miércoles, 23 de mayo de 2012

La fuga de la tarde

Por Sahily Tabares

Este 19 de mayo se presentó en la sala teatro del Museo Nacional de Bellas Artes el disco La fuga de la tarde con que el trovador Augusto Blanca obtuvo el Premio especial del jurado en el concurso de creación Ojalá, convocado por Silvio  Rodríguez para musicalizar la obra poética de Rubén Martínez Villena. Con tal motivo publicamos esta entrevista que la periodista Sahily Tabares, de la revista Bohemia, realizara al trovador santiaguero el 20 diciembre del 2010, fecha de premiación del concurso y cumpleaños 101 del escritor y revolucionario, autor del poema que da nombre a nuestro blog.
¿Conocías la obra de Rubén Martínez Villena o la convocatoria del premio te incentivo a la búsqueda?
Conocí la obra de Rubén en un pupitre , allá por los comienzos de los años sesenta, resulta que tenía un profesor de “Aritmética” muy apasionado y excéntrico que aderezaba las clases declamando poemas y en los exámenes insertaba dichos poemas todos de Villena. Recuerdo que el primero que me aprendí de memoria fue Capricho en tono menor (…”quiero beberme un tesoro, en el oro del sonoro, coro de tu carcajada”…), más adelante me fui adentrando en su poesía, sus sonetos me apasionaron siempre, en el transcurso de mi camino como trovador he musicalizado a muchos poetas pero con Villena, me sucedía que los comenzaba y no pasaban de bocetos, no me acaban de cuajar.
Cuando leí la convocatoria que hacía el Estudio Ojalá me animé a arremeter con esta vieja deuda que tenía y, aunque no acostumbro mucho a participar en concursos, me puse a trabajar, a armar el rompecabezas de ideas que tenía engavetadas y lo envié, pues la idea de que Ojalá se propusiera este hermoso proyecto de musicalizar a Villena creo es un noble y merecido homenaje a esta figura tan enorme de nuestra historia, que a mi entender se le conoce muy poco en su dimensión como poeta.
A mi parecer, en cuanto a su poesía, no se le ha dado el valor que le corresponde, solo dos o tres de sus poemas son “conocidos por la inmensa mayoría” y por esto precisamente me entusiasmé a participar, y sinceramente sin ningún interés de premio, sino más bien para pagar esa deuda que tenía (como dijo Silvio en la rueda de prensa: “sacarme esa espina” que yo también llevaba clavada desde hacía mucho tiempo).
¿Qué poemas elegiste, cuánta música escribiste? ¿En qué género o géneros trabajaste?
Villena, en su corta vida escribió mucha poesía, hermosa poesía, y pienso que fue un ser humano que consagró cada segundo de su existencia a luchar en defensa de los humildes, fue un líder nato de pensamiento amplio, de mirada de futuro y a pesar de su delicada salud dejó una onda huella en todos los terrenos de la práctica revolucionaria como en su pensamiento, que se adelantó a su época.
Casi todos los poemas (en su mayoría sonetos en lo que era un maestro) son prácticamente desconocidos, y esos fueron los que precisamente decidí trabajar: los cuatro sonetos de su Sinfonía Urbana que me parecen geniales, son una estampa lírica de la Habana de los años treinta… su Madrigal, A una cubana, Presagio de la burla final, Simbolismo (a Antonio Maceo), 27 de Noviembre, El Faro, La tempestad, La pupila insomne, Soneto (Te ví de pie…) y por supuesto el Capricho en tono menor.
Todos los temas los trabajé utilizando como base la guitarra y en tres momentos uso percusión de tambores batá. Hay temas muy trovadorescos, una Habanera, un Danzón, y por supuesto el Son y utilicé sencillas orquestaciones fundamentalmente con cuerdas, maderas y algunas percusiones ligeras… (a modo de maqueta, por supuesto, para luego desarrollar más las ideas musicales)
¿Cuál fue el mayor desafío?
Creo que el mayor desafío fue tratar de entrar en la musicalidad de cada uno de sus poemas, no traicionar su “musicalidad intrínseca, no violar la puntuación del fraseo, que no se perdiera la cadencia de los textos y sobre todo que al acoplar los 14 temas se enlazaran como si, dramatúrgicamente, todos fueran una sola historia.
Musicalicé 20 poemas y finalmente los dejé en 15.
No quiero dejar de decirte que felicito a los Estudios Ojalá por tan noble iniciativa y, aunque no era mi intención la de “ganar ningún premio”, me siento muy orgulloso con este Premio Especial que me otorgaron. Lo más importante será que dentro de poco tiempo todos estos textos musicalizados en los tres premios serán grabados y tendremos a un Villena casi desconocido multiplicado en canciones que será una manera ¡muy hermosa! de reencontrarnos con su vida ejemplar… semilla, Árbol.


Palabras de Silvio Rodríguez en la presentación del disco


Buenas tardes:
 El Premio De Creación “Ojalá” 2010,  se convocó básicamente para divulgar la poesía de Rubén Martínez Villena, -con quien todos los que nos gusta la literatura, la poesía, tenemos una deuda- nos ha permitido conocer una serie de talentos.
 No todos tenían la cantidad de obras suficientes como para ganar o como para obtener una mención, pero realmente la cantidad de talentos, de músicos y de músicas que mandaron y que tienen obras así notables, lindas, maravillosas, que ponen a Rubén y a la poesía de Rubén como a él le hubiera gustado, no? Ser capaz de ser cantado por todo el mundo, entonces ha sido una fiesta para nosotros los que estuvimos en el jurado.
 Lo que no nos imaginábamos es que también un talento ya más maduro y más conocido se iba a atrever a incursionar en este evento y fue una sorpresa maravillosa, porque también, bueno eso nos ponía a nosotros, por lo menos a mí (lo confieso como algo personal): cuando yo me enteré que este viejo amigo, que este magnífico trovador, estaba participando, me preocupé, porque dije, bueno, este es un concurso que es verdad, que es para todo el mundo, pero allá dentro uno lo tenía como que era más para descubrir a jóvenes, a gente nueva y fue una sorpresa y fue una incógnita y fue casual, no fue intencional, que la última obra que cayó en mis manos fue la de este viejo compañero, digo viejo porque tiene la edad que tengo yo (risas) jovencísimo, tiene todo su pelo, lo tiene negro, no se lo tiñe (risas) ¡según cuentan él y su mujer!.
 Entonces fue maravilloso de pronto encontrarnos con un… no he mencionado su nombre…con un trovador de mi generación con toda esa madurez, pero de cierta forma reinventado, de cierta forma renovado… y para esto también nos sirvió este concurso, no solo para cantar a Rubén, sino también para reencontrarnos con Augusto Blanca, y con su extraordinario talento.
 Muchas gracias a Ana Lourdes Martínez, a todos los compañeros de Ojalá, al Jurado, a Emilio Vega, que ha tenido que ver mucho con la realización de este disco, muchas gracias a todos los que participaron y hoy muy especialmente, a mi querido hermano, gran trovador: Augusto Blanca.

Puede leer además (Texto y fotos) el anuncio de Guille Vilar por Juventud 2000

y el texto de Carlos León sobre el concierto

Fotos Iván Soca y Augusto Blanca

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