Por Gabriel Impaglione*
En Europa las dirigencias políticas de derecha y algunas izquierdas vergonzosas dan apoyo a la campaña norteamericana contra Cuba.
No los pueblos, lo que se entiende como pueblos sensibles a las injusticias y todavía no adormecidos por la narcotizante tevé de los monopolios. No son los pueblos los que asaltan las calles para apoyar las campañas anticubanas que la derecha y algunas izquierdas que han perdido la dignidad y la
moral impulsan desde los medios (propios y extraños).
Y las dirigencias políticas de derecha (y esas algunas izquierdas llenas de nuevos ricos) que mantienen el poder en los gobiernos europeos, plegados a la difamación orquestada desde la CIA y la ciudad de Miami, donde una putrefacta gusanera ha desarrollado vida propia, alzan la voz, como si tuvieran autoridad moral para hacerlo, castigando al Estado cubano por todos sus flancos.
Piden, los bienhechores de la humanidad, justicia y libertad, respeto a los derechos humanos.
No hicieron lo mismo ante el sangriento golpe de Estado en Honduras. Jamás pidieron por los derechos humanos de millones de latinoamericanos que por efecto de políticas económicas impuestas desde el FMI y el Banco Mundial, o sea EEUU, y como resultado de la inoperancia, indiferencia y la corrupcion de los políticos apoyados por EEUU mueren de hambre, de desocupación, de ignorancia, de falta de atención médica y de no futuro.
Ninguno de estos próceres de la libertad alzó una mano para pedir palabra y repudiar el intento de golpe de Estado –pronorteamericano- en Venezuela.
Ninguna de las excelencias sabe siquiera dónde queda Ciudad Juarez (México) donde los carteles de la droga con vinculaciones en EEUU han desatado una guerra que lleva miles de muertos entre la población.
Esta derecha y algunas izquierdas corruptas de Europa jamás se lanzaron a publicar solicitadas y dar discursos en defensa de los pueblos originarios de nuestra América, asesinados a mansalva, ignorados olímpicamente.
Les ha bastado la muerte de un delincuente común devenido preso político para desencadenar una campaña feroz contra la isla caribeña. Pero no han ni siquiera escuchado la verdad documentada de este caso ni tampoco la de los cinco patriotas cubanos prisioneros injustamente en las cárceles norteamericanas por sus actividades de vigilancia contra el terrorismo gusano impulsado por la CIA.
El mundo entero reclama el cese inmediato del bloqueo norteamericano contra Cuba. Puro terrorismo en las narices del mundo que el imperio mantiene impunemente. No han realizado una campaña del mismo tenor para manifestar ese repudio.
Por un puñado de dólares, elegantes, sofisticados y graves intelectuales de la libertad y la democracia saltan a los mostradores de los mercaditos televisivos (noticieros y “programas independientes” de opinión política), se hacen invitar a los livings de las entrevistas donde señoras empolvadas y señores de corbatas flácidas los interrogan a fondo y a veces tan de memoria con el guión prestablecido, sobre los temas de interés (que sólo a ellos interesan).
Temas de interés dictados por la embajada yanki más proxima a su hogar.
Por un minuto de fama, unos ceros que sumen en la cuenta corriente y algún premio que abra más puertas a la gloria, tantos escritores e intelectuales y artistas se arrastran hasta lo más sucio del fango. Y allí estan, celebrados por la cadena universal de medios alineados a los intereses unipolares.
Hoy es Cuba- nuevamente- y seguirá Venezuela y luego Bolivia y más tarde cualquier otro país cuyo Gobierno tenga como consigna ética la soberania.
Grecia es un ejemplo de cómo pueden ir las cosas cuando los “mercados” se enojan. Ya sucedió tantas veces en Argentina: los “mercados” se enojan y suceden cosas terribles. Los “mercados” se enojaron antes del golpe de Estado genocida que los militares bajo los hilos del imperio dieron en el 76 para aplicar políticas regresivas afines a los intereses imperiales, además de disciplinar a los rojos de siempre. Chile idem; Uruguay idem; Brasil idem; la lista es muy extensa.
Y por esa lista inagotable de intervenciones, golpes directos, saqueos e infamias, jamás esos líderes europeos que hoy alzan la mano preocupados por las libertades y los derechos humanos se dignaron a pronunciar palabra.
No se encontró una sola planta de producción de bombas atómicas, ni siquiera de juguete, en Irak. Con ello pretextaron ese exterminio. Nadie alzó la voz. Nadie alza la voz contra esa lucha “contra el terrorismo internacional” que se asemeja más a una excusa para la ocupación que a otra cosa.
Pero en América Nuestra, para diversos sectores de la vida social, la voz europea tiene un gran peso. No conocen seguramente quienes son los que hablan, de donde vienen, como han construido su carrera política, qué intereses representan.
La Europa romántica, plena de igualdades, derechos y oportunidades, heroica ave fenix de los buenos sueños, tal vez nunca haya existido, tal vez haya muerto hace mucho tiempo.
En América nuestra millones de inmigrantes europeos han huido de muchos de los males que parecieran regresar. Y son las mismas ideas las que protagonizan este oscuro futuro inmediato.
Las ideas que lanzan campañas difamatorias contra Cuba, son las mismas que, en su casa, persiguen inmigrantes, recortan presupuestos de salud y educación, promueven la desigualdad social, coartan el desarrollo de las ciencias y las artes, escupen sobre la cultura, se ven envueltos en caso de corrupción, mujeres ajenas y frivolidades por el estilo.
Deben ser los pueblos quienes pongan en orden las cosas finalmente. Que le escupan a la cara de los serviles y corruptos un par de verdades, rompan la impunidad establecida, señalen a los que se venden a intereses espúreos (sean politicos, artistas, intelectuales, escritores,etc) y se hagan respetar estrechando las verdaderas y fraternales uniones necesarias.
Nuestros pueblos tienen derecho a la autodeterminación, a la soberanía, a la vida digna y a su propio futuro.
Cuba no está sola!
*poeta y escritor argentino
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