miércoles, 24 de agosto de 2011
Cuba asume Presidencia de Conferencia de Desarme de la ONU
(PL) Cuba asumió hoy la presidencia de la Conferencia de Desarme de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra con un llamado a preservar y fortalecer el grupo como garante de la paz mundial.
Las soluciones acordadas de forma multilateral constituyen el único método sostenible de abordar los asuntos relacionados con el desarme y la seguridad internacional, expresó el viceministro de Relaciones Exteriores Abelardo Moreno en la sesión inicial de la presidencia cubana.
Debemos iniciar con toda urgencia nuestros trabajos sustantivos y garantizar el derecho de los seres humanos y de los pueblos a vivir en paz y en un mundo sin armas nucleares ni guerras injerencistas, señaló Moreno.
Dedíquese a promover la vida y el desarrollo la astronómica cifra de 1,5 millones de millones de dólares que hoy se destinan a gastos militares y se despilfarran en medios para hacer la guerra, remarcó el vicecanciller.
Cuba asume la responsabilidad de presidir la Conferencia con el propósito de que no pierda su relevancia por el inmovilismo y la falta de voluntad política, manifestó el diplomático en un discurso ante Kassym-Jomarte Tokayev, director general de la Oficina de la ONU aquí.
Ello, añadió, solo sería posible con la contribución de todos y cada uno de los miembros del foro, por lo que está en nuestras manos demostrar nuestro compromiso con el desarme y la paz.
Lamentó que por más de una década la Conferencia de Desarme no haya podido alcanzar acuerdos sustantivos, especialmente sobre las armas nucleares, una de las principales amenazas a la existencia misma de la humanidad.
Sin embargo, se negó a reemplazar la Conferencia con arreglos ad hoc improvisados, selectivos, fuera de Naciones Unidas y manejados por un grupo reducido de países, porque -aseguró-constituirían un peligroso retroceso.
Estamos convencidos de que la parálisis que actualmente afecta a gran parte de esa maquinaria, afirmó Moreno, se debe a la falta de voluntad política por parte de algunos Estados en lograr avances reales, en particular en materia de desarme nuclear.
Resulta simplemente inaceptable que en el mundo existan casi 23 mil armas nucleares, siete mil 560 de ellas listas para ser empleadas de inmediato, manifestó.
La Conferencia, adelantó, tiene la capacidad para negociar paralelamente un tratado que elimine y prohíba las armas nucleares, un tratado que prohíba la carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre, un tratado que brinde garantías de seguridad efectivas para los Estados que, como Cuba, no son poseedores de armas nucleares.
También podría adoptar un tratado que prohíba la producción de material fisible para la fabricación de armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares, agregó el funcionario cubano, que consideró insuficiente si no se va a la eliminación de esas armas.
Entretanto defendió la propuesta del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) que propuso eliminar esas armas de exterminio a más tardar en 2025.
La oferta del MNOAL incluye también la creación de Zonas Libres de Armas Nucleares, recordó Moreno, para quien es necesario crear urgentemente una en Oriente Medio como contribución a la paz duradera en esa región.
Tomado de Prensa Latina
Noticia en el Noticiero Nacional de la TV Cubana
http://teveo.icrt.cu/vw4wvy/
Intervención de Cuba en Conferencia de Desarme
La Habana, 23 ago (AIN) A continuación transmitimos la Intervención de Abelardo Moreno, Viceministro cubano de Relaciones Exteriores, en la sesión de inicio de la Presidencia de Cuba de la Conferencia de Desarme. Ginebra. (Tomada del sitio digital Cubaminrex).
Excelentísimo Sr. Kassym-Jomarte Tokayev, Secretario General de la Conferencia de Desarme y Director General de la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra,
Distinguidos Representantes de los países miembros y observadores de la Conferencia de Desarme,
Excelencias:
Para Cuba representa un compromiso asumir la Presidencia de la Conferencia de Desarme en esta histórica sala, en la que sesionó en su momento el Consejo de la Sociedad de Naciones, como antecedente de los esfuerzos que debe realizar la Organización de las Naciones Unidas por mantener la paz y la seguridad internacionales.
Este propósito, contenido en el primer artículo de la Carta, representa un desafío cada vez mayor, en medio de la compleja situación internacional, marcada por crisis de diverso tipo y origen, que amenazan no sólo la necesaria estabilidad internacional, sino la existencia misma de la humanidad.
A pesar de la profunda crisis económica que afecta al mundo, y de cuyos peores efectos son víctimas los países en desarrollo, los gastos militares en lugar de disminuir, aumentan cada año a ritmo acelerado. Un solo país es responsable de casi la mitad de los gastos militares a nivel mundial.
Mientras mueren silenciosamente decenas de millones de seres humanos, víctimas de la pobreza y de enfermedades prevenibles y curables, se continúan utilizando enormes recursos para llevar a cabo modernas guerras de conquista que ocasionan miles de muertes.
La degradación de las condiciones de vida en el planeta como consecuencia del cambio climático, y la existencia de las armas nucleares, constituyen hoy los principales desafíos para la supervivencia de la especie humana.
En esta misma sala, el primero de marzo del presente año, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba recordaba que la primera resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 24 de enero de 1946, llamó a, y cito: “(…) eliminar de los armamentos nacionales las armas atómicas, así como todas las demás armas principales capaces de causar destrucción colectiva de importancia”. Fin de la cita.
Distinguidos delegados:
La Conferencia de Desarme, de la que Cuba es miembro activo y hoy se honra en presidir, tiene un papel insustituible como único foro multilateral para las negociaciones de desarme. Este órgano no sólo conserva absoluta vigencia y relevancia, sino también reúne un capital de experiencia y conocimientos a favor de la causa del desarme que no puede ser desperdiciado.
Es preocupante que la CD no haya podido llevar a cabo trabajos sustantivos por más de una década. Algunos insisten en que ello se debe a los métodos de trabajo y las reglas de procedimiento de este órgano. No compartimos esa apreciación.
La mejor prueba es que lo que ocurre con la Conferencia no constituye, ni mucho menos, un hecho aislado dentro de la maquinaria de desarme.
No es simple coincidencia que la Comisión de Desarme de la ONU, por duodécima ocasión consecutiva, concluyera nuevamente sus trabajos este año en Nueva York sin acordar recomendaciones sustantivas. Tampoco es coincidencia que continúen adoptándose cada año decenas de resoluciones en la Primera Comisión de la Asamblea General que simplemente no se cumplen, particularmente las referidas al desarme nuclear.
Igualmente, tampoco es casual que el Cuarto Período Extraordinario de sesiones de la Asamblea General sobre Desarme continúe sin ser convocado, a pesar de que por muchos años el Movimiento de Países No Alineados ha insistido en ello.
Cuba apoya la optimización de la maquinaria de desarme, incluida la Conferencia de Desarme. Pero estamos convencidos de que la parálisis que actualmente afecta a gran parte de esa maquinaria se debe, en primer lugar, a la falta de voluntad política por parte de algunos Estados en lograr avances reales, en particular en materia de desarme nuclear.
Los Estados miembros de las Naciones Unidas, desde el primer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General dedicado al desarme, en 1978, concedieron a este foro el mandato de negociar tratados multilaterales en la materia. Esta Conferencia ha incumplido ese mandato respecto al desarme nuclear.
La sola existencia de las armas nucleares y de las doctrinas que prescriben su posesión y empleo, constituyen un grave peligro para la paz y seguridad internacionales.
Resulta simplemente inaceptable que en el mundo de hoy existan casi 23 mil armas nucleares, siete mil 560 de ellas listas para ser empleadas de inmediato.
Por tanto, el desarme nuclear es y debe continuar siendo la más alta prioridad en materia de desarme. Consideramos que sobre esta base deben construirse los consensos en el marco de este órgano.
Distinguidos delegados,
La Conferencia puede y debe adoptar, a la brevedad posible, un programa de trabajo amplio y balanceado, que tome en cuenta las prioridades reales en materia de desarme.
En ese contexto, hacemos un llamado a todos los miembros para que prime la flexibilidad necesaria, sobre la base del respeto a las reglas de procedimiento y el diálogo constructivo.
Estamos convencidos de que la CD tiene la capacidad para negociar paralelamente un tratado que elimine y prohíba las armas nucleares; un tratado que prohíba la carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre; un tratado que brinde garantías de seguridad efectivas para los Estados que, como Cuba, no son poseedores de armas nucleares; y un tratado que prohíba la producción de material fisible para la fabricación de armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares.
Cuba considera que la negociación de un tratado que prohíba la producción de material fisible para la fabricación de armas nucleares es una medida positiva pero insuficiente, si no se definen los pasos subsiguientes para lograr el desarme nuclear.
El Movimiento de Países No Alineados ha presentado una propuesta que merece ser atendida y que contempla un Plan de Acción con un calendario concreto para la reducción gradual de las armas nucleares hasta su total eliminación y prohibición, a más tardar en el año 2025. Incluye también la creación de Zonas Libres de Armas Nucleares. Urge establecer una Zona de ese tipo en el Medio Oriente. Lograrlo significaría una verdadera contribución a la paz duradera en esa región, que vive momentos convulsos.
El G-21, por su parte, ha señalado la urgencia de eliminar la amenaza planteada por las armas nucleares a la seguridad internacional y ha llamado a los miembros de la Conferencia de Desarme a adoptar y aplicar un programa de trabajo balanceado e integral, sobre la base de su agenda y atendiendo, entre otros, los temas fundamentales, de conformidad con sus reglas de procedimiento y teniendo presentes las preocupaciones de seguridad de todos los Estados.
Excelencias:
Hemos participado y seguido con atención las reuniones de alto nivel de la Asamblea General de la ONU dedicadas a la revitalización de la Conferencia de Desarme, la más reciente, del 27 al 29 de julio en Nueva York, que dio continuidad a la celebrada el 24 de septiembre de 2010.
Observamos con preocupación las aseveraciones hechas en esos encuentros por determinadas delegaciones de que ha llegado el momento de dejar a un lado la Conferencia de Desarme y recurrir a procesos de negociación alternativos.
Reemplazar la Conferencia con arreglos ad hoc improvisados, selectivos, fuera del marco de Naciones Unidas y manejados por un grupo reducido de países, constituiría un peligroso retroceso.
La solución no está en ignorar este órgano o minimizar su importancia. Por el contrario, hoy más que nunca es una responsabilidad de todos preservarlo y fortalecerlo.
Las soluciones acordadas de forma multilateral, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, constituyen el único método sostenible de abordar los asuntos relacionados con el desarme y la seguridad internacional.
Distinguidos miembros de la Conferencia de Desarme:
Es hora de cumplir el mandato de este foro. Debemos iniciar con toda urgencia nuestros trabajos sustantivos y garantizar el derecho de los seres humanos y de los pueblos a vivir en paz y en un mundo sin armas nucleares ni guerras injerencistas.
Dedíquese a promover la vida y el desarrollo la astronómica cifra de 1,5 millones de millones de dólares que hoy se destinan a gastos militares y se despilfarran en medios para hacer la guerra.
Cuba asume la responsabilidad de presidir este foro con el firme propósito de que la Conferencia de Desarme no pierda su relevancia por el inmovilismo y la falta de voluntad política.
Ello solo sería posible con la contribución de todos y cada uno de los miembros de la Conferencia, por lo que está en nuestras manos demostrar, con acciones concretas, nuestro compromiso con el desarme y la paz.
Imagen agregada RCBáez
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