetario Internacional. Aquí en la prensa "libre" de USA casi ni mostraron que en la V Cumbre de las Américas los países unánime se mostraron a favor del levantamiento del bloqueo a Cuba, como tampoco mostraron que la declaración final no fue firmada por ellos, pero mostraron al anfitrión de Trinidad (Manning) como si él estuviese firmando por ellos! A Daniel Ortega lo mostraron como un quejica, sin presentar que USA ha sido el único país con el raro privilegio de ser condenado en la Corte Mundial por terrorismo de estado contra Nicaragua en 1986. Aquí los medio$ "hispanos" ni siquiera se han molestado en presentar esa historia nefasta de terrorismo yanki contra Cuba, por lo cual muchos/as la desconocen y en vez conocen los detalles de los villanos o amantes en las novelas burguesas o el último modelo de teléfono móvil. Se jactan o urden que en Cuba no hay libertad de expresión, algo que en sí no es penable bajo el código penal cubano. Pero parafraseando a Nelson P. Valdés (sociólogo en New Mexico) en un artículo de 2003 en referencia a los llamados "bibliotecarios independientes" en Cuba a un "connotado" crítico liberal estadounidense y antifidelista (Nat Hentoff): "...la peor exclusión cultural es el analfabetismo, y en USA hay más de 35 millones, sin contar los analfabetos políticos..." Eso sí, en vez de crear un programa instructivo como "Yo sí puedo", Washington prefiere entrenar matones en la Escuela de las Américas, y con publicaciones como el panfleto de sabotaje y asesinato (1984, entre otros) que se le encontró al piloto de los contras (Eugene Hasenfus) sobre Nicaragua en 1986 (con dibujitos como ese del gusano en Cuba en los 60's). En otras ocasiones alegan que Cuba alberga fugitivos de la justicia estadounidense, sin entrar en detalles de que esas personas huyeron porque sabían que no obtendrían un juicio imparcial por sus actividades políticas, mientras que a otros/as el estado estadounidense asesinó (i.e. Dr. Martin Luther King Jr.) o encarceló a sentencias draconianas sin las mínimas pruebas fiables (véanse el programa de contrainteligencia o COINTELPRO); mientras que miraba hacia otro lado las fechorías de uno de sus engendros, los terroristas cubanoamericanos. En cambio hoy los Cinco héroes cubanos encaran sentencias infrahumanas (a los que medio$ y defensores adulantes llaman espías, aunque en el juicio amañado "de Miami" en 2001 no fueron acusados de eso ya que no tenían pruebas, por lo que en vez fueron sentenciados por conspiración) por combatir el terrorismo, mientras que terroristas reales a la talla de P. Carriles y O. Bosch han estado sueltos en USA cuando no gritando: "Irak ahora, Cuba después". Las masas aquí fácil se olvidan o desconocen que Washingtoon apoyó al asqueroso apartheid junto a Israel, otro estado retrógrado y justamente condenado en la reciente Conferencia Mundial contra el Racismo en Durban. Qué se puede esperar de medio$ libre$ que ensalzan un barco del ejército yanki (USNV 'Comfort') "brindando ayuda" médica por la pobre Latinoamérica (ni dicen que es breve y leve), mientras que ignoran los millones ayudados/as por un país pobre y bloqueado con la Operación Milagro y otras. En otras ocasiones difaman que el gobierno "comunista" de Cuba se apropió de la propiedad privada, sin decir que antes de 1959, un 80% de las mejores tierras cubanas estaban en mano de compañías norteamericanas. En sí la Primera y Segunda Leyes de Reformas Agrarias crearon el sector privado más grande después de la Revolución. Miles de familias campesinas se hicieron dueñas de fincas, sin hablar de los préstamos bancarios a bajo interés y la posibilidad de que sus hijos estudiaran en universidades lo que quisiesen. Cuba, Venezuela, Bolivia, y la unión latinoamericana representan un mal ejemplo para la tambaleante hegemonía transimperial. Dijo el libertador Simón Bolívar: "...Los hombres de luces y honrados son los que debieran fijar la opinión pública. El talento sin probidad es un azote..." "...Más nos han dominado por la ignorancia que por la fuerza..." ¿Quién realmente debe cambiar y pedir disculpas?
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