jueves, 29 de diciembre de 2011

Carta a la madre de Orlando Zapata de una cubana residente en Austria


Por Josefina Sánchez, cubana residente en Austria


La señora Reina Luisa Tamayo, madre de Orlando Zapata, quien realizó una huelga de hambre por demanda en su celda de un refrigerador, una cocina y un teléfono, y cuyo ayuno le costó la muerte por deterioro total de su propio organismo, es protagonista de una historia que aparentemente significó una victoria para el nido de oportunistas de la extrema derecha del exilio en Miami que lo exhortaba a que continuara el ayuno porque estaban sedientos por tener a un héroe, en lo que lo han convertido después de su muerte.

Lo que nunca han dicho de Orlando Zapata es que es un héroe sin historia, de hecho, jamás han publicado la verdadera biografía de quién era ese pobre hombre, y que su ignorancia lo condujo a convertirse en carnada del pez grande, ansioso por atacar a Cuba, como Ileana Ros.

Lo más triste de todo este drama es que su propia madre, la llamada actualmente en Miami, Doña Reina Luisa Tamayo, también entró en este juego,gritando a los cuatro vientos que a su hijo lo mataron porque era negro, algo que ha provocado mucha repugnancia, no solo en mí, sino en millones de madres cubanas, también de la raza negra y que conocemos bien la historia del cruel racismo que existía en Cuba antes del triunfo de la Revolución.

Mis antepasados lo vivieron en carne propia, ya que no les permitían a los negros entrar a los salones o lugares que frecuentaban los blancos, y en el caso de mi abuelo, dejo huellas imborrables, pues era un blanco español, casado con una negra cubana de descendencia africana, lo que le costó a mi abuelo división hasta de su propia familia. Jamás le permitieron volver a visitar los salones de recreación donde asistía de soltero por estar casado con una negra, como se le llamaba despectivamente a las personas de nuestra raza. Existía una discriminación total, pero gracias a la Revolución se eliminó el racismo en Cuba y ahora es completamente normal la pareja mixta, o que un blanco te llame cariñosamente negra linda o hermana, y los jóvenes y niños lo mismo te llaman mamá, que abuela, sin tener en cuenta el color de la piel porque esa fue la enseñanza que nos dio la Revolución.

La señora Reina Luisa Tamayo, entró en Miami por la puerta ancha, llevaba en sus manos las cenizas de su hijo, como un trofeo cubierto por la gloriosa bandera cubana, claro está que todo esto fue preparado por sus patrocinadores en Miami, quienes la recibieron como a una presidenta, con periodistas, medios televisivos y un fuerte dispositivo policial.

Posteriormente tenía organizadas conferencias de prensa, entrevistas en diferentes canales televisivos y cartas en contra de Cuba ya preparadas, sólo para que la doña las firmara, como si hubiera sido ella la que las hubiera redactado, claro, está contenta y lo acepta todo.

La sacaron de Cuba con toda su familia y le asignaron en Miami 4 departamentos amueblados por la mueblería “El Dorado”, una de las mueblerías más caras de la Florida, y las cenizas de su hijo reposan junto a los mercenarios que invadieron Cuba, cosa que para esta señora significa un orgullo.

La obra teatral se agudizó aun más cuando Ileana Ros financió un viaje a Reina Luisa Tamayo y a los 12 miembros de su familia a Washington, para participar en un congreso y denunciar a Cuba ante el mundo a través de esta familia cubana, que aparentemente representaba a los 11 millones de cubanos y no sólo a 13 miembros de una familia. Eso parecía un circo de payasos, la doña gritando histéricamente en una tribuna con un micrófono consignas anti-cubanas, y su familia haciéndole coro y con carteles de “Zapata vive, ¡abajo el racismo en Cuba!” entre otros descalabros. Parecían el hazmerreír de ese público que los llevó allí como un instrumento, donde la propia Ileana Ros, declaró que estaba muy contenta de que se denunciaran las violaciones de derechos humanos en Cuba directamente allí, por una heroína cubana y sus familiares.

Pero para más indignación y repugnancia, la doña, salió retratada con aires de éxito y de victoria al lado de Posada Carriles, el mayor terrorista y racista, que tanto daño le ha hecho a  Cuba, dejando niños huérfanos, mujeres viudas y madres sin consuelo, sin que se haya hecho justicia aun.

Yo me pregunto como se puede ser tan ignorante para dejarse manipular de esta forma. ¿Ha pensado Reina Luisa Tamayo el daño que le está haciendo a sus propios nietos adolescentes, confundiéndolos de esa manera después de venir de una sociedad tan sana y segura para jóvenes y niños como Cuba? Esto explica cómo hoy muchos jóvenes del exilio odian sin razón la Revolución Cubana, pues tristemente desconocen la verdad y están ahogados en un mar de tristes manipulaciones. ¿Ha pensado ella en las consecuencias sobre ésta nueva generación cuando conozcan la verdadera realidad allí donde ella los llevó y donde fueron acogidos como héroes? Seguro que en su mente sana e infantil, y educados en una sociedad segura, están muy lejos de imaginarse el futuro que les toca, porque después de que esta camarilla logre lo que le interesa a ellos jamás los tendrán en cuenta, los “héroes” dejarán de serlo y se darán cuenta que sólo fueron víctimas de la maquinaria anti-cubana de Miami, como otros, que a su llegada allí también fueron comprados, homenajeados y ahora son olvidados, pues sólo lo genuino y verdadero perdura.

Debería, Reina Luisa Tamayo, ser una abanderada contra los mafiosos de Miami, pues su hijo fue realmente víctima de la manipulación ideológica. Pero claro, tristemente en este caso, el poderoso caballero don dinero pudo más que la verdad para una familia que, también tristemente, prefiere hacer política con mentiras infundadas que velar con dolor un ser querido.

Que sepan las mujeres como Reina Luisa Tamayo, las auto-llamadas “Damas de Blanco” y otras que se paran con carteles ridículos y absurdos, y que organizan revueltas en Cuba con el objetivo de ganarse una visa a un paraíso lleno de espinas, o vivir del dinero que reciben en Cuba por sus patrocinadores en Miami (porque ninguna trabaja y ellas mismas han dicho en diferentes entrevistas que su trabajo es la lucha por los derechos humanos), o el partido de 3 gatos que ellas mismas crearon, que sepan que en ninguna parte del mundo, ni el partido, ni los derechos humanos son fuente económica para sobrevivir, y mucho menos los gritos incoherentes en contra de algún sistema, que sólo son financiados en Cuba por aquellos que pretenden desde Miami derrocar la Revolución, que no surgió del financiamiento de nadie, ni de gritos histéricos, sino de una verdadera lucha armada donde hombres y mujeres ofrecieron sus vidas con honor y valentía, y esos sí son héroes con historia, y es por eso que por cada mujer que se pronuncie contra la gloriosa Revolución cubana recibirá la respuesta de millones de mujeres cubanas de todas las razas, amantes de la paz y la justicia, que unirán sus voces en contra de tal injusticia.

“El amor, madre, a la patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas: es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca”. José Martí

Enviada por su autora a Cuba coraje



Foto de Josefina Sánchez Bazán por Virgilio PONCE

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