miércoles, 6 de octubre de 2010

El gobierno cubano insta al Presidente Obama a que sea consecuente con su compromiso en la lucha antiterrorista (español e inglés)


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Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto por el Día de las Víctimas del Terrorismo de estado, efectuado en la sala universal de las far, el 6 de octubre de 2010.
Familiares de las víctimas del Terrorismo de Estado contra Cuba,

Compañeras y compañeros:

Como indica el Decreto Ley del Consejo de Estado, publicado hoy, a partir de este año el 6 de Octubre se conmemorará el “Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado”.

Hace exactamente treinta y cuatro años, 73 personas inocentes: 11 guyaneses, cinco ciudadanos de la República Democrática Popular de Corea y 57 cubanos fueron asesinados en pleno vuelo, a causa del estallido de una bomba en una aeronave de Cubana de Aviación que acababa de despegar de Barbados. Entre ellas, 24 jóvenes del equipo juvenil de esgrima que habían obtenido todas las medallas de oro del Cuarto Campeonato Centroamericano y del Caribe, celebrado en Venezuela.

Para el pueblo de Cuba, que ha sido blanco del Terrorismo de Estado desde el mismo triunfo de la Revolución, las dolorosas pérdidas sufridas aquel día se sumaron con indignación a las cuantiosas víctimas, por las que aún hoy reclamamos justicia.

El origen del fenómeno se remonta al año 1959, cuando la naciente Revolución adoptaba las primeras medidas en beneficio popular.

En época tan temprana como marzo de 1960, el presidente Eisenhower aprobó un programa de acciones encubiertas contra la isla, que fue desclasificado hace algunos años.

La Agencia Central de Inteligencia norteamericana asumía el papel rector en la planificación, aseguramiento logístico, reclutamiento y entrenamiento de mercenarios para la ejecución de acciones terroristas bajo el amparo del gobierno de ese país.

Incendios, bombardeos, sabotajes de todo tipo, secuestro de aeronaves, barcos y ciudadanos cubanos, atentados contra nuestras sedes y asesinatos de diplomáticos, ametrallamiento a decenas de instalaciones, múltiples intentos de acabar con la vida de los principales líderes de la Revolución, especialmente, cientos de planes y acciones para atentar contra el Comandante en Jefe.

Este año conmemoramos 5 décadas del brutal sabotaje contra el vapor francés “La Coubre” en el puerto de La Habana, concebido intencionalmente para provocar una doble detonación de cargas explosivas, con el propósito de multiplicar las víctimas. Este crimen provocó la muerte de 101 personas y centenares de heridos, incluyendo a miembros de la tripulación francesa.

Ante cada nueva agresión la Revolución se fortalecía y radicalizaba en todos los órdenes. A los terroristas de la CIA y sus patrones, cuyos actos pretendían provocar pánico y desmoralización en la población, la consolidación del proceso revolucionario los compulsó a proyectar un plan de invasión a Cuba y la creación en la Florida del mayor centro de inteligencia fuera de su sede principal, en Langley.

La agresión de Playa Girón provocó la pérdida de 176 compatriotas y dejó un saldo de 50 discapacitados, cuyo sacrificio hizo posible que nuestros enardecidos combatientes derrotaran la invasión antes de las 72 horas, impidiendo con ello el traslado hacia nuestro territorio del gobierno títere resguardado por la CIA en una base militar de la Florida, listo para solicitar la intervención de Estados Unidos con la complicidad de la OEA.

El recién electo presidente Kennedy, que heredó el plan de invasión del gobierno anterior y aprobó su ejecución, no se resignaba a cargar con la responsabilidad de su estrepitoso fracaso e indicó implementar la Operación Mangosta que comprendía 33 tareas que iban desde planes para asesinar a los líderes de la Revolución, hasta acciones terroristas contra objetivos socioeconómicos y la introducción de armas y agentes con fines subversivos y de espionaje.

Desde su aprobación hasta enero de 1963 se efectuaron 5 mil 780 acciones terroristas contra Cuba, de las cuales 716 constituyeron sabotajes de envergadura contra instalaciones industriales.

En este contexto, organizaciones terroristas radicadas en Estados Unidos, financiadas y protegidas por la CIA, fueron precursoras de los secuestros aéreos y del empleo de aviones civiles para acciones bélicas contra Cuba.

Semejantes prácticas no tardaron mucho tiempo en volverse en su contra, provocando una pandemia mundial de secuestros de aeronaves que estimuló el uso de estos métodos por el terrorismo internacional y que sólo se resolvió por la decisión unilateral del gobierno cubano de empezar a devolver a los secuestradores.

Tras el asesinato de Kennedy, su sucesor Lyndon Johnson, continuó los planes terroristas contra la isla. Entre 1959 y 1965 la CIA organizó, financió y abasteció desde territorio norteamericano a un total de 229 bandas armadas, con 3 mil 995 mercenarios en todo el país, que causaron la muerte a 549 combatientes, campesinos y alfabetizadores, además de miles de heridos y cientos de discapacitados.

A partir de entonces se incrementaron las acciones terroristas contra sedes diplomáticas, oficinas y funcionarios cubanos en el exterior, causando la muerte a valiosos compañeros y múltiples pérdidas materiales.

Un 11 de septiembre, pero de 1980, fue asesinado Félix García Rodríguez, funcionario de la misión de Cuba en la ONU, por el terrorista de origen cubano Eduardo Arocena, miembro de la organización terrorista “Omega 7″.

El 5 de mayo de ese año quedaron atrapados por el fuego terrorista 570 niños y 156 trabajadores del círculo infantil Le Van Tan, quienes salvaron sus vidas gracias a la rápida y heroica actuación de las fuerzas especializadas y la solidaridad de la población.

Al propio tiempo, otra modalidad del Terrorismo de Estado contra Cuba ha sido la guerra biológica desarrollada por sucesivas administraciones norteamericanas, introduciendo en el territorio nacional enfermedades que afectaron de manera significativa la salud de nuestro pueblo. En 1981, agentes al servicio del gobierno de Estados Unidos propagaron la epidemia de dengue hemorrágico que cobró la vida de 158 personas, 101 de ellas, eran niños.

De la misma forma se introdujeron diversas plagas para dañar al sector agropecuario, generando pérdidas incalculables en alimentos para la población e importantes rubros exportables de la nación.

En la mayoría de estos actos participaron, directa o indirectamente, los servicios de inteligencia norteamericanos, especialmente la CIA, casi siempre bajo el manto de organizaciones contrarrevolucionarias cubanas. Sería imposible recoger en una sola intervención la interminable cadena de planes, acciones y ataques terroristas fraguados contra nuestro país. Sin embargo, la lista de los responsables de estos crímenes, es muy corta, porque siguen siendo los mismos.

Hoy estamos aquí precisamente, para rendir tributo a los 3 mil 478 cubanos que han muerto y 2 mil 99 que han quedado incapacitados para siempre por actos terroristas ejecutados durante medio siglo contra nuestra Patria, que suman un total de 5 mil 577 víctimas. Los mártires de Barbados integran la larga lista de los caídos que no olvidamos ni olvidaremos jamás.
Los autores del crimen de Barbados y otros tantos contra Cuba, Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, han vivido y aún residen impunemente en Miami. El primero, gracias al perdón ejecutivo del entonces presidente George Bush (padre), quien era el director de la CIA cuando sus agentes sabotearon el avión cubano; y el segundo, amparado por Bush (hijo), espera en libertad la realización de un juicio por causas menores y no por los múltiples cargos de terrorismo internacional como corresponde.

Hasta hace muy poco estos grupos proclamaban públicamente sus crímenes y anunciaban con todo cinismo nuevos actos de terror.

Si la impunidad no hubiera prevalecido, se habría evitado que en los años noventa se produjeran 68 actos terroristas contra Cuba y no tendríamos que lamentar la muerte del joven italiano Fabio di Celmo en La Habana, durante la ola de atentados terroristas desatada contra instalaciones turísticas en 1997.

Las reveladoras declaraciones del terrorista confeso Chávez Abarca, difundidas por la televisión cubana el 27 y 28 de septiembre pasados, que resultó detenido por las autoridades venezolanas cuando se disponía atentar contra la estabilidad de ese hermano país y otras naciones latinoamericanas, confirman detalles sobre las nuevas rutas del terror internacional y aportan evidencias irrefutables sobre la culpabilidad de Posada Carriles y sus patrocinadores en Estados Unidos.

A pesar de todos estos crímenes, Cuba siempre ha mantenido un desempeño ejemplar en la lucha contra el terrorismo y ha ratificado la condena a todos los actos de esa naturaleza, en todas sus formas y manifestaciones.

Nuestro país ha suscrito los 13 convenios internacionales existentes en esa materia y cumple estrictamente los compromisos y obligaciones emanados de las resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. No posee, ni tiene intención de poseer, armas de exterminio en masa de ningún tipo y cumple sus obligaciones en virtud de los instrumentos internacionales vigentes sobre armas nucleares, químicas y biológicas.

El territorio de Cuba nunca ha sido utilizado ni se utilizará jamás para organizar, financiar o ejecutar actos terroristas contra ningún país, incluyendo los Estados Unidos.

En varias ocasiones, las autoridades cubanas han hecho conocer al Gobierno de los Estados Unidos, su disposición a intercambiar información sobre planes de atentados y acciones terroristas dirigidas contra objetivos en cualquiera de los dos países.

Hemos brindado oportunamente al Gobierno de los Estados Unidos abundante información sobre actos terroristas cometidos contra Cuba. El caso más conocido se produjo en los años 1997 y 1998 cuando entregamos al FBI copiosa evidencia sobre las explosiones con bombas en varios centros turísticos cubanos, proporcionándoles incluso acceso a los autores de esos hechos, detenidos aquí, y a testigos.

Como única respuesta, el FBI en Miami, con estrechos vínculos con la extrema derecha cubano americana, auspiciadora del terrorismo contra la Isla, concentró todas sus fuerzas en perseguir y enjuiciar a nuestros compatriotas Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón y René, a quienes el gobierno de Estados Unidos nunca debió encarcelar.

Hoy, gracias a la solidaridad internacional, el mundo entero conoce del trato injusto e inhumano aplicado a los Cinco Héroes que luchaban para proteger del terrorismo a los pueblos de Cuba e incluso de Estados Unidos.

¿Hasta cuando el Presidente Obama continuará sin escuchar el reclamo internacional y permitirá que prevalezca la injusticia, que está en sus manos eliminar? ¿Hasta cuándo nuestros Cinco Héroes continuarán encarcelados?

El actual Gobierno de los Estados Unidos, al ratificar recientemente la arbitraria inclusión de nuestro país en la lista anual del Departamento de Estado sobre los “Estados patrocinadores del terrorismo”, además de la infame medida ha ignorado una vez más el record ejemplar de Cuba en esta materia.

Estados Unidos también ha desconocido la cooperación que ha recibido de Cuba. En tres ocasiones (noviembre y diciembre de 2001 y marzo de 2002), nuestros representantes propusieron a las autoridades norteamericanas un proyecto de programa de cooperación bilateral para combatir el terrorismo y en julio de 2009 reiteró su disposición a colaborar en esta esfera sin que hayamos recibido respuesta alguna.

El gobierno cubano insta al Presidente Obama a que sea consecuente con su compromiso en la lucha antiterrorista y actúe con firmeza, sin dobles raseros contra quienes desde el territorio norteamericano han perpetrado y persisten en realizar actos terroristas contra Cuba. Sería una digna respuesta a la carta abierta que le dirigiera el Comité de Familiares de las víctimas de la voladura del avión cubano en Barbados, publicada hoy.

No debe olvidarse, ni por un instante, que nuestro pueblo, como consecuencia del Terrorismo de Estado, ha acumulado una cifra de muertos y desaparecidos superior a las que causaron los atentados a las Torres Gemelas y Oklahoma juntos.

Quisiera concluir nuestro homenaje, evocando el inolvidable acto de despedida de duelo de las víctimas del crimen de Barbados el 15 de octubre de 1976, cuando todos juramos recordar y condenar, por siempre, con inextinguible indignación ese vil asesinato.

Repitamos hoy la sentencia del compañero Fidel en aquella ocasión: ¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!

¡Seremos fieles al eterno compromiso con los caídos!

¡Gloria a nuestros héroes y mártires!


FOTO AIN_Sergio ABEL REYES

Versión en inglés
The Cuban Government urges President Obama to abide with his commitment to fight terrorism

SPEECH GIVEN BY RAUL CASTRO RUS, PRESIDENT OF COUNCILS OF STATE AND MINISTER ON VICTIMS OF STATE TERRORISM DAY CONMEMORATION

Relatives of the victims of State Terrorism against Cuba,

Comrades:

As set out in the Council of State Decree-Law published today, beginning this year, October 6 will be commemorated as “Victims of State Terrorism Day.”

Exactly 34 years ago, 73 innocent people were assassinated: 11 Guyanese, 5 citizens of the Democratic Popular Republic of Korea and 57 Cubans. They were killed in midair when a bomb exploded aboard a Cubana de Aviación passenger plane that had just taken off from Barbados. Among them were 24 young Cubans from the national youth fencing team who had just swept all the gold medals at the Fourth Central-American and Caribbean Championships held in Venezuela.

For the Cuban people, who have been the target of state terrorism since the very triumph of the Cuban Revolution, the painful losses suffered that day were added to the numerous other victims for whom we are still seeking justice today.

The phenomenon dates back to 1959 when the newly-formed Revolution passed the first of a series of measures to benefit the people.

As early as March 1960, President Eisenhower approved a program of covert actions against Cuba that were declassified a few years ago. The U.S. Central Intelligence Agency (CIA) took over the lead role in planning, logistics, and the recruiting and training of mercenaries to carry out terrorist actions under the protection of the U.S. Government.

Fires, bombings and all sorts of acts of sabotage were carried out; airplanes and boats were hijacked; Cuban citizens were kidnapped; there were attacks against our embassies and assassinations of diplomats; dozens of our facilities were machine-gunned; multiple assassination attempts were carried out against the main leaders of the Revolution; and in particular, hundreds of assassination plans and attempts were carried out against the life of the Commander in Chief.

This year we are commemorating five decades since the brutal sabotage against the French steamship La Coubre in the port of Havana. The attack was planned to set off a double detonation of explosive charges that would greatly increase the number of victims. This crime caused the death of 101 people and left hundreds injured, including members of the French crew.

Every new aggression strengthened the Revolution across all sectors and levels. The consolidation of the revolutionary process forced the CIA terrorists and their bosses -who with their actions intended to provoke panic and demoralize the Cuban people- to draw up a plan to invade Cuba and create, in Florida, the largest intelligence center outside of their main headquarters in Langley.

The attack against Playa Girón (Bay of Pigs) caused the death of 176 compatriots and left 50 others permanently disabled. The sacrifice of these citizens helped our impassioned combatants defeat the invasion in less than 72 hours, preventing the arrival of a puppet government that was being safeguarded by the CIA in a military base in Florida. After arriving in Cuba, their plan was to request the intervention of the United States with the complicity of the OAS.

The recently elected President Kennedy inherited the invasion plan from the previous government and approved its implementation. However, he refused to accept responsibility for its resounding failure and instead decided to carry out Operation Mongoose that consisted of 33 projects that included plans to assassinate leaders of the Revolution, terrorist actions against socioeconomic objectives, and the introduction of arms and agents to Cuba to be used in espionage and subversive activities.

From the approval of the Operation Mongoose until January 1963, some 5,780 terrorist actions against Cuba have been carried out: 716 of which were full-scale sabotages against industrial facilities.

In this context, US-based terrorist organizations that were financed and protected by the CIA were the precursors to the use of airplane hijackings and civilian aircraft for military actions against Cuba.

Such actions soon turned against them, leading to a world pandemic of airplane hijackings which encouraged international terrorists to employ these methods. The situation was only resolved once the Cuban government unilaterally decided to return the hijackers.

Following the assassination of Kennedy, the new US president, Lyndon Johnson, continued with terrorist plans against the island. Between 1959 and 1965, the CIA organized, financed and supplied, from US territory, an estimated 229 armed counter-revolutionary groups, and some 3,995 mercenaries. These terrorists killed 549 Cuban combatants, farmers and teachers working in the national literacy campaign; and left thousands wounded and hundreds permanently disabled.

Shortly after, terrorist actions against Cuban embassies, offices and diplomatic officials abroad increased drastically causing the deaths of several brave comrades and many material losses.

On September 11, 1980, the Cuban representative at the UN, Félix García Rodríguez, was murdered by Cuban-born terrorist Eduardo Arocena, a member of the terrorist group “Omega 7.”

On May 5 that year 570 children and 156 workers were trapped by a fire set by terrorists at the Le Van Tan daycare center. These peoples lives were saved thanks to the quick and heroic actions by specialized forces and the solidarity of the Cuban people.

At the same time, another form of State Terrorism employed against Cuba is biological warfare developed by successive U.S. administrations. These methods included introducing diseases into Cuba that significantly affected the health of the Cuban people. In 1981, agents under the service of the U.S. government disseminated the hemorragic dengue epidemic that killed 156 people, including 101 children.

Several plagues were also introduced into Cuban territory to destroy the agriculture and livestock sector, causing incalculable losses in food stocks destined for the population and significant losses of export commodities.

The U.S. intelligence services, particularly the CIA, were directly or indirectly involved in the majority of these actions, in large part under the umbrella of Cuban counterrevolutionary organizations. It would be impossible to mention the endless chain of terrorist plans, actions and attacks committed against our country in just one address.

However, the list of perpetrators is quite short, because they are always the same.
Today we are here to pay tribute to the 3,478 Cubans who have died and the 2,099 that have become permanently disabled due to terrorist acts carried out against our homeland during half a century that add up 5,577 victims. The Barbados martyrs are part of the long list of fallen comrades who we have not forgotten nor ever will forget.

Orlando Bosch and Luis Posada Carriles, the authors of the Barbados crime and countless others against Cuba have lived and still live with impunity in Miami. Bosch, thanks to an executive pardon given by Bush Sr. the CIA director when Bosch´s agents committed sabotage against the Cuban plane; and Posada Carriles, thanks to the support of Bush Jr., walks freely while he awaits a trial for minor offences and not for the multiple charges of international terrorism that correspond to him.

Until very recently, these groups publicly proclaimed their crimes and cynically announced new acts of terror.

Had impunity not prevailed, 68 acts of terrorism against Cuba would have been prevented in the 1990s and we would not be regretting the death in Havana of Fabio di Celmo, a young Italian, who perished during the wave of terrorists attacks against tourism facilities in Havana in 1997.

The revealing declarations by self-confessed terrorist Chávez Abarca -broadcasted on Cuban television September 27 and 28– who was arrested by Venezuelan authorities as he planned to attack and undermine the stability of that brother country and other Latin American nations, confirm the existence of new methods of international terror and provide irrefutable proof about the guilt of Posada Carriles and his sponsors in the United States.

Despite all these crimes, Cuba has always been an example in the fight against terrorism and has ratified the condemnation of all such acts, in all its forms and manifestations.

Our country has signed all 13 existing international conventions on this issue and strictly abides by the commitments and obligations of the UN General Assembly resolutions and those of the Security Council. It does not possess nor intends to possess any type of weapons of mass destruction, and fully complies with its obligations under existing international instruments on nuclear, chemical , and biological weapons.

The Cuban territory has never been and never will be used to organize, finance or carry out terrorist acts against any other country, including the United States.

On several occasions the Cuban government has informed the U.S. Government about its willingness to exchange information regarding assassination plans and terrorist acts against objectives in both countries.

We have also provided ample information to the U.S. Government on terrorist acts against Cuba, particularly between 1997 and 1998 when we provided the FBI with abundant evidence on the bombings of several Cuban tourists resorts, and even gave them access to the perpetrators of these crimes, under arrest here, as well as to several witnesses.

In response, the FBI in Miami, closely linked to the Cuban-American extreme right that openly sponsors terrorism against Cuba, concentrated all of its efforts on chasing and prosecuting our fellow citizens Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón, and Rene whom the US Government should have never arrested and imprisoned.

Today, thanks to international solidarity, the entire world knows about the unjust and inhumane treatment applied to the Five Cuban Heroes who fought in order to protect the Cuban people and even the American people from terrorism.

For how long will President Obama ignore international demands and allow injustice to prevail, something that is in his hands to eliminate? Until when will our Five Cuban Heroes remain in jail?

The current government of the United States of America, by their recent ratification of the arbitrary inclusion of our country in the State Department‘s annual list of “States Sponsors of Terrorism,” in addition to this infamous measure, has ignored once again the exemplary records of Cuba in this respect.

The United States of America also has disregarded the cooperation received from Cuba. In three occasions (November and December 2001, and March 2002) our representatives proposed to the U.S. authorities a draft project for bilateral cooperation to fight against terrorism, and in July 2009 reiterated their willingness to cooperate in this area without ever receiving a response.

The Cuban Government urges President Obama to abide with his commitment to fight terrorism and to act with determination and without double standards against those who from U.S. territory have perpetrated and continue to perpetrate terrorist acts against Cuba. This would be an honorable response to the open letter published today and sent by the Committee of Relatives of the Victims of the Cubana airplane that was blown up midair over the coast of Barbados.

Not for a moment can we forget that, as a result of State terrorism, the toll of dead and missing people we have suffered is higher than those who died during the attempt against the Twin Towers and the Oklahoma bombing combined.

I would like to conclude our tribute by recalling the unforgettable memorial service given to the victims of the Barbado`s crime on October 15, 1976, when we all swore to remember and condemn with unrelenting outrage the vile assassination.

Let us repeat Comrade Fidel`s statement on that occasion:

When an energetic and forceful people cry, injustice trembles!

We shall always remain loyal to those who have fallen in battle!

Glory to our heroes and martyrs!

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