jueves, 9 de junio de 2011
El truhán y su “nuevo” show
Por Abner Barrera
El truhán santaclareño Fariñas decidió iniciar -el pasado 03 de junio-, otra vez una huelga de hambre. Lo hizo en mal momento, porque el mundo en estos días ha estado pendiente de otras noticias; los grandes medios estuvieron dedicados a informar sobre el retorno de Manuel Zelaya a Honduras, las manifestaciones de protesta de los indignados en España, los ataques de la OTAN contra el Líbano y la reciente elección presidencial del líder de la izquierda peruana Ollanta Humala. Por eso la figura del escuálido huelguista, que suele ser presentado semidesnudo por la prensa contrarrevolucionaria todavía no ha logrado ocupar los grandes titulares mediáticos como otras veces. La misma CNN, vocera oficial de los grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba ha estado “distraída” en otros asuntos, como por ejemplo participando de la guerra sucia contra la candidatura de Ollanta Humala en Perú. Pero pronto el santaclareño aparecerá en los grandes medios, a cada rato y a todo color.
Este nuevo show –en realidad es un show viejo-, tiene como objetivo dizque exigir al gobierno de la Isla, para que juzgue a los responsables de la muerte de Juan Wilfredo Soto que murió en el hospital Provincial Arnaldo Milián Castro, en Santa Clara. Fariñas afirma que la muerte de Soto es consecuencia de haber sido golpeado por la policía. Lo que de buenas a primeras llama la atención, es que dicha muerte sucedió hace más de un mes y recién ahora el huelguista decidió emprender esta medida de fuerza. Todo indica que sus jefes de la Sección de Intereses Norteamericana (SINA) en La Habana actuaron con retraso y le dieron muy tarde las instrucciones a Fariñas para esta nueva odisea. Soto falleció el pasado 08 de mayo y la causa de su deceso ha sido ampliamente explicada por los profesionales cubanos de la salud. Lo que sucede es que, ni siquiera el huelguista se ha enterado (o se hace el desentendido) que ante tanta calumnia, las autoridades cubanas explicaron convincentemente lo sucedido en una Nota Informativa publicada en el periódico Granma.
Ahí se puede leer: “El 6 de mayo, dicho ciudadano ingresó en el citado hospital al presentar dolor abdominal intenso, provocado por una pancreatitis aguda. Posteriormente se diagnostica, además, una descompensación de otras enfermedades de base como la miocardiopatía dilatada, una hiperlipidemia (exceso de grasa en sangre), una diabetes y hepatitis crónica producto de hígado graso. Las pruebas patológicas practicadas al occiso, arrojaron una muerte de tipo natural, estableciéndose como causa preliminar: "shock multifactorial por fallo multiorgánico, debido a una pancreatitis. No se observaron signos de violencia internos o externos”.
Pero como se trata de un nuevo show orquestado desde la SINA, no hay explicaciones que valgan. Inclusive los propios familiares del fallecido aclararon lo sucedido; su hermana Rosa Soto García, dijo que él “padecía varias enfermedades, entre ellas gota, hipertensión arterial, migraña y crecimiento del corazón, razón por la cual recibía atención médica desde hacía muchos años”, reconoció que Juan Wilfredo “llevaba una vida muy desordenada y no cumplía las indicaciones médicas”. Doña Rosa añadió: “Eso de que lo golpearon es una gran mentira. No tenía ninguna marca de golpeadura, todo es un invento de la propaganda contrarrevolucionaria. Estamos muy dolidos con esta campaña que se ha formado, causante de un gran dolor en la familia".
Como puede verse, la SINA y sus peones -entre ellos el truhán Fariñas-, no respetan sentimientos ni dolores ajenos; están decididos a utilizar la muerte de ese hombre para acusar al gobierno cubano, levantar calumnias y buscar publicidad para los contrarrevolucionarios (otro premio para el huelguista no le vendría nada mal). El poder mediático reaccionario tampoco ha logrado ponerse de acuerdo, porque presentan al huelguista como escritor, psicólogo, periodista, defensor de los derechos humanos, profesor, poeta, etc.; pronto lo llamarán candidato a la presidencia de Cuba o nominado al Premio Nobel de la Paz.
Como es de conocimiento general, durante el último año el gobierno cubano (inclusive contra la voluntad del pueblo) poco a poco fue liberando presos contrarrevolucionarios, quienes años atrás habían puesto en peligro la soberanía nacional. Además fue desmontando y develando, gracias a los órganos del Ministerio del Interior, toda la guerra sucia empleada por la mafia de Miami, la SINA y los contrarrevolucionarios en la isla. Así los enemigos de la revolución se quedaron sin pretexto ni bandera para luchar. A esto se suma el amplio apoyo popular a los resultados del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba realizado en abril pasado, que tuvo también una gran repercusión internacional. Ahora que el pueblo revolucionario se apresta a la ejecución de los acuerdos aprobados, los enemigos no quieren quedarse con los brazos cruzados y tratan de alterar el orden y minar la reputación y el decoro de la Revolución.
http://alainet.org/active/47182&lang=es
*Periodista y profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica
Imagen agregada RCBáez
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