miércoles, 15 de agosto de 2012

En el 86 cumpleaños de Fidel

Por Álvaro Montero Mejía

Hace ya muchos años, desde el modesto espacio territorial y humano de este pequeño lugar del mundo llamado Costa Rica, nos propusimos hacer un esfuerzo por mantener celosamente guardada esa prerrogativa de caminar con nuestros propios pies y pensar con nuestra propia cabeza.

Nuestras convicciones internacionalistas y los maravillosos ejemplos de esas luminosas luchas revolucionarias de muchos hombres y mujeres en Nuestra América, nos indujeron desde nuestra temprana infancia intelectual, a encontrar en ellas motivos de entusiasmo, de emocionado aplauso y algunas veces -era inevitable- de  simple imitación o copia.

Las viejas epopeyas en distintos lugares del mundo nos permiten, por el tiempo transcurrido, hablar o discurrir sin ninguna muestra de servilismo o adulación. Pero hay nuevas epopeyas, sobre todo para los que ya cargamos bastantes años. La vida nos dio el tiempo necesario para observar el ascenso de China, el triunfo monumental del Vietnam heroico y sobre todo, para seguir de cerca, paso a paso, la más grande epopeya popular y revolucionaria de nuestra América, la Revolución Cubana. Y ahora, con el recurso inagotable de la energía y el amor por la libertad de los pueblos, esa misma lucha, con sus particularidades propias, es justamente continuada por nuevos y valerosos esfuerzos en Venezuela, Ecuador, Brasil, Uruguay, Bolivia y otros Estados del Continente.
De modo que, sin olvidar nuestros deberes propios, es muy fácil sentir nuestro corazón inflamado por los éxitos de esos pueblos hermanos y olvidarnos que la vida nos exige, estemos donde estemos, darle a nuestros esfuerzos el carácter particular y nacional que no borra, ni disminuye, el principio del internacionalismo que Bolívar hizo suyo y que Cuba y Fidel, han llevado al más alto grado de compromiso humano, ahora con sus millares de maestros y médicos repartidos en los confines de la geografía americana y más allá.

Nosotros, modestos luchadores sociales costarricenses, humanistas comprometidos hasta las últimas consecuencias con los valores construidos por nuestro pueblo, seguros de que sólo las ideas justas provocan cambios sociales una vez que prenden y se instalan en la conciencia de las grandes mayorías, queremos afirmar en ocasión del 86 aniversario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz que hoy, ninguna de las grandes luchas democráticas, patrióticas y revolucionarias desplegadas a lo largo y ancho del Continente, sería posible, como cierta su victoria, si Cuba y Fidel no estuvieran allí, si no se hubieran mantenido allí, habiendo desplegado en estos últimos 50 años, sin desfallecer un solo instante, la voluntad de resistencia, de compromiso, de sacrificio, de amor por la verdad y denuncia tenaz de las acciones imperiales en esta que es, la batalla decisiva.

Podemos decir ¡Feliz Cumpleaños Comandante!, aunque la mayor felicidad sea la nuestra, por haber transcurrido nuestra vida viendo a Fidel actuar junto  a su pueblo, convertirse en el más formidable instrumento de formación política multitudinaria que recuerda la historia americana; por ser un referente inagotable de los que tienen hambre y sed de justicia en cualquier rincón de la tierra y de los que necesitamos un punto de partida para conocer el verdadero origen de los dramas sociales y económicos de nuestro tiempo; por alentar y dirigir las batallas memorables que permitieron la liberación de una buena parte del continente africano; por cambiar, en su vejez fructífera, la tribuna por la pluma, escribir incansablemente y poner al día a millones de hombres y mujeres sobre los aspectos centrales de la causa humana; por demostrar que se puede vivir con apego a los principios y ser, siempre, el amigo infalible de todos los que amamos la libertad, sin distingos de ninguna naturaleza ¡Gracias Fidel!

San José, Costa Rica, 13 agosto 2012

* Político, abogado, escritor, economista, politólogo y productor de televisión de Costa Rica.

Dibujo J. L. Fariñas (Cuba)

No hay comentarios: