Hola Rosa querida:
En primer lugar quiero abrazar a todo el pueblo de Cuba por los primeros 50 años que cumple la revolución, como si fuese ayer que una cáscara de nuez con alma de gigante llamada Granma cargada de verdaderos gigantes se hacia a la mar para entrar luego a Santiago, Santa Clara,
FELICIDADES…
Lo firmaba un hombre justo, un hombre bueno. Su nombre, Miguel Daniel Albornoz.
Miguel nos contactó, ya no sabemos a través de cuál de esos hermanos que en
Slider con las fotos de
http://www.slide.com/r/QJcJDmTS4j9vKxwNaqoXDi3o_bIIml7v?previous_view=lt_embedded_url
Poco tiempo duró instalado el Medallón: del 11 de junio a finales de agosto de 2008, en que supuestamente para “trabajos de mantenimiento”, fue retirado y, como temía Miguel, no fue re colocado en su base. Triste y descontento, en diciembre de ese año me avisaba Miguel de que el Medallón se encontraba tirado en el patio de
Rápidamente alertamos por nuestros limitados medios y también a través de nuestros amigos argentinos, de tan triste destino para tan bella obra:
[ http://www.viejoblues.com/Bitacora/triste-destino-homenaje-che-rosario ]
En enero de 2009, en el mismo mensaje en que me felicitaba por los 50 años de Revolución, escribía feliz Miguel:
“Te comento que esta semana que pasó, creo que fue el día viernes, me citan de
La idea de colocar la imagen en el “Viaducto Che Guevara” sigue sumando adhesiones: por otra parte la imagen ya fue retirada del lugar insultante en que se encontraba y fue depositada en el interior de
Aunque en mayo, aún reflejaba en su blog Coco Álvarez:
“El concejal Juan Rivero presentó un proyecto de ordenanza para que fuera colocada en la entrada al puente que se llama “Viaducto Ernesto Che Guevara”, ubicado en la intersección de las avenidas Pellegrini y Provincias Unidas. Esta propuesta está demorada en una comisión que se llama “Nomenclatura” donde se discute la factibilidad”.
No volví a saber de Miguel hasta que en junio me contaba en un mensaje…
“Hola Rosa querida, hace rato que no te escribo ni te doy noticias de la escultura de Che, ya que mi trabajo no me deja tiempo más que para revisar el correo que por cierto es nutrido y las noticias nos llegan de todo el mundo. Quería contarte que cuando leí lo de la matanza de indígenas en la zona de Bagua en el Perú, fue tal el impacto que no pude menos que ponerme a convocar a las organizaciones barriales independientes de partidos políticos para reunirnos y repudiar tal genocidio. Esta convocatoria la empecé a hacer en soledad luego se me fueron sumando, de a poco, por ejemplo
Bueno, querida compañera, con respecto a la escultura, es otro aniversario del nacimiento del Comandante y en su cuna se lo sigue escondiendo ya que la propuesta de colocarlo en el puente que se llama Ernesto Che Guevara está estancada en una comisión del Concejo Deliberante que se reúne solamente dos veces al año pero a eso te lo cuento en otro mail porque es menos importante ahora, sólo quería comentarte lo de la convocatoria del día Jueves para repudiar la matanza de hermanos”.
Así era de enorme en su sencillez este Hombre de Pueblo: ¡¡su obra pasaba a segundo lugar ante la solidaridad con el pueblo peruano!!.... Después, me escribió Miguel contándonos del acto solidario:
“Las banderas de los pueblos originarios le pusieron colorido al acto que se mezcló con el afecto de la gente que recién se informaba del tema, como así también con la injusta detención de los cinco héroes cubanos (el tema fue aplaudido). El acto se enriqueció porque no lo convocaba un partido político en particular a pesar de que todos pertenecemos a algún partido”.
Nunca tuvimos oportunidad de responder a su mensaje. Nunca hasta hoy vimos esas fotos, cuando ante la noticia de su muerte en un accidente de trabajo, corrimos a buscar algún mensaje de Miguel que nos lo trajera un poco de vuelta…
Allí vimos, entonces, las fotos del Acto Solidario por las víctimas de Bagua, y vimos la imagen de Miguel, junto a una bicicleta, y pensamos en el Pocho Lepratti, otro justo que murió por lo que amaba, pero esa vez bajo la balas de un policía asesino…
Se nos fue Miguel en medio de su trabajo, remontando alturas, sin temor, sin cuidarse, con ese valor un poco irresponsable de todos los que ponen el alma en lo que hacen. Murió Miguel y nos parece mentira, y nos duele saberlo, como cada vez que perdemos un hermano.
Se nos fue Miguel y nos preguntamos qué hará Rosario por su Medallón, si habrá que esperar por esa burocracia que mencionaba Coco, o dignamente, en homenaje ya no sólo a Miguel, si no al propio Ernesto Guevara de
Termino este texto dedicado a Miguel Daniel Albornoz con las palabras que dijera en su homenaje una coterránea suya, Silvia Fernández León:
“Elegiste justo el Día del Amigo para partir. Y te fuiste quizás creyendo que esta vez, una vez más, trepado en la altura, esta vez trabajando como siempre, no sería la última. María, tu compañera de toda la vida, nos decía a todos los que fuimos tus amigos y que no podíamos con el dolor: "Vivió como le gustó, pudo hacer siempre lo que quiso y hoy se fue con el Che".
¿Cómo describirte? En esas pocas horas que duró la despedida, creo que mirar cuántos estábamos y cómo éramos, te describía tal cual fuiste. Amigos jóvenes y viejos, profesionales, laburantes humildes, gente de los barrios. Sí, ése eras vos Miguel. Nuevamente María decía: "Ha sido Roberto Carlos con un millón de amigos". Todos tenían algo para contar. Historias disímiles, increíbles, con un denominador común: tu espíritu noble, bohemio, gaucho, solidario. Recuerdo esas largas charlas sobre política, filosofía, o lo que a cualquiera se le ocurriera como tema. Te leíste todo lo que estuvo al alcance, te formaste a fuerza de ganas de saber. Hiciste tardíamente tu secundario, porque "es necesario tenerlo terminado", aunque ni falta te hacía. Elegiste vivir humildemente, para qué más.
Tus manos de herrero salían a buscar el pan, tus manos de artesano herrero alimentaban tu espíritu. Y de esa pasión salió el medallón de hierro que reproduce la foto del Che tomada por Korda, calada en chapa, de 110 kilos de peso. Hechas con el alma puesta en tus manos.
A esta hora, a pocas horas de tu partida, hemos quedado con esa sensación inexplicable que deja la muerte absurda. Juntaste a todos tus amigos que no podíamos contener el llanto por no poder darte un abrazo nunca más, pero también para celebrar tu vida”.
Y desde esta Cuba que tanto amó, me despido, Miguel con aquellas palabras de uno de tus últimos correos:
“Todo está saliendo muy bien, ahora sólo me hace falta que me digas que estas mejor de salud para poder destapar ese vino que me quedó pendiente”.
¡¡Hasta la victoria, siempre, hermano!!
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