¿Dónde podemos encontrar, a precios razonables, una bandera cubana para colgar en nuestro cuarto o que suba con nosotros el Pico Real del Turquino? ¿Por qué se venden en divisas, y tan caros, los pulóveres del Che que muchos jóvenes quisieran tener? |
Foto: Kaloian/Archivo JR |
Una demanda recurrente emanada de los debates previos al X Congreso
de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) es el acceso a artículos que
promuevan, en diferentes soportes, la identidad nacional y la cubanía.
El
tema ha sido durante años un reclamo de las nuevas generaciones y ha
alcanzado los medios de comunicación (periódicos, revistas, emisoras,
blogs…), lo cual evidencia el interés de quienes denuncian que esto ha
traído como una de sus consecuencia más notables el empleo cada vez
mayor de simbologías extranjeras.
En el texto Plantando bandera, publicado por Soy Cuba,
la periodista Yurislenia Pardo señalaba que «Los espacios que no se
llenan con lo autóctono, con lo tradicional, con lo nuestro, entonces
nos los ocupan con lo foráneo. Muestra de esto es la oleada de prendas
de vestir y otros accesorios que revelan la bandera británica, la
brasileña, la norteamericana, entre otras que andan y desandan este
suelo a diario».
En ese sentido, en la web Cubahora, con su reportaje de análisis Entre azules y rojos, y no precisamente cubanos
el periodista Alejandro Ulloa García cuestionaba: «¿Cómo ha sido tan
fácil introducir y comercializar entre cubanos un símbolo foráneo, en
detrimento de los nacionales?». Y esa cuestión lleva a una interrogante
más preocupante: ¿Será todo eso muestra de que cada vez nos interesamos
menos por lo nuestro?
No debe ser así cuando
son tantos los que ansían tener prendas que los identifiquen como
cubanos, pero nunca han podido acceder a ellas. Es posible, para un
estudiante o un trabajador con el salario promedio del país, pagar lo
que cuestan sin afectar notablemente los ingresos en su hogar.
En el blog La Joven Cuba,
Osmany Sánchez se preguntaba «¿Dónde podemos encontrar una bandera
cubana para ponerla en la oficina o en nuestro cuarto? ¿Dónde encontrar
un busto de Martí, Mella, Guiteras, José Antonio, Che o cualquier otro
patriota nuestro? ¿Por qué se venden sólo en divisas (y bien caros por
cierto) los pulóver con la imagen del Che?»
En las tiendas recaudadoras de divisas de ARTEX pueden encontrarse algunas prendas con logos e imágenes identitarias de nuestro país. Foto: Rouslyn Navia/ Soy Cuba |
HABLEMOS DE PRECIOS
En
la Tienda de ARTEX La Internacional, situada en Obispo, en La Habana,
los pulóveres con imágenes del Che, la bandera cubana o un sencillo
texto con la palabra CUBA tenían precios que oscilaban entre los 12.95 y
los 14.55 CUC.
A media cuadra de distancia,
tres locales contiguos dan cabida a vendedores por cuenta propia que
ofertan un mayor surtido de artículos. Allí, los pulóveres cuestan de 10
a 18 CUC «de acuerdo a la calidad del tejido y los materiales de su
confección», según explicó una de las vendedoras.
Gorras, boinas, bolsas, todas con imágenes atractivas para que los visitantes foráneos se lleven un souvenir
que les recuerde la Isla. Y, para los más enamorados de esta tierra,
entre las propuestas se incluyen también banderas cubanas con precios
que comienzan en los 10 CUC y pueden llegar a los 30, teniendo en cuenta
las dimensiones de la pieza.
Una mayor variedad de artículos pueden encontrarse entre las ofertas de los trabajadores por cuenta propia. Foto: Rouslyn Navia/ Soy Cuba |
Los
cuentapropistas han segmentado con inteligencia sus mercados: venden
ropa y accesorios de estilo importado (aunque se trate de confección
local) a los cubanos, mientras que buena parte de la producción
nacional artesanal tiene como destinatario primordial a los extranjeros.
De este modo, ponen al alcance del bolsillo de los primeros los
productos con símbolos foráneos, mientras que para los segundos (y a
precios superiores) colocan artículos con la bandera cubana, imágenes
del Che, etc.
Esa situación niega la posibilidad de portar la simbología nacional a los más identificados con ella: los propios cubanos.
¿Economía vs identidad?
Pero
¿cómo se convirtió en lujo de pocos el uso de prendas que resaltan la
cubanía? ¿Cómo vino a ser más barato desfilar el Primero de Mayo con un
pulóver made in China que con la imagen del Che en el pecho y
la bandera de la estrella solitaria en las manos? ¿Por qué casi no se
encuentran nuestras insignias colgando en los balcones del barrio los
Primero de Enero, 26 de Julio o 27 de Septiembre?
«Cierto
que hay consideraciones de tipo económico, pero la producción simbólica
es vital en la lucha ideológica contemporánea y no siempre lo económico
es lo decisivo. (…) desde una pequeña bandera, hasta pegatinas de
entidades que prestan servicio público, o con motivos literarios, son
imposibles de conseguir en Cuba.
«¿No los
prefieren nuestros jóvenes? Hace pocos años, la acogida de pulóveres y
abanicos con versos y pinturas cubanas en un Festival del Libro demostró
que sí. ¿O es la ausencia de una estrategia que estimule la presencia
de nuestra identidad en esos productos, regule sus precios y lidere su
uso inteligente, lo que nos falta?», expresaba al respecto Iroel Sánchez
en Sin símbolos pero sin amos.
Foto: Rouslyn Navia/ Soy Cuba |
En tanto Ulloa, en su texto,
argumentaba: «En Cuba existe una extrema carencia de producciones
nacionales enfocadas en la identidad cubana. La falta de una simbología
comerciable —o al menos asequible al bolsillo de todos los cubanos —, o
de estrategias de marketing con base en la nacionalidad y la identidad
cubanas que potencien un mercado para estos productos nacionales, hacen
que una vulnerable juventud asuma cualquier tipo de “moda”, sea cual
sea, sin la guía estética o la intencional influencia del mercado
simbólico o estético nacional».
El joven Harold Cárdenas Lema, en un escrito titulado El símbolo perdido,
publicado en el blog La Chiringa de Cuba, destacó a su vez: «Cuba
necesita una dosis muy grande de patriotismo, nacionalismo e
identificación con su cultura e historia. En la solución a estos
problemas, los símbolos del país juegan un papel importante, daremos los
primeros pasos el día que comencemos a utilizar mejor no solo la
bandera o el escudo, sino toda la simbología revolucionaria».
Las bolsas, teniendo en cuenta el material con que están confeccionadas, pueden variar sus precios desde los 10, 12,15 hasta 18 CUC. Foto: Rouslyn Navia/ Soy Cuba |
Políticamente correcto pero ¿legal?
¿Es
permisible o correcto el uso de la imagen de próceres y símbolos
nacionales en gorras, pulóveres, jarras, llaveros o mochilas?
El
debate al respecto pareciera tornarse en ocasiones confuso pues estos
productos se comercializan en divisas en las tiendas estatales, aun
cuando el Reglamento de la ley de los símbolos nacionales establezca
que está prohibido usar la bandera como distintivo o anuncio; parte del
vestuario; pintada, grabada o dibujada en los vehículos (excepto
aeronaves); reproducidas en artículos de uso no oficial o como réplica
en cualquier material con propósitos ornamentales o comerciales.
El
tema no hubiera alcanzado mayores dimensiones si el año pasado en un
Congreso organizado por LABIOFAM, esta empresa no hubiera incluido la
presentación de dos perfumes que llevarían como marcas los nombres de
«Ernesto» y «Hugo», en homenaje al Che y al Comandante eterno de la
Revolución Bolivariana. La publicación de la noticia atrajo la atención
de cientos de usuarios que, a través de las redes sociales, denunciaron
fuertemente el hecho.
El Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros emitió, entonces, una respuesta ante la queja popular donde condenaba la iniciativa.
El valor de los pulóveres depende de la calidad del tejido, según los cuentapropistas. Foto: Rouslyn Navia/ Soy Cuba |
Aleida
Guevara, hija del Guerrillero Heroico, afirmó en una ocasión: «Nosotros
estamos en contra de la explotación indiscriminada de la imagen de mi
papá. Y no aceptamos que la foto del Che esté en ninguna botella de vino
o en ropa interior. Nos parece una falta de respeto todo eso. Pero que
haya camisetas de jóvenes o banderas que se usan para el combate
cotidiano, no podemos estar molestos por eso. Lo que sí quisiéramos es
que siempre los beneficios económicos de todo esto fueran a parar a la
gente que realmente lo necesita. En todo caso, todo depende del contexto
en el uso de su imagen».
En relación con otras
latitudes, en Cuba existe mayor conocimiento del legado y la
trascendencia de la obra de Ernesto Guevara, por lo que su rostro en un
pulóver tiene una connotación diferente.
En el blog La esquina de Lilith,
su joven autora expresaba «Para mí portar al Che (en una prenda) es
manifestarme, es alzar mi voz y decir que me siento comprometida con lo
que representa: la utopía de un mundo mejor, el proyecto de equidad y
justicia social, la plena realización de los hombres y mujeres».
Las banderas cubanas, según su tamaño, pueden costar «en la calle» entre 10 y 30 CUC. Foto: Rouslyn Navia/ Soy Cuba |
Todos
vibramos de emoción cuando Alexander Abreu, trompeta en mano, preludia
las notas de nuestro Himno Nacional. La canción y el video de Me dicen Cuba emocionaron
nuestras esencias patrióticas, a ello se debió parte de su éxito y
popularidad, muestra de que estamos ansiosos de encontrar esas otras
maneras de expresar la alegría de formar parte de esta Isla más allá de
consignas o del cumplimiento cabal de nuestro pedacito en la gran tarea
de construir día a día una nación.
Sentirse
cubano es mucho más que mostrar una bandera en el pulóver, es algo que
se lleva en la sangre, un orgullo que nace del alma. Pero nadie podría
tildarnos de locos por querer expresar también ese amor infinito a la
tierra que nos vio nacer coreando El Necio en una
plaza, con la imagen del Che en el pecho o agitando nuestra bandera en
alto, todo lo cual, más que un capricho de juventud, es una necesidad de
símbolos.
Tomado de Soy Cuba
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