De las condenas contra nuestros Cinco hermanos prisioneros en Estados Unidos, mucho hemos hablado y difundido. En la actualidad, se han cumplido trece años de su injusta captura y el Imperio continúa, a despecho del clamor internacional, no sólo negando el legítimo derecho de Gerardo a que sus abogados accedan a las pruebas que pueden demostrar su inocencia, si no también agregando castigos extrajudiciales a sus compañeros, como el de retener en Miami a René, luego de su excarcelación, cual una liebre tirada a los perros de la mafia anticubana. Por todo ello, ninguna voz sobra para gritar al mundo la injusticia, para reclamar al Presidente fantoche de los Estados Unidos ejerza, si no su condición de Presidente, al menos la de ser humano y devuelva su libertad a los Cinco y finalmente condene a los verdaderos terroristas. Con premeditación y alevosía, nuestros enemigos le niegan a Gerardo los mínimos derechos y tozudamente, cierran ojos y oidos ante cualquier intento que demuestre la realidad de los hechos, que lo exculpan:
¿Por qué EEUU se niega a entregar las imágenes satelitales del 24 de febrero de 1996?
¿Por qué el Gobierno de Estados Unidos se niega a entregar las imágenes satelitales del 24 de febrero de 1996? ¿Por qué los medios de comunicación norteamericanos hacen silencio ante un hecho tan escandaloso?
Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco cubanos presos en Estados Unidos, presentó su solicitud de Habeas corpus sobre la base de nuevas evidencias.
El caso de Gerardo, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión, es altamente significativo del empeño de los distintos Gobiernos norteamericanos en demostrar que no están dispuestos a revisar lo ya juzgado, por más que surjan múltiples evidencias de que se ha apelado a métodos ilegales para condenar a los detenidos.
Richard Klugh, miembro del equipo de defensa de los Cinco, ha denunciado que el Gobierno norteamericano todavía se resiste a presentar la evidencia documental que se le reclama, donde puede conocerse claramente lo que pasó exactamente con las avionetas derribadas el 24 de febrero de 1996, e impide una vía hacia una defensa correcta de Gerardo.
También en una reciente conferencia, Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional, explicó que el gobierno de Estados Unidos ha mantenido invisibles las imágenes de satélite que celosamente guarda sobre el incidente del 24 de febrero de 1996. No permitió que las vieran hace 15 años los investigadores de la Organización de Aviación Civil Internacional, se negó a presentarlas al Tribunal de Miami y ahora reitera su negativa ante la demanda de la defensa de Gerardo.
Tan obvia y sospechosa es su actitud de impedir que otros vean las pruebas que sólo conoce Washington que, en su dilatado alegato de 123 páginas y tres anexos contra Gerardo, apenas aluden al asunto en un torcido párrafo de cinco líneas.
Alarcón, que fue el representante de Cuba ante aquella reunión de la OACI en 1996, recordó que ningún tribunal de Estados Unidos tenía jurisdicción sobre el incidente del 24 de febrero de aquel año, salvo que hubiese ocurrido en el espacio internacional.
La investigación realizada por la OACI reveló algo sorprendente. Pese a estar
advertidas de antemano por su Gobierno, las estaciones de radar norteamericanas, o no registraron el suceso u ofrecieron datos contradictorios o destruyeron esos datos.
La única “prueba” suministrada por las autoridades estadounidenses es el testimonio del capitán de un navío que opera, ¿casualmente?, desde Miami y, según nuevos datos, los dueños estuvieron vinculados como contribuyentes financieros a la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).
De ahí el interés, primero de la OACI y luego de la defensa de Gerardo por las imágenes satelitales. El Gobierno norteamericano nunca negó la existencia de esas imágenes, admitió tenerlas, pero lleva quince años prohibiendo que alguien más pueda verlas.
¿Por qué el Gobierno de Estados Unidos se niega a entregar esas imágenes satelitales? ¿Por qué los medios de comunicación norteamericanos hacen silencio ante un hecho tan escandaloso?
(Fuente: Diario Granma)
Tomado de Cubadebate
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Escandalosa petición de emergencia contra Gerardo Hernández en EEUU
La petición de emergencia de la fiscalía estadounidense a una corte de apelaciones en 2001 contra un antiterrorista cubano condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años constituyó escandalosa, dijo hoy la prensa.
Con tal solicitud los fiscales reconocieron que carecían de pruebas para sostener su acusación contra Gerardo Hernández por el cargo de conspiración para cometer asesinato en primer grado y pidieron a última hora retirarla, expresó el periódico Granma.
Sin embargo, recordó, Gerardo fue encontrado culpable y le fue impuesta la irracional sentencia por un supuesto crimen que el propio acusador reconoció había fracasado en sostener.
Para el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, la petición de emergencia al circuito de apelaciones de Atlanta en mayo de 2001 constituyó otra escandalosa situación en torno al proceso judicial contra Gerardo y sus otros cuatro coterráneos.
“Estados Unidos presenta esta petición totalmente consciente de los numerosos obstáculos que debe superar”, señaló el comunicado del gobierno
norteamericano a los jueces de Atlanta.
Después de comenzada la causa, la Fiscalía presentó como principal cargo contra Gerardo el de conspiración, que se transformó en el eje alrededor del cual giró el proceso seguido también a René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González.
La jueza de Miami en el caso contra Los Cinco, como se les conoce en las campañas internacionales por su excarcelación, terminó el 25 de mayo del 2001 sus instrucciones estrictamente ajustadas al acta acusatoria.
Sin embargo, rememoró el rotativo, cinco días después los fiscales presentaron la apelación, en la que reconocieron que carecían de pruebas para sostener su acusación contra Gerardo y pidieron retirarla.
De esa manera Washington reconocía dramáticamente su fracaso en demostrar la acusación al señalar que “a la luz de las pruebas presentadas en el juicio, esto constituye un obstáculo insuperable para Estados Unidos en este caso y probablemente resultará en el fracaso de la acusación en este cargo”.
Pero la Fiscalía fue más allá en opinión de Alarcón al decir que “este caso puede establecer un precedente devastador… el perjuicio para el gobierno será irremediable y el daño duradero” y repitió “impone una barrera insuperable a esta acusación”.
La Corte de Apelaciones de Atlanta no aceptó la petición gubernamental y con ello Gerardo fue encontrado culpable el 6 de junio de ese mismo año.
Granma afirmó que lo ocurrido en el caso, el más largo en la historia judicial norteamericana hasta aquel momento, se explica porque el juicio tuvo lugar en Miami, la sede de los grupos violentos que el antiterrorista combatió heroicamente.
“Había sido condenado de antemano en una campaña de odio y calumnias de la prensa local pagada por el gobierno federal, como se supo después”, subrayó la fuente.
Tomado de Cubadebate
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