¡Jamás defraudaremos a nuestro pueblo!
Esa fue la promesa que hizo el Comandante en Jefe Fidel Castro aquel 8 de enero de 1959 en el campamento de Columbia (hoy Ciudad Libertad) al hablar ante una multitud que celebraba jubilosa la entrada a la capital del país de la Caravana de la Libertad.
Con la publicación del texto íntegro del discurso pronunciado aquella memorable noche, Granma comenzará a reflejar en sus páginas a lo largo de este año diversos documentos e intervenciones del líder de la Revolución, cuyas ideas y conceptos mantienen su plena vigencia medio siglo después y constituyen lecciones históricas de enorme valor para los días de hoy y los tiempos por venir.
Decirle siempre al pueblo la verdadDiscurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a su llegada a La Habana, en Ciudad Libertad, el 8 de enero de 1959
(VERSION TAQUIGRAFICA DE LAS OFICINAS DEL PRIMER MINISTRO)
Compatriotas:
Yo sé que al hablar esta noche aquí se me presenta una de las obligaciones más difíciles, quizás, en este largo proceso de lucha que se inició en Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1956.
El pueblo escucha, escuchan los combatientes revolucionarios, y escuchan los soldados del Ejército, cuyo destino está en nuestras manos.
Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil.
Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y estimo que al pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optimismo.
¿Cómo ganó la guerra el Ejército Rebelde? Diciendo la verdad. ¿Cómo perdió la guerra la tiranía? Engañando a los soldados.
Cuando nosotros teníamos un revés, lo declarábamos por "Radio Rebelde", censurábamos los errores de cualquier oficial que lo hubiese cometido, y advertíamos a todos los compañeros para que no le fuese a ocurrir lo mismo a cualquier otra tropa. No sucedía así con las compañías del Ejército. Distintas tropas caían en los mismos errores, porque a los oficiales y a los soldados jamás se les decía la verdad.
Y por eso yo quiero empezar —o, mejor dicho, seguir— con el mismo sistema: el de decirle siempre al pueblo la verdad.
Se ha andado un trecho, quizás un paso de avance considerable. Aquí estamos en la capital, aquí estamos en Columbia, parecen victoriosas las fuerzas revolucionarias; el gobierno está constituido, reconocido por numerosos países del mundo, al parecer se ha conquistado la paz; y, sin embargo, no debemos estar optimistas. Mientras el pueblo reía hoy, mientras el pueblo se alegraba, nosotros nos preocupábamos; y mientras más extraordinaria era la multitud que acudía a recibirnos, y mientras más extraordinario era el júbilo del pueblo, más grande era nuestra preocupación, porque más grande era también nuestra responsabilidad ante la historia y ante el pueblo de Cuba.
Si a mí me preguntaran qué tropa prefiero mandar, yo diría: prefiero mandar al pueblo.
GRACIAS FIDEL
“Aquellos hombres dejaron sus huellas en la piedra
y las aves los mencionan en sus cantos.
Ellos son cada día mas.” ,
(Hernando Núñez, poeta peruano)
El ojo sabio despierta antes o quizás
mantiene en guardia la mente en el descanso
Quien habría de suponer
que removiera tanto el entorno en estos años
Giro alrededor mío y observo el momento
en que salí al ruedo
Entré al universo que me tocó
con las primeras nociones de vida
cuando accedí al origen de la idea
a la maravilla de Martì
entrega poética hecha carne en el Hombre
La interpretación en busca de equilibrio
condujo a lo que somos
a lo que la conciencia nos permitió
y hemos querido ser
A pesar de la distancia entre los ciclos
con gratitud me sentí próxima
a la generación soñada
portando sólo la percepción de lo inmediato
y las incógnitas que después despejarían
cuando quedó atrás por siempre
el desalojo de la existencia que representaba
la paradójica pesadilla que sufríamos
y que no era mas que un reflejo real
del continente de nuestras fronteras
cuando el pueblo encumbró en Enero
el compromiso inextinguible
del camino que debía hacia el futuro
orientado siempre por el Sol.
Natacha Santiago, Diciembre 2008
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