Por Javier Salado, corresponsal en La Habana. / Resumen Latinoamericano
“En
el Malecón de La Habana no hay aire para que ondee la recién izada
bandera norteamericana. Bueno es lo bueno, pero no lo demasiado”.
El
lacónico mensaje de twitter de un joven cubano expone la idea que
encabeza esta crónica. A dos conclusiones nos hace llegar, la primera,
los jóvenes en Cuba siguen con interés el restablecimiento de relaciones
con el coloso del norte, pero no desde posiciones contemplativas, sino
comprometidas; y en segundo lugar, la imagen es absolutamente real, la
bandera fue izada pero no ondea porque la siempre mística naturaleza
cubana le negó la más mínima brisa.
Así
las cosas, Resumen Latinoamericano estuvo presente, pero no desde la
posición reservada a la prensa dentro del perímetro de la recién abierta
embajada de Estados Unidos, sino desde la parte exterior junto al
pueblo cubano. Las autoridades de la sede diplomática negaron el acceso a
RL.
Una
bonita ceremonia y un discurso respetuoso y constructivo que mantuvo en
parte las posiciones ya conocidas de EEUU con relación al concepto de
democracia y derechos humanos. Teniendo como fondo el azul del Mar
Caribe, y las opiniones vertidas por los cubanos presentes, queda claro
que la profunda cultura y talento del pueblo cubano, su capacidad
irrestricta de resistencia y dignidad que le permitieron vencer la
agresión durante 56 años, le dotan de magníficas armas para enfrentar
los nuevos retos y salir victoriosos y saber tener la fuerza y altura
para diferenciar el imperialismo- contra el cual continuará su lucha- de
los valores del pueblo norteamericano.
Algunos
en nuestro continente creen que las banderas de la Revolución Cubana
han sido declinadas, no tienen confianza en el maravilloso pueblo que no
solo hace 56 años, sino hoy en día sigue siendo el faro guía de los
sueños de nuestros pueblos, no comprenden la grandeza histórica del
paradigma de una verdadera Revolución que se mantiene firme en sus
principios y a la vez dialécticamente se actualiza a las condiciones de
los escenarios actuales.
No
sueñen más, enemigos de siempre y compañeros de viaje que proyectan sus
propias debilidades. Cuba fue, es y será una roca firme. Ha triunfado
al llevar a la mayor potencia mundial a aceptar sus condiciones,
sentarse en la mesa de negociaciones y firmar el restablecimiento de
relaciones diplomáticas –relaciones que fueron cortadas en enero de 1961
por el gobierno de EEUU.
Una
victoria de todos nuestros pueblos, sobre todo de América Latina y el
Caribe, una victoria de la solidaridad mundial con Cuba que nunca dejó
sola a su Revolución. Así es, David resistió, luchó y llevó a Goliath a
reconocerlo, considerarlo su igual, y vivir en el futuro en Paz.
FOTO: Hector Planes
Fuente Resumen Latinoamericano
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