Discurso
del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité
Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de
Estado y Ministros en la inauguración de la XIII Cumbre del ALBA-TCP, La
Habana, 14 de diciembre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.
Estimados compañeros Jefes de Estado y de Gobierno, Cancilleres y Delegados de los países del ALBA-TCP:
Compañeras y compañeros:
Hace
exactamente una década, nació en La Habana la Alternativa Bolivariana
para las Américas, como resultado de la visión política y la voluntad
integradora del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del Presidente
Hugo Chávez Frías, artífices de esta época de cambios que hoy
protagonizan nuestros pueblos y sus vanguardias políticas.
Entonces,
proliferaban explosiones y luchas sociales en toda nuestra región como
consecuencia de la larga noche neoliberal. Todavía no se había sepultado
al ALCA, instrumento de dominación promovido por Estados Unidos, que
encontraría el rechazo rotundo de Nuestra América, donde ya se
vislumbraban transformaciones profundas y emergían en varios países
gobiernos revolucionarios y progresistas dispuestos a cumplir los sueños
de nuestros próceres.
Hoy
conmemoramos también el veinte aniversario del primer encuentro entre
Fidel y Chávez, que dio inicio a una amistad entrañable, basada en la
identificación en las ideas y metas, que influyó notablemente en la
región y en los procesos emancipadores de las últimas décadas.
La
creación del ALBA, que luego fue además Tratado de Comercio de los
Pueblos, resultó también del fortalecimiento de los vínculos de
Venezuela y Cuba, sustentados en la solidaridad entre nuestros pueblos y
gobiernos, así como en los principios de justicia social,
complementariedad económica y cooperación, asumidos por la Alianza desde
su nacimiento y refrendados en la Declaración Conjunta firmada en
diciembre del 2004.
La
posterior adhesión de Nicaragua, Bolivia y Ecuador y las
incorporaciones de Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y
Barbuda y Santa Lucía, que nos enriquecen con la perspectiva singular de
los hermanos pueblos del Caribe; han consolidado este esquema y
ampliado sus proyecciones. En esta reunión debe quedar formalizado el
ingreso de Granada y San Cristóbal y Nieves, lo cual prestigiará a
nuestra organización y contribuirá a su desarrollo.
Hace
solo unos días, se celebró en esta sala la Quinta Cumbre CARICOM-Cuba,
en la cual se constató el excelente estado de los vínculos entre
nuestras naciones y se pasó revista a los proyectos de cooperación que
se realizan de manera conjunta.
Considerando
la complejidad del escenario internacional actual, marcado por graves
amenazas a la paz y seguridad internacionales, los enormes desafíos que
entraña el cambio climático, así como por la crisis global sistémica, es
importante respaldar el derecho del Caribe a recibir un tratamiento
justo y diferenciado, teniendo en cuenta la escala de sus economías, las
vulnerabilidades particulares que enfrentan y las características de su
base productiva y exportadora. Estos países deben recibir, en
condiciones preferenciales, la cooperación, el comercio y las
inversiones para su desarrollo y el ALBA lo ha demostrado con hechos.
Son
innegables los éxitos que acumula el ALBA en sus 10 años de existencia.
En materia de concertación política y de defensa de la soberanía e
independencia de los pueblos, nuestra Alianza constituye una poderosa
plataforma donde se concilian posiciones audaces y revolucionarias sobre
los más importantes temas del acontecer político regional e
internacional. Nuestra voz es escuchada y reconocida en todo el mundo,
siempre en defensa de las causas justas.
En
el área social, el ALBA alcanza resultados significativos: tres
millones de personas de 10 países han recuperado la visión, gracias a la
Operación Milagro; se han diagnosticado y atendido un millón de
pacientes tras la puesta en marcha del estudio clínico genético y
psicosocial de personas con discapacidad; cinco millones de ciudadanos
de 18 países de la región fueron alfabetizados mediante la aplicación
del método “Yo sí puedo”; 23 mil 944 médicos integrales comunitarios de
América Latina y el Caribe se han graduado gracias a programas
desarrollados por el ALBA, de ellos 10 mil 228 son de países de la
Alianza.
Se han alcanzado además notables resultados en el deporte y la cultura.
Pese
a las dificultades y la crisis global, son significativos los avances
en materia económica: la creación del Sistema Único de Compensación
Regional (SUCRE) y del Banco del ALBA contribuyen a la construcción de
una nueva arquitectura financiera regional.
En
este espíritu, trabajaremos en el impulso a la Zona Económica
Complementaria ALBA-PETROCARIBE-MERCOSUR con eficiencia, racionalidad y
constancia.
Esta
Cumbre del ALBA nos permitirá analizar importantes asuntos de interés
regional e internacional que requieren de la concertación de posiciones
entre nuestros países.
Asimismo, podremos profundizar en los proyectos
económicos, comerciales, y de cooperación de interés común y su impacto
social.
Destaca por su importancia y urgencia, el seguimiento a los acuerdos y
compromisos asumidos en la Octava Cumbre Extraordinaria dedicada a la
prevención y enfrentamiento al ébola, celebrada el pasado 20 de octubre.
Compañeras y compañeros:
La
obra del ALBA en estos diez años nos permite enfrentar en mejores
condiciones los actuales y futuros desafíos. Ahora podemos continuar
perfeccionando nuestros programas y proyectos en materia socioeconómica y
garantizar su sostenibilidad bajo criterios de racionalidad y
eficiencia.
Debemos
hacerlo con la convicción de que, por sus resultados, nuestra Alianza
representa una alternativa real al modelo económico y social que se
pretende hegemónico, y que hoy se hunde en una crisis sin salidas
visibles.
Expresamos toda nuestra solidaridad y respaldo a Venezuela y nuestra
más enérgica condena al intento de imponerle sanciones por parte de
Estados Unidos.
Habrá
que avanzar pese a la resistencia y la oposición de quienes, como
evidencian los últimos procesos políticos y electorales en nuestra
región, conspiran y desestabilizan en alianza con poderosas fuerzas
internas y externas para intentar desviar del camino o derrotar a los
pueblos.
Los
principios fundacionales de solidaridad, justicia y cooperación tienen
renovada vigencia, junto a la urgencia de unirnos en nuestra diversidad,
dentro de las naciones y entre ellas.
Por
eso, como enseñaba José Martí, a un plan –el de debilitarnos,
dividirnos y enfrentarnos-, opongamos otro plan –el de fortalecernos en
la unidad. ¡Y que nadie ni nada nos descarrile!, como siempre repetía el
comandante Hugo Chávez.
Dejo
formalmente inaugurada la Trece Cumbre de la Alianza Bolivariana para
los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos,
nuestra ya muy querida, exitosa y necesaria ALBA-TCP.
Muchas gracias.
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