Por Felipe de J. Pérez Cruz
La Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC) en la capital, con la colaboración de la Universidades de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, la Oficina del Programa Martiano, la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana, la Dirección Provincial de Educación y otras instituciones, realizamos desde los pasados días 20, 21 y 22 de diciembre el Taller “Medio siglo de emancipación cultural y política”, en evocación del 50 aniversario del triunfo de la Campaña Nacional de Alfabetización.
Arribar a la conmemoración del medio siglo de la Campaña Nacional de Alfabetización, nos emplaza a pensar en aquel año fundacional de 1961, desde la experiencia y las necesidades históricas del presente. La Educación es uno de los pilares del proyecto socialista y como tal está inserta en la aguda batalla ideológica del momento, que en nuestro caso se particulariza en la lucha por la construcción de un modelo de economía y sociedad revolucionaria, con capacidad para el mantenimiento y desarrollo del proyecto socialista, y en tanto, de la felicidad, la justicia social y dignificación humana de todos los cubanos y cubanas.
El taller se inauguró el día 20, en la habanera Casa del Alba Cultural, con una conferencia del Dr. Armando Hart Dávalos, Presidente de la Oficina del Programa Martiano y primer ministro de Educación del Gobierno Revolucionario. Dedicado a los protagonistas de la epopeya educacional en los tres primeros años de la Revolución, Catherine Murphy, realizadora de los Estados Unidos, aportó el documental Maestra, una bella y certera obra con entrevistas a protagonistas de la gesta alfabetizadora y un sugestivo regalo en la musicalización. Esta jornada concluyó con el taller de testimonios en el que participaron maestros voluntarios, brigadistas, milicianos, miembros del Ejército Rebelde, directivos y activistas de la Campaña Nacional de Alfabetización. Contó la emotiva rememoración histórica con la presencia de las nuevas generaciones que se forman como maestros y maestras, con la participación de jóvenes de los preuniversitarios vocacionales, las escuelas y universidades pedagógicas de la capital.
El día 21 las actividades comenzaron en el Museo Nacional de la Alfabetización en Ciudad Escolar Libertad, con la presentación por Ediciones La Memoria, del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, de la novela testimonial El año de todos los sueños, cuya autoría es del embajador Germán Sanchez Otero, quien fuera alfabetizador Conrado Benítez. Esta jornada desarrollada en la Facultad de Cuadros de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona y en el Centro de Capacitación de la Dirección Provincial de Educación de La Habana Nené Traviesa, se dedicó a la reflexión académica sobre el trascendental acontecimiento de la alfabetización y su continuidad en la Revolución Educacional. Se presentaron 70 ponencias e intervenciones especiales en 8 mesas de trabajo, relacionadas con la historia de la educación, la epopeya de la alfabetización cubana y su continuidad en la Revolución Educacional. No faltó en los debates, la evaluación crítica de los desaciertos, de las alternativas posibles y los retos presentes en la actual labor educacional cubana.
Se insistió en la evaluación de los métodos y formas de trabajo popular revolucionario, que nacieron del movimiento educacional de masas de la alfabetización, del deporte y la cultura de base, y como sobre aquellas experiencias se cimentó el proceso de democratización socialista y desarrollo científico pedagógico de la educación cubana. Los talleristas afirmaron la necesidad de ir a la recuperación en las actuales circunstancias, de esos legados de la pedagogía revolucionaria, para propiciar su incorporación propositiva a las evaluaciones y acciones en curso.
Como en casi todos los debates entre historiadores, maestros y especialistas de la educación y la cultura, reemergió el tema del deterioro del patrimonio arquitectónico y la necesidad de que el Estado y los gobiernos locales prioricen los recursos para tal demanda. Situados en el significativo entorno de Ciudad Escolar Libertad, se recordó como el antes Campamento Militar de Columbia, fue una de las primeras instalaciones de la vencida dictadura que la Revolución puso en función de la educación cubana, y que precisamente allí, donde se atesora con esmero el despacho del Comandante Camilo Cienfuegos, se recupera “El Castillito”, o se aprecian instalaciones de excelencia como las que se habían brindado para la realización del Taller, coexisten ejemplos de deterioro y vandalismo. En este debate, desde la propia autorreflexión crítica de los profesores y estudiantes presentes, se insistió en que el tema no solo constituía una problemática estatal o gubernamental, y si reclamaba el comprometimiento y la activa incorporación de los trabajadores de la Ciudad Escolar, de los colectivos docente-estudiantiles y sus organizaciones, tanto en la dirección de forjar la memoria histórica de los actuales actores, como en la concreción de este pensar en la resuelta protección y defensa del patrimonio que hemos heredado.
También trató el taller sobre la educación en América Latina y el aporte internacionalista cubano, en particular en los programas de alfabetización conocidos como Yo sí puedo, que ha llevado adelante el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC), hoy adscrito a la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. La Educación, en el contexto latinoamericano y caribeño, constituye un punto focal de los debates sobre las falencias, los retos y las perspectivas de la región. Aquí se pone de manifiesto más radicalmente la complejidad del subdesarrollo del área, frente a la magnitud y diversidad de los cambios económicos, culturales y tecnológicos producidos a nivel planetario, y ello actualiza las demandas emancipatorias de nuestra contemporaneidad, que por demás desbordan las realidades de la región, y se inscriben como problemáticas universales para el llamado Tercer Mundo, y las zonas de pobreza y exclusión que cada día crecen más en los países capitalistas del Norte altamente industrializado. No es casual que el IPLAC también lleve adelante sus programas de emancipación cultural, en pueblos de África y Oceanía y en países “desarrollados” como Canadá y España, para totalizar una realización alfabetizadora que ya sobrepasa los 28 países, y se acerca a los cinco millones de personas liberadas del analfabetismo.
El día 22 los talleristas volvieron al escenario de la Casa del Alba Cultural. La jornada se dedicó a pensar el presente y el porvenir cubanos, y el tema de las relaciones con los Estados Unidos ocupó un lugar sustantivo. El testimonio del maestro voluntario, hoy reconocido historiador capitalino, Eduardo M. Bernal Alonso, compañero del mártir Conrado Benítez García, inició la tarde. Conocimos de la intimidad, el carácter y los sueños del joven asesinado el 5 de enero de 1961, por las bandas mercenarias armadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos. Recordó Bernal Alonso, que el criminal acto contra Conrado Benítez fue realizado por tres razones fundamentales: ser un joven negro, maestro y comunista. El atroz hecho intentó amedrentar a la familia cubana, desde los días iniciales del año en que la Revolución se había propuesto erradicar el analfabetismo. La incorporación de más de 250 mil cubanos y cubanas como alfabetizadores, y en ellos los 89 500 jóvenes brigadistas Conrado Benítez, fue la respuesta patriótica de la nación frente a los planes terroristas del imperio.
La histórica vecindad con el pueblo norteamericano, y todo lo que nos une y propicia nuestra amistad y colaboración mutua, fue el tema de continuidad del Taller, con la mesa sobre las relaciones académicas de Cuba y los Estados Unidos. Esta sesión fue coordinada por la directiva de Sección Cuba de la Latin American Studies Association (LASA), y contó con las ponencias de Sheryl Lutjens, de la Universidad Estatal de California San Marcos y Milagros Martínez de la Universidad de La Habana, así como con las intervenciones de otros destacados estudiosos estadounidenses y cubanos.
Elisabeth Palmeiro, esposa del Héroe de la República de Cuba, Ramón Labañino, explicó a los presentes su experiencia en el Congreso de LASA efectuado en Toronto en el 2010, y la solidaridad que encontró para la causa de los Cinco héroes cubanos prisioneros del imperio, entre los miembros de la organización que agrupa a más de 7 mil latinoamericanistas de los Estados Unidos, nuestra región y el mundo.
La presencia en el taller de Elisabeth, y sus compañeras de lucha, Olga Salanueva y Rosa Aurora Freijanes, esposas de los héroes de la República, René González y Fernando González, permitió a los talleristas expresar su solidaridad con los cinco patriotas cubanos que desde septiembre de 1998, fueron hechos prisioneros y castigados con crueles penas por el gobierno de los Estados Unidos, y cuya única y probada actividad era la de enfrentar a los terroristas que ese mismo gobierno alienta y mantiene en libertad en territorio estadounidense. El Dr. Antonio Llibre, miembro de la directiva de la UNHIC en La Habana, expresó el sentir solidario de todos los presentes, reclamó el regreso a Cuba de René, impedido de hacerlo luego de salir de prisión, y denunció la última canallada del gobierno imperialista, al solicitar a la Corte del Distrito Sur de la Florida que rechace las apelaciones colaterales que los abogados de Ramón y Fernando han presentado, alegando que los argumentos sustentados a favor de ambos, carecen de méritos legales para ser considerados por dicha Corte.
Las intervenciones de Zuleica Romay Guerra, Presidenta del Instituto Cubano del Libro y Fernando Rojas Gutiérrez, viceministro de Cultura, sobre la actualidad cultural cubana y sus retos, trascendió en un interesante intercambio sobre la política editorial y cultural del país, los logros alcanzados, las limitaciones que nos afectan y el futuro promisorio que el proyecto socialista se plantea en el campo del arte, la literatura y la promoción de la Historia y las ciencias sociales. Esta mesa sobre la cultura cubana cerró las actividades académicas, para dar paso al aporte del saber y la sensibilidad del arte, que llegó con el concierto Canto de Todos. Familia Feliú. El homenaje a los alfabetizadores y a la gesta desarrollada por el pueblo de Cuba en 1961, de los cantautores Vicente y Santiago, junto a su familia y más íntimos amigos, se extendió por dos horas a teatro abarrotado y cómplice. En el justo y emocionado decir de Aurora de los Andes Feliú, este fue también un acontecimiento histórico.
En las tres jornadas de trabajo se presentaron en total 85 exposiciones temáticas en doce mesas de trabajo, y se rescataron treinta testimonios escritos y orales. Los 150 investigadores, maestros, estudiantes y protagonistas, realizaron un activo intercambio de opiniones, con más de 200 intervenciones. Además de académicos de los Estados Unidos, participaron estudiosos procedentes de Colombia, Italia y Alemania. Concebido como un espacio de reflexión abierto, el taller tanto en la Casa del Alba Cultural como en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, motivó la presencia de un numeroso público que acompañó a los talleristas.
La jornada académica del día 22 se realizó por demás, sin contar con electricidad, agua y los demás aseguramientos técnicos que el fluido eléctrico garantiza. Fue decisiva la entrega de los trabajadores de la Casa del Alba Cultural, que se multiplicaron para mantener la vitalidad de la instalación. Un esfuerzo adicional realizaron los expositores para acrecentar sus voces, en un salón donde el audio resulta un componente necesario para competir con el nutrido tránsito de la calle Línea. Esta entrega de los trabajadores de aseguramiento y ponentes, fue recompensada por un amplio auditorio, que con muy pocas “bajas”, se mantuvo atento y participativo durante más de cuatro horas.
La inconformidad manifiesta, tanto de los profesores e investigadores, como de los estudiantes presentes, se centró en lograr para acciones futuras una mayor presencia de jóvenes. Dos estudiantes de economía nos confesaron que estaban “escapados” de su clase, conocieron del taller por la prensa y habían decidido participar. La anécdota nos coloca de inmediato frente al debatido y viejo tema de las dictaduras de los currículos y horarios docentes, pero sobre todo, impone la reflexión de cuánto más podemos y debemos hacer –desde la sociedad civil revolucionaria-, para ayudar hallar soluciones factibles a unas y otras contradicciones insertas en el proceso educativo, y en este caso qué no hicimos los organizadores del Taller para convencer MAS, persuadir MAS y convocar MAS.
La “confesión” de los jóvenes estudiantes, califica también la justicia de reconocer el aporte de los medios a la divulgación del Taller. La prensa digital cubana y nuestros solidarios amigos del mundo, colaboraron con su acostumbrado entusiasmo. Al “interior” del país, las coberturas permanentes de la Agencia de Información Nacional (AIN), del periódico provincial Tribuna de La Habana, y los reportajes del Noticiero Nacional de Televisión y el canal habanero, amplificaron y enriquecieron la socialización de los temas debatidos. Fue este un periodismo de pensamiento, donde los maestros y maestras, investigadores y protagonistas, fueron los sujetos privilegiados en el cuerpo de la información. Respuesta concreta de cómo la prensa cubana, responde los reclamos a favor de lograr una mayor presencia en los medios, de la labor que se realiza desde la profundidad del mundo académico y educacional cubano. La Oficina del Programa Martiano nos dio la buena noticia de que financiará un libro con las ponencias y exposiciones más representativas del Taller. De esta tarea de continuidad daremos noticias en el próximo 2012.
* Lic. en Educación en la especialidad de Historia y Ciencias Sociales. Profesor e investigador. Presidente en la Ciudad de La Habana, de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC)
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