Hoy -y perdonen si duplico estos mensajes- quiero traerles estas imágenes de lo que era Cuba antes de 1959. Antes de este enero glorioso que acá nos extasiamos en recordar:
1
Aun no amanecía en Párraga el 1 de enero de 1959 cuando tocaron a la puerta del cuarto reiteradamente, mi padre contestó algo asustado: - ¿qué pasa? La respuesta no se hizo esperar: ¡qué Batista se fue! gritaron.
A medio poner el pantalón y en camiseta, abrió la puerta, era Felo, el vecino, quien traía la noticia. Mi madre ya estaba encendiendo el radio, buscaba Radio Reloj.
Mi padre dijo que había que esperar a que la noticia estuviera bien confirmada, mi madre no esperó nada, salió para la casa grande, la de mis bisabuelos (Mama y Pipa), que estaba delante.
Dejó el fogón encendido, viró a los 5 minutos, gritando: - ¡Batista huyó!. Como siempre, un jarro de leche con un poco de café y un trozo de pan fue el desayuno, aunque hoy era más apurado. Había mucho nerviosismo.
En la calle comenzaban a sonar los fotutos de los carros y se oían gritos de: ¡VIVA CUBA LIBRE! ¡VIVA EL 26 DE JULIO! ¡VIVA FIDEL!
Mi padre ya vestido, se despidió, diciendo que iba para Luyanó, a casa de su madre que vivía en la esquina de Toyo; mi madre le pedía que no saliera, que podía pasarle algo, pero como siempre, no le oyó.
Fuimos para la casa grande, la radio estaba puesta y se repetía la misma noticia, "Batista huyó"; llegaron mis tíos, Manolo, Guillermo, no recuerdo si estaba también Lalo; buscaban otra emisora en la vieja radio, la que llamaban Radio Rebelde. Le pidieron a mi madre tela roja, ella corrió al cuarto y trajo una saya. Ya mi tía Noemí, tenia una tela negra.
Todos hablaban alto, mi madre y mi tía cortaban la tela y en la vieja Singer cosían algo que al terminar parecía una bandera. Luego hicieron otras pequeñas, que llamaban brazaletes y que se ponían en los brazos.
2
Hay cuatro recuerdos impregnados en mi memoria, de mi vida antes de los 6 años (cumpliría 7 en marzo de 1959): el primero el recuerdo de una penitencia por no querer bailar -pecado del que aun me siento rea, como cubana y caribeña-, el segundo, mi familia reunida escuchando en un radio en el comedor Radio Rebelde (lo que luego supe que era Radio Rebelde, mientras en la sala, con más volumen, los niños escuchábamos no recuerdo si Leonardo Moncada o Chan Li Po; el tercero, el terror de mi familia, en un viaje en auto de regreso de Pinar del Rio, cuando una perseguidora se acercó a saber qué haciamos parqueados a la entrada del pueblo, mientras entre las hierbas, las niñas haciamos "pis"... mi madre temblando mientras se alejaban los policias vestidos de azul, porra en mano... el cuarto, mi más fuerte y poderoso recuerdo de esa época, era mi tía, golpeando desaforadamente las paredes de madera y zinc de mi casa, también en Párraga, gritando, mientras reía y lloraba "¡¡¡se cayó Batista!!, ¡¡se fue, coño, se fueeeeeeeeeee!!"
Gracias, hermano, camarada, coterraneo, compatriota, por compartir este recuerdo!!
Se le quiere, cubano
Rosa, su Polilla Cubana
3
Hoy es que he podido leer ese correo y me ha dado sentimiento percatarme de que no solo en mi casa se escuchaba con miedo Radio Rebelde, pero no dejaba de escucharse. Mami temía a los de la piquera de "abajo" -Coco y Rabí, en Santos Suárez- porque se comentaba que eran chivatos y que en sus carros habían trasladado a màs de un joven torturado y muerto. Y el toque de la puerta, también lo tengo en los oídos y se lo cuento siempre a mis alumnos. Parece que en todo el país se utilizó el mismo procedimiento para trasladar la noticia, en mi caso fue: tum pum pum (golpes en la puerta) sorpresa de mami, mi padrastro y yo, todos despertamos y la voz dijo: Dora, Dora (el nombre de mami) Dora, ¡¡se fue Batista!!!
Natacha Santiago, Vedado 2008
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