Por Patricio Montesinos,@Montesinos2010
Estados
Unidos sufrió este martes 27 de octubre la mayor derrota registrada en
Naciones Unidas, al ser aplastado por el voto casi unánime de la
comunidad internacional a favor de una nueva Resolución que rechazó el
genocida bloqueo de Washington a la Isla caribeña.
El
gobierno norteamericano, y como era de esperar el régimen israelí,
fueron los únicos que se opusieron al dictamen de Naciones Unidas,
adoptado por 191 votos a favor, dos en contra y cero abstenciones, lo
que constituyó un record.
Solo
Israel, su aliado de guerras y asesinatos, acompañó a Estados Unidos,
cuyo “infeliz” representante en Nueva York ni siquiera supo explicar
porque la administración del presidente Barack Obama mantiene aun el
cerco económico, comercial y financiero a la mayor de las Antillas, pese
a ambos países haber restablecido recientemente las relaciones
diplomáticas.
Washington
recibió críticas contundentes de un grupo numeroso de representantes de
diferentes naciones, que en sus intervenciones refutaron enérgicamente
esa frustrada política agresiva de sucesivas administraciones de la Casa
Blanca.
Por
su parte, el Canciller cubano, Bruno Rodríguez, esclareció que el
camino emprendido hacia la normalización de los vínculos entre ambos
países dependerá del levantamiento del bloqueo, que todavía está en
completa y plena aplicación, precisó.
Subrayó
que la guerra comercial, económica y financiera contra Cuba es un
verdadero genocidio, y el principal obstáculo para el desarrollo de su
pueblo, que desde hace más de 50 años sufre las consecuencias de esa
conducta hostil de su más cercano vecino del norte.
Rodríguez
retó al delegado de Washington en la ONU a no mentir, y verdaderamente
ni siquiera pudo hacerlo a diferencia de años anteriores. Solo se limitó
a leer un pequeño papel sin contenido alguno.
Al
mismo tiempo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba reafirmó que
la mayor de las Antillas jamás renunciará a sus principios, y seguirá
estando en la primera trinchera de la solidaridad y la lucha en favor de
la paz, las causas justas, y contra las guerras y las agresiones.
Subrayó
que sus compatriotas defenderán su soberanía y su independencia, sin
claudicación alguna, y continuarán por el mismo camino en busca de un
Socialismo mejor, más justo y equitativo.
La
estrepitosa e histórica derrota este martes del gobierno de Estados
Unidos en Naciones Unidas se la buscó por su prepotencia imperial, que
lo ciega y le impide admitir que ya no es el dueño del mundo, ni mucho
menos.
Una
salida elegante e inteligente, que se vería incluso como un gesto hacia
Cuba y la comunidad internacional, hubiera sido que Washington se
abstuviera en la votación o simplemente abandonara la sede de la
Asamblea General de la ONU.
Pero
los sucesivos inquilinos de la Casa Blanca y sus asesores siguen sin
aprender las lecciones, como los alumnos peores de una clase que
terminan por desaprobar y quedar en ridículo ante los demás.
Estados Unidos volvió a hacer ese papelón, que quedará registrado como el peor de su historia en las Naciones Unidas.
Tomado de El Blog de Patricio
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