lunes, 31 de enero de 2011

A las derechas y embajadores imperiales

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Santo Domingo, República Dominicana, 30 de enero 2011

Del escritorio de José Manuel Zelaya R.:
 
Lo notorio en los cables diplomáticos de los embajadores imperiales es que se tomen tan en serio, la misión de “interpretar”, desde su beneficio, las cosas que hacemos otros países, que terminen confundiendo el día con la noche, lo negro con lo blanco, y, en general cualquier actitud que les sea adversa.

Nunca van entender las derechas del continente que como países soberanos, tenemos todo el derecho de pelear nuestras luchas, con la perspectiva de ganarlas, y eso logramos precisamente con la anulación de las resoluciones contra Cuba en San Pedro Sula, y con nuestra apertura hacia el socialismo del sur.

Las resoluciones de OEA, en Honduras, a favor de la revolución Cubana, y mi adhesión al ALBA fueron victorias, porque cada una de ellas produjo la posibilidad de acercarnos a Latinoamérica por la justicia y la libertad que merece el pueblo hondureño.

Patrocinar la anulación de estas resoluciones de 1962, que ni el pueblo cubano, ni sus líderes, en su magnífica dignidad, nos lo pidieron  -fue una iniciativa totalmente de Honduras- y desde luego, el imperio americano tampoco tenía interés en la misma. Hubo que sortear todas estas dificultades durante largos 2 años, en los que nos acompañó, y puede dar fe,  el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, como todos los cancilleres de América.

La anulación -se realizó unos días antes del Golpe de estado de Honduras- fue una rectificación HISTÓRICA de esta generación, sobre un error, un crimen cometido por otras gentes, hechas gobierno, cuatro décadas atrás, que llenaron de vergüenza a nuestros pueblos, cuando sin justificación -como quedó demostrado en San Pedro Sula- expulsaron de la organización al país heroico de Martí, Fidel y Maceo.

Nada más, ni nada menos se puede decir de ese hecho histórico.

No entienden las derechas de Washington, que con ellos la relación comercial es estrictamente de negocios: con los hermanos de Latinoamérica construimos la sociedad del futuro. Debemos ver de cerca las permanentes manipulaciones de esta gente que ya demostró, una y otra vez, que les resulta más fácil callar la verdad que dejarme retornar a mi pueblo.

A los hombres nos definen nuestros actos, en ese sentido, dejo en manos de la historia y de los pueblos de América Latina el juicio de mis hechos y de mis ideas, de los que estoy profundamente orgulloso.

Hasta la victoria siempre

José Manuel Zelaya Rosales
Coordinador General FNRP


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