Desde el inicio mismo de aquel histórico triunfo del 1º de enero de 1959, fecha en que el Ejército Rebelde, liderado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, culminó con éxito la lucha contra el régimen dictatorial de Fulgencio Batista, el gobierno de los Estados Unidos respondió con medidas de diversa índole, con el propósito de doblegar a la Revolución triunfante, que se han profundizado con el paso de los años.
Han transcurrido cinco décadas y el bloqueo económico, financiero y comercial aún continúa. Mediante leyes como la Helms-Burton y la Torricelli este se ha recrudecido.
Cuba sigue sin poder exportar e importar libremente sus productos y servicios hacia o desde Estados Unidos, no puede realizar operaciones financieras internacionales con la divisa norteamericana, no puede tener depósitos en dólares en bancos de terceros países, no puede acceder a créditos en bancos de EE.UU. o instituciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros muchos ejemplos. Cuba tampoco puede comerciar con empresas subsidiarias estadounidenses en terceros países, lo que pone de manifiesto el marcado carácter extraterritorial del bloqueo. Además, amenazan con sanciones a empresarios que deseen invertir en Cuba.
Estas maniobras inhumanas de las sucesivas administraciones norteamericanas, han ocasionado pérdidas a Cuba por más de 751.363 millones de dólares. La fracasada política de bloqueo califica como un acto de genocidio, conforme a lo definido en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948.
Doce años de detención injusta
Es conocido que desde el triunfo de la Revolución, en Cuba se han producido profundos cambios sociales que han beneficiado al pueblo cubano, a pesar del injusto bloqueo económico. En ese sentido, no podemos ignorar que aparejado al bloqueo, Cuba se ha visto sometida a todo tipo de agresiones por parte de los sucesivos gobiernos norteamericanos, que incluyen atentados terroristas, planes para asesinar al compañero Fidel, las guerras biológicas destinadas a provocar el fracaso de las cosechas y otras dirigidas directamente contra la población. La lista es larga e innumerable. Sólo la tenacidad y la heroicidad del pueblo y el Gobierno cubano, han permitido seguir con ese proceso de cambios a pesar de las adversidades, que dejaron como saldo no sólo daños económicos y materiales, sino también la pérdida de la vida a 3.748 cubanos y que otros 2.009 quedaran incapacitados.
Ante tal situación, Cuba se ha visto obligada a organizar su defensa para protegerse contra estos propósitos de muerte y destrucción. Por ello, Fernando González, Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, cinco patriotas cubanos, se dieron a la tarea de alertar y prevenir sobre los planes de las organizaciones terroristas radicadas en Miami contra el pueblo cubano y otros pueblos de América Latina.
El 12 de septiembre de 1998, estos cinco dignos hombres fueron arrestados por el FBI en el sur de Florida, bajo la acusación de conspiración para cometer espionaje y asesinar, posesión de documentación falsa y otros delitos menores. Las condenas a las que fueron sometidos, han sido rechazadas por parlamentos de diversos países, organizaciones de derechos humanos, religiosas, sindicatos, personalidades del mundo de la intelectualidad, juristas, escritores y artistas, incluso dentro del propio EE.UU, pronunciándose contra el ilegal, injusto y desmedido fallo. De nada han valido las múltiples declaraciones que respaldan la inocencia de los Cinco Héroes Cubanos.
Como dice el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón. “Ellos no trabajaban en la Casa Blanca, ni en el Pentágono, ni en el Departamento de Estado. Nunca tuvieron ni trataron tener acceso a información secreta alguna. Pero hicieron algo imperdonable: lucharon contra el terrorismo anticubano y lo hicieron en Miami”.
Hace ya 12 años que están encarcelados en distintas cárceles de EE.UU. Nos sumamos a todas las voces solidarias que en todo el mundo claman por sus libertades. El presidente Barack Obama tiene la oportunidad de revertir esta injusticia, indultando o conmutando las penas de Antonio, Gerardo, Ramón, Fernando y René, en noviembre próximo, con motivo del Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos.
Para ello deberemos redoblar la solidaridad internacional para que este objetivo pueda lograrse, obtener la libertad de los cinco jóvenes revolucionarios, para que puedan volver a Cuba y ser recibidos como héroes por el gobierno y pueblo cubano que nunca abandonaron la lucha de ver regresar a sus compatriotas a la patria que los vio nacer.
Además, por todo lo enunciado anteriormente, los periodistas, comunicadores y estudiantes de carreras afines reunidos hoy aquí, como integrantes del Club Argentino de Periodistas Amigos de Cuba (CAPAC) , condenamos este criminal e ilegal bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba y nos pronunciamos por su más pronto levantamiento. Bloqueo que es violatorio de todo principio de soberanía y del ejercicio de los Derechos Humanos del pueblo de Cuba, de ciudadanos de terceros países y de los propios ciudadanos norteamericanos. Rechazamos esta política irracional, basada en leyes con un marcado signo extraterritorial, injerencista y unilateral.
Buenos Aires 12 de octubre de 2010.
Club argentino de periodistas amigos de Cuba (CAPAC)
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