PARÍS.—Diputados
cubanos subrayaron hoy aquí la importancia de la educación ambiental
como una de los elementos a potenciar para enfrentar eficazmente el
cambio climático.
Es necesario educar desde edades tempranas en los temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, expresó a Prensa Latina Adianez Taboada, vicepresidenta de la Comisión que atiende la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología y el medio ambiente en el Parlamento de la Isla.
Taboada, quien participó en un evento de parlamentarios sobre el tema, paralelo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21) que sesiona en esta capital, expresó que también resulta esencial la concreción de políticas con financiamiento.
Las mismas deben incluir la utilización de la ciencia y la innovación tecnológica, y la transferencia de tecnología en función de mitigar los efectos del cambio climático, recalcó.
La cuestión de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, fue un principio al cual se refirieron representantes de varias delegaciones, añadió.
Asimismo, apuntó que la motivación fundamental del encuentro fue cómo contribuir desde los Parlamentos a todos las políticas que se establezcan en los gobiernos para paliar los perjuicios del mencionado fenómeno.
Al respecto, el diputado José Rubiera, director del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, remarcó que el cambio climático es un problema grave de cuya existencia no hay duda. De no adoptarse medidas urgentes, ese fenómeno provocará serias consecuencias de todo tipo, afirmó.
Sabiendo todo eso, opinó, la COP21 da una esperanza de que los gobiernos del mundo puedan ponerse de acuerdo para limitar a dos grados centígrados o menos el aumento de la temperatura para el año 2050.
El 2050 parece muy lejano, pero está al doblar de la esquina y las medidas hay que implementarlas ahora porque toma un tiempo en la atmósfera restablecerse poco a poco, declaró a Prensa Latina.
Rubiera insistió en que no todas las naciones tienen el mismo grado de responsabilidad porque los países en vías de desarrollo no emiten nada comparado con las emanaciones de gases de efecto invernadero de las grandes potencias.
Las islas pequeñas, los pequeños estados insulares, las naciones en vías de desarrollo, que son los que menos emiten, van a sufrir los mayores embates del cambio climático. Esto ya se está viendo con el incremento de la marea, los ciclones tropicales y todas las desgracias climáticas que pueda haber o que puedan venir en el futuro, explicó.
Por otra parte, los industrializados deben ser los que más aporten financiamiento y trasferencia de tecnología para que los otros puedan crecer económicamente con energías limpias y renovables. Aunque la responsabilidad es de todos, tiene que haber una diferenciación, enfatizó.
Es necesario educar desde edades tempranas en los temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, expresó a Prensa Latina Adianez Taboada, vicepresidenta de la Comisión que atiende la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología y el medio ambiente en el Parlamento de la Isla.
Taboada, quien participó en un evento de parlamentarios sobre el tema, paralelo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21) que sesiona en esta capital, expresó que también resulta esencial la concreción de políticas con financiamiento.
Las mismas deben incluir la utilización de la ciencia y la innovación tecnológica, y la transferencia de tecnología en función de mitigar los efectos del cambio climático, recalcó.
La cuestión de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, fue un principio al cual se refirieron representantes de varias delegaciones, añadió.
Asimismo, apuntó que la motivación fundamental del encuentro fue cómo contribuir desde los Parlamentos a todos las políticas que se establezcan en los gobiernos para paliar los perjuicios del mencionado fenómeno.
Al respecto, el diputado José Rubiera, director del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, remarcó que el cambio climático es un problema grave de cuya existencia no hay duda. De no adoptarse medidas urgentes, ese fenómeno provocará serias consecuencias de todo tipo, afirmó.
Sabiendo todo eso, opinó, la COP21 da una esperanza de que los gobiernos del mundo puedan ponerse de acuerdo para limitar a dos grados centígrados o menos el aumento de la temperatura para el año 2050.
El 2050 parece muy lejano, pero está al doblar de la esquina y las medidas hay que implementarlas ahora porque toma un tiempo en la atmósfera restablecerse poco a poco, declaró a Prensa Latina.
Rubiera insistió en que no todas las naciones tienen el mismo grado de responsabilidad porque los países en vías de desarrollo no emiten nada comparado con las emanaciones de gases de efecto invernadero de las grandes potencias.
Las islas pequeñas, los pequeños estados insulares, las naciones en vías de desarrollo, que son los que menos emiten, van a sufrir los mayores embates del cambio climático. Esto ya se está viendo con el incremento de la marea, los ciclones tropicales y todas las desgracias climáticas que pueda haber o que puedan venir en el futuro, explicó.
Por otra parte, los industrializados deben ser los que más aporten financiamiento y trasferencia de tecnología para que los otros puedan crecer económicamente con energías limpias y renovables. Aunque la responsabilidad es de todos, tiene que haber una diferenciación, enfatizó.
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