El gobierno imperialista exige además, para darnos su cacareada ayuda, venir a nuestra tierra a revisar con "un equipo de evaluación humanitaria" para "inspeccionar las áreas afectadas": Cuba no requiere la asistencia de tal equipo, pues cuenta con especialistas suficientes y preparados para realizar esta labor. ¿Por qué obligarnos a aceptar una inspección que no queremos, ni necesitamos, para contar y evaluar, lo que perfectamente podemos hacer nosotros mismos? La ayuda se da y punto, lo demás es condicionamiento vejaminoso, presión política. Así lo comparten los gobiernos y pueblos del mundo que en estos mismos momentos nos hacen llegar su aporte solidario.
Cuba ha fijado su posición: Que le dejen comprar, que le abran líneas de crédito, nada más necesitamos, entonces: ¿Por qué no responden afirmativamente si son “tan buenas personas”, tan separados de la “política”, tan deseosos de cooperar?
Los gobernantes estadounidenses además, actúan con tanta desfachatez, que hasta atropellan la más inmediata memoria de sus propios actos:
¿Qué pasó a pocos minutos del trágico 11 de septiembre, con decenas de aviones sobrevolando ciudades populosas, colapsado el sistema de la aeronáutica civil estadounidense? Cuba de inmediato alistó sus aeropuertos para recibir los aviones estadounidenses, rápidamente lo hizo saber a la administración estadounidense sin pedir nada a cambio, y ¿qué sucedió?: ¡¡El gobierno del Emperador Bush prefirió arriesgar la vida de cientos de personas, antes de aceptar la ayuda cubana!!
Y más reciente, cuando el Katrina asoló Nueva Orleans y el impacto de la naturaleza se multiplicó por la incapacidad de previsión y la irresponsabilidad del gobierno federal… ¿qué pasó?: Había miles de damnificados necesitados de atención médica. Cuba brindó a sus médicos y sanitarios internacionalistas, dispuso del material de auxilio, de medicinas y alimentos. Nada pidió a cambio. Solo que le dijeran donde empezaban a ayudar… pero el prepotente gobierno imperialista, prefirió dejar en el desamparo a sus ciudadanos, antes que aceptar la ayuda de nuestro país… Hasta hoy no han podido siquiera resarcir todos los daños de Katrina, y ahora se suman George, Ike y todos los que vengan….pero de Cuba, ¡¡ni la risa ni la mueca!!!
Una vez más el lobo se pone la piel del cordero, ahora con toda la magia de los medios, como parte del teatro electoral, esconde bien sus orejas y hocico… pero sabemos que, quiéralo o no, muchos descubrirán su engaño.
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