jueves, 8 de mayo de 2008

"El País", una insoportable provocación permanente, Por Winston Orrillo


"¡Cuídate, España, de tu propia España!"
César Vallejo

El alguna vez confiable diario español "El País" ha perdido la sindéresis. Su libido reaccionaria y antipopular lo condena per se.

Ha promovido un premio "Ortega y Gasset" para emporcar el nombre del no pocas veces sensato autor de "La rebelión de las masas", y se lo ha dado a una bloguera cubana -de cuyo nombre no quiero acordarme- por el solo hecho de denostar a la invicta Revolución del Primer Territorio Libre en América.

Como furgón de cola de la propaganda imperialista anti Patria de Martí, "El País" cobija a cuanto renegado o desclasado u oportunista quiere escribir contra Cuba; pero no sólo contra ella, sino contra lo que los vermiformes del "acorazado del grupo PRISA", consideran la secuela del "castrismo": contra Venezuela, contra Nicaragua, contra Ecuador, y, por supuesto, contra el heroico presidente aymara, el primero en el mundo, Evo Morales Ayma. (Pronto leeremos, qué duda cabe, sus denuestos contra el recién incorporado al cónclave de gobernantes dignos, el paraguayo Fernando Lugo).

"El País" croa, bate palmas, se refocila por el "triunfo" de los oligarcas cruceños y su "referéndum autonómico", cuando el más párvulo sabe que ése no es sino el circunloquio para proceder a la desmembración de "la engreída patria de El Libertador", la hoy enhiesta Bolivia, en pleno proceso de recuperación de su dignidad nacional, de su condición de nación libre dispuesta al usufructo de sus riquezas naturales.

"El País", en realidad, con descaro de celestina de dos por medio, es enemigo jurado o mascarón de proa de las fuerzas siniestras que en el mundo combaten contra los enemigos de los genocidas, de los racistas, de los xenófobos, contra los que somos -en una palabra- enemigos jurados de los capitalistas, y sus conocidas máscaras transexuales, llámense globalizados, neoliberales, etc. etc.

En reciente foro de las naciones indígenas -nuestra raíz, nuestra enjundia bienamada- en Nueva York, en lo que Martí llamara "las entrañas del monstruo", Evo, el impertérrito, lo dijo con claridad: la única forma de salvar a la humanidad es acabar con el capitalismo, responsable absoluto de todos los desastres ecológicos que en el mundo han sido.

Ya antes, respondiendo a una honrosa invitación del Bloque de Escritores y Artistas en Defensa de la Humanidad, en Cochabamba, con motivo de la inauguración del mencionado evento, en mayo de 2007, le había oído la misma expresión: "el peor enemigo de la humanidad es el capitalismo".

Evo, el integérrimo, no juega con cartas ocultas ni marcadas.

Su posición, como la nuestra, es diáfana.

Y por eso se dio el úcase, desde Washington, para acabar con él.

La realización del volatinero "referéndum autonómico" -absolutamente anticonstitucional- ha sido el globo de ensayo.

Nosotros hemos respondido como se debe: sustento, apoyo absoluto para Evo y su tarea de salvar a la hermana república altiplánica de Bolivia.

Ellos -los de la banda de "El País- han cerrado filas con todos los latifundios mediáticos (palabras del comandante bolivariano Hugo Chávez Frías) cuya tarea es servir de caja de resonancia a los poderes que luchan, denodadamente, para mantener el statu quo, que no es otro que el del mantenimiento del ominoso régimen de explotación y miseria que acabará, no sólo con los pobres de la tierra, sino con la tierra misma, con la especie humana.

¡Y estos estúpidos parece no se dan cuenta?

O, en el fondo, sí lo saben, pero sucumben ante el lujo y el boato de lo inmediato, sin importarle un chorlito lo que se viene.

Que no es algo distinto al apocalipsis.



*Especial para Cuba coraje

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