miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sin obra pero con premios

Sin obra pero con premios

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Al conocerse los primeros cables relacionados con Cuba entre los filtrados por Wikileaks, habíamos escrito en La pupila insomne:

“De la Oficina de Intereses norteamericanos en La Habana sólo se ha dado a conocer un cable que dejó bastante mal parado al diario madrileño que, mediante un tour de force, trató de arrimar la brasa a la sardina de su política editorial, bastante identificada con los ataques contra el gobierno cubano. Cuando han tenido que hacer eso con la respuesta a un cuestionario de rutina en que los diplomáticos norteamericanos elogian las condiciones de seguridad para su trabajo en Cuba, es de suponer que el resto de los 2080 relacionados con la isla contiene informaciones nada agradables para Washington y El País.”

Finalmente, luego de algunas escaramuzas que involucran al mismo periódico, y que se han tratado de escamotear a los lectores, comienzan a aparecer algunas verdades incómodas entre los cables de la representación norteamericana en La Habana. Como dijo alguien en la red social Twitter: “coincide casi exactamente con lo que EL PAÍS lleva publicando durante lustros, es redundancia en la fuente: Depto. de Estado”.
Lo cierto es que resulta abrumadora la total coherencia entre las apreciaciones de los diplomáticos norteamericanos en Cuba y el diario madrileño. Así sucede con el cable sobre la salud de Fidel y las valoraciones publicadas por el corresponsal de El País en La Habanaapreciaciones del periódico acerca de la economía de la Isla. Pero donde asoma mejor la coordinación estratégica entre el grupo mediático y el State Department es en la fabricación y promoción de la “ciberdisidente” Yoani Sánchez, a quien el periódico español lanzara a la recolección de premios en serie desde que le otorgó el antes prestigioso galardón Ortega y Gasset, en abril de 2008. Lo confirma el cable de la Oficina de Intereses de EE.UU. en Cuba con fecha 15 de abril de 2009, recién publicado.

Un objetivo parece haber entrelazado desde entonces el trabajo de PRISA y el gobierno norteamericano: construir y financiar una “intelectual” a base de premios y publicidad. A pesar de su desprecio por la cultura, que ella misma ha confesado en el perfil de su blog: “Al terminar la Universidad había comprendido dos cosas: la primera, que el mundo de la intelectualidad y la alta cultura me repugnaba y la más dolorosa, que ya no quería ser filóloga”, la intensísima estrategia de legitimación intelectual de Sánchez ha llevado a que hasta un periódico como La Jornada haya confundido a su esposo con un prestigioso escritor cubano, con igual nombre pero distinto apellido.

A pesar de su rechazo a la filología, la enciclopedia en línea Wikipedia define a Yoani Sánchez, en una reseña totalmente laudatoria, como “filóloga y periodista cubana”. El mismo artículo contiene una sección que bajo el título “Libros escritos por Yoani” alude a compilaciones de textos aparecidos en su blog en español, portugués, inglés, francés, alemán, italiano y polaco; además de otro acápite que recoge los “Libros escritos sobre Yoani”. Con seguridad los derechos de autor cobrados por las numerosas ediciones de su “obra”, unidos al valor en metálico de varios de los quince premios internacionales cosechados por ella, rebasan los doscientos mil dólares.
pronosticando la “muerte política” del líder cubano, o las
Es muy probable que sin mérito literario alguno,  los ingresos  y galardones entregados a Sánchez -en apenas dos años- superen con creces los que puedan haber recibido juntos todos los escritores cubanos hostiles a la Revolución, desde el poeta Heberto Padilla al novelista Jesús Díaz. Ni Raúl Rivero, con una trayectoria reconocida como poeta antes de dedicarse al “periodismoindependiente” al servicio de Estados Unidos, alcanza a la autora de Generación Y.
Tal vez sólo la celebridad del narrador Guillermo Cabera Infante, distinguido con el Premio Cervantes durante el gobierno de José María Aznar, sea comparable con la de este personaje; aunque a juzgar por la velocidad a la que se incrementan los premios a la bloguera no será así por mucho tiempo. Obvia decir que intelectuales cubanos con una sólida obra que no estén al servicio de la maquinaria propagandística contra su país no pueden imaginarse ni remotamente reconocimientos similares.

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Los grandes medios, que generalmente no se ocupan de difundir la literatura, han promovido abundantemente la "obra" de Yoani Sánchez.

Conocer de puño y letra de los diplomáticos norteamericanos las esperanzas que Estados Unidos sitúa para el futuro de sus objetivos en Cuba en la creación que le ha proporcionado su matrimonio con el Grupo PRISA resulta muy revelador. Unido al camino que va tomando el Premio Nobel, ese cable me ha hecho recordar estas palabras del relevante intelectual cubano Ambrosio Fornet, a raíz de una invitación a Yoani Sánchez para participar en un Congreso de académicos de la lengua española:

“antes de dos años esta muchacha, Yoani, recibirá el Premio Nobel de la Paz… Ya le dieron el Ortega y Gasset, ya quedó como una de las cien personalidades más influyentes del mundo… Bueno, lo que le falta es el Premio Nobel, y se lo darán”.

Dios nos coja confesados.

(Fuente La pupila insomne)

Tomado de Cubadebate

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