lunes, 13 de mayo de 2013

Confirmado: La contrarrevolución es virtual

Por
La conductora de “El mundo en 24 horas” de TVE,
María San Juan, muestra un ejemplar de “Sospechas y disidencias”

Reviso varios mensajes de correo electrónico que amigos me han enviado con enlaces a medios de comunicación que se hicieron eco, publicaron entrevistas y reportajes o cubrieron actividades de la delegación cubana que durante una semana recorrió las ciudades españolas de Barcelona, Valencia y Madrid, con presencia en instituciones culturales, parlamentos y universidades de esas localidades.

La situación del caso de Los Cinco, con el testimonio de la madre de uno de ellos, Mirtha Rodríguez, la actualización del modelo económico cubano, analizada por el vicepresidente de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba, Hugo Pons, y el tratamiento mediático a la realidad cubana -a partir de mi libro Sospechas y disidencias- fueron los temas más abordados.

Más allá del esperado acompañamiento desde espacios alternativos como Tercera información, Rebelión, Kaos en la red, Cubainformación, Mundo obrero y sitios de organizaciones solidarias con Cuba; llama la atención el hecho de que agencias de prensa como EFE y Europa Press o diarios como Público, La Vanguardia, El Levante, El Diario Vasco, El diario. es hayan reflejado, con más o menos objetividad, estas actividades, al igual que el canal 24 horas de Televisión Española. Quizá sea una expresión, como me comentaron off the record varios periodistas españoles, de la poca credibilidad y el desgaste que tienen ya en sus audiencias las voces fabricadas por Estados Unidos que parte de esa prensa suele privilegiar a la hora de hablar sobre la Isla.

La excepción, que confirma la regla, fue la tardía y sesgada cobertura del diario ABC de la presentación de Sospechas y disidencias en la madrileña Casa de América, convertida en una bala más para el fusilamiento mediático del actor Willy Toledo -quien me hizo el honor de estar presente- por su mal ejemplo de solidaridad con Cuba. Un obvio intento de controlar daños ante la repercusión positiva en otros medios.

Interesante el silencio de los negocios anticubanos financiados por Estados Unidos en España y su ausencia total de los espacios donde estuvimos, a pesar de que todas las actividades fueron divulgadas con suficiente antelación. Su censura y desinterés en un debate real quizás sea una prueba de que en tierras ibéricas, como en Cuba, la contrarrevolución no existe, es sólo una construcción virtual con héroes de guiñol, creados a base de dinero y tecnología.

Aquí los enlaces que he recibido:

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