CONFERENCIA DEL POLITÓLOGO ATILIO BORON EN IAEN DE ECUADOR
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Los
procesos de integración en América Latina que paulatinamente se vienen
consolidando como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) afrontan la
permanente amenaza de gobiernos lacayos de la región como los de México,
Colombia y Chile, que intentan convertirse en caballo de Troya y de
esta manera ser funcionales a los intereses hegemónicos de Estados
Unidos. Esta fue una de las conclusiones de la conferencia que el
reputado polItólogo y sociólogo argentino Atilio Boron ofreció en el
Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) del Ecuador, el pasado 15
de febrero.
Boron
durante su disertación en Quito analizó en forma detallada el mapa
geopolítico de América Latina y el papel de la CELAC, e hizo énfasis
sobre la vital importancia que tiene esta región para el imperio
norteamericano.
CUATRO TIPO DE REGÍMENES
Al
hacer el mapeo sociopolítico de Latinoamérica, el analista argentino
caracterizó a los regímenes de Hugo Chávez en Venezuela; Evo Morales en
Bolivia; Rafael Correa en Ecuador; y Daniel Ortega en Nicaragua como
gobiernos reformistas radicales. Los de Uruguay, Brasil y Argentina, de
centro izquierda. Y una revolución consolidada como es el caso de Cuba,
que es la única en la región. Un cuarto tipo de régimen es el de la
derecha neoliberal al que pertenecen casi todos los países de
Centroamérica, así como México, Colombia, Perú y Chile, lo que denominó
como el flanco del Pacífico suramericano.
Este
mosaico sociopolítico claramente diferenciado plantea cómo se puede
avanzar en un proceso de integración, cuando hay diversos intereses y
distintas ópticas de por medio.
LOS GOBIERNOS REFORMISTAS RADICALES
El
rasgo distintivo de estos gobiernos que hacen parte de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA) es la permanente
confrontación con las clases dominantes en los respectivos países que
defienden y/o representan los intereses de Estados Unidos. Por ello
estos regímenes deben soportar y hacerle frente a los sistemáticos
intentos de desestabilización política de los grupos fácticos de poder
que, en la mayoría de los casos, son propietario de los monopolios de
medios de comunicación, desde los cuales atizan la oposición y el
desprestigio de los gobiernos progresistas. Con el apoyo irrestricto de
Washington en lo financiero, logístico, militar y político, buscan por
todos los medios deshacer el camino andado por los gobernantes de
izquierda que han consolidado un apoyo popular abrumador en las urnas.
GOBIERNOS DE CENTROIZQUIERDA DEL CONO SUR
El
propósito de los gobiernos de Dilma Rousseff en Brasil; Cristina
Fernández de Kirchner en Argentina; y José Mujica en Uruguay es, en
opinión de Boron, fundar un capitalismo serio en América Latina (algo
así como un capitalismo con "rostro humano). Sin embargo, sostiene en
forma categórica que el capitalismo ha demostrado durante la historia
que no genera ningún tipo de bienestar, ni siquiera incluso en el
denominado "mundo desarrollado" que hoy está enfrentando los embates del
criminal modelo neoliberal como lo refleja la cruda y desesperante
situación social que están viviendo varios países europeos, o los
propios Estados Unidos que afronta la crisis de 47 millones de
habitantes por debajo de la pobreza y 100 millones más que no tienen
ningún acceso a servicios de salud.
Si
bien estos gobiernos catalogados de centroizquierda mantienen rezagos
del modelo neoliberal, como el hecho de que las empresas estratégicas
del Estado mantienen una lógica capitalista como por ejemplo, Petrobras
que es mixta y cotiza en bolsa, Boron resalta que durante el desarrollo
de su gestión han implementado políticas sociales que han mitigado la
pobreza.
El
rol de estos gobiernos ha sido fundamental para apoyar los regímenes
progresistas y de izquierda en la región, pues mandatarios como Néstor
Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva fueron fundamentales en la
estrategia de Hugo Chávez aupada por Fidel Castro para hundir en 2005 en
Mar del Plata, durante la Cumbre de las Américas, la malhadada Alianza
de Libre Comercio de las Américas (ALCA), un proyecto económico
neoliberal de recolonización inspirado en Washington.
LA REVOLUCIÓN CUBANA
Boron
no duda en calificar de consolidada la Revolución Cubana, no obstante
el criminal bloqueo estadounidense que ya lleva más de medio siglo, caso
singular por cuanto no hay antecedente en la historia universal de
acciones continuadas de lesa humanidad que atenten contra la
sobrevivencia y normal desarrollo de todo un pueblo. Pese a los
avatares, las limitaciones naturales y económicas, Cuba supera en
indicadores de desarrollo humano tanto a los países latinoamericanos
como a varios de los llamados del primer mundo como los propios Estados
Unidos. En salud, mortalidad infantil, educación, deporte, la Revolución
Cubana tiene mucho que mostrar. Pero además, dice Boron, el fomento de
la cultura y de las artes ha consolidado la concientización social de
esta revolución que es caso único.
Destaca
que Cuba acaba de ganarle a la política del bloqueo económico de
Estados Unidos, al asumir la presidencia pro témpore de la CELAC, lo
cual es un signo de que se acabó definitivamente el asilamiento que le
ha querido imponer infamemente Washington.
GOBIERNOS DE DERECHA CLÁSICA
Finalmente
y dentro del espectro de gobiernos latinoamericanos están los gobiernos
de la derecha clásica, cuyos tres baluartes para Washington son México,
Colombia y Chile que junto con el Perú han concretado la Alianza del
Pacífico para debilitar proyectos de integración como UNASUR, el Consejo
Suramericano de Defensa y la CELAC. Su propósito, señala Boron, es el
de convertirse en caballo de Troya para debilitar la fuerza no solo de
estos procesos de unidad latinoamericana sino también y en consonancia
con Washington, los gobiernos progresistas del hemisferio.
El
rasgo principal de estos gobiernos es el uso de la represión para
reprimir y criminalizar la protesta social y la violación permanente de
derechos humanos. El caso patético, sostiene el politólogo argentino, es
el de Colombia, cuyas estadísticas en asesinatos de dirigentes
sindicales, sociales y políticos de izquierda, de fosas comunes, de los
denominados "falsos positivos", son abrumadoras.
Para
Estados Unidos, Colombia juega papel fundamental en la nueva
geoestrategia de Latinoamérica, pues este país andino en los designios
de los estrategas del Pentágono y el Departamento de Estado está llamado
a convertirse en el Israel de América del Sur. Es decir, la gran base
desde la cual proyectar el poderío militar estadounidense hacia el resto
del continente.
LA IMPORTANCIA ESTRATÉGICA DE AMÉRICA LATINA PARA LOS ESTADOS UNIDOS
Boron
hace énfasis en que Estados Unidos históricamente ha cuidado de manera
prevalente a lo que despectivamente han denominado su "patio de atrás".
No es gratuito, afirma, que la primera doctrina de política exterior que
elaborara Washington haya sido sobre América Latina: la famosa Doctrina
Monroe de 1823. Casi un siglo después de formulado el axioma: "América
para los americanos", Estados Unidos plantea una nueva doctrina
internacional, esta vez presentada por el presidente Woodrow Wilson en
1918 y tiene que ver con la paz de Europa como consecuencia de la
Primera Guerra Mundial. No pasan 30 años y Washington retoma su interés
geoestratégico en América Latina. Esta vez en 1947, Estados Unidos
suscribe el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que se
sustenta en todo un esquema militar para la región. Este instrumento se
concreta antes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) que se firmó en 1949. "Eso indica -recaba Boron- la excepcional
importancia de América Latina para Estados Unidos".
Con
cifras en la mano, el analista político argentino muestra cómo esta
región se consolida como la de mayor importancia geoestratégica del
planeta. En América del Sur, por ejemplo, se encuentra entre el 30 y el
35% de la reserva de agua dulce, ello sin incluir el Acuífero Guaraní
(que comparten Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) que tiene una
capacidad infinita de reproducción del valioso liquido.
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De
los diez países mineros más importantes del mundo, siete están en
Latinoamérica. El 80% del litio, un potencial electroquímico de altísimo
valor, se encuentra en esta región. Ello para no hablar de las inmensas
reservas de petróleo, gas, biodiversidad y el pulmón ecológico que
representa la cuenca amazónica.
Boron
trae a cuento estos datos para señalar que Estados Unidos requiere de
al menos 40 minerales de los que posee América Latina y de los cuales
carece para poder mantener su modelo de vida.
MILITARIZACIÓN
Lo
anterior explica porque a partir de la revolución sandinista de 1979
Estados Unidos se dio a la tarea de expandir su estrategia de
militarización a lo largo y ancho de Latinoamérica Pero no solo ello,
históricamente la región ha sido una prioridad para Washington, no en
vano durante el último siglo ha perpetrado 200 intervenciones militares
en América Latina.
Además,
el Comando Sur fue el primero de los diez que se han creado por parte
del Pentágono para controlar militarmente el mundo, y cuya jurisdicción
comprende prácticamente toda la región con excepción de Cuba y México.
La
expansión de las bases militares por parte de Washington también es
sintomática. Antes de las década de los 80 del siglo pasado, Estados
Unidos solo contaba con dos bases militares: Guantánamo en Cuba y
Roosevelt en Puerto Rico. Hoy en día dispone de 76 bases, no obstante
que América Latina es la región más pacífica del mundo.
Las
operaciones militares que Washington realiza a lo largo y ancho del
hemisferio siempre están disfrazadas de misiones humanitarias, pero lo
cierto es que su propósito es ir tomando posiciones para apoderarse de
sus recursos naturales.
Como
anécdota refiere Borón que hace más de un año cuando comenzó a trabajar
en su último libro "América Latina en la Geopolítica del Imperialismo"
(Ediciones Luxemburg, Buenos Aires, 2012), en la región existían 75
bases militares, y al entregarlo para su edición y publicación, el
Pentágono ya había instalado una más, concretamente en la frontera
peruana-ecuatoriana, en plena zona amazónica.
No
es coincidencia, sostiene, que dichas bases militares estén ubicadas
precisamente en aquellas áreas de Latinoamérica en donde se encuentran
concentradas las riquezas naturales. Las mismas, advierte, "serán
utilizadas cuando llegue el momento oportuno". Y es que el Che Guevara
lo dijo claramente: "América Latina es la reserva estratégica de Estados
Unidos".
OFENSIVA MEDIÁTICA
Como
América Latina tiene una importancia fundamental desde el punto de
vista geoestratégico, Washington se empeña por todos los medios con la
complicidad de los gobiernos lacayos de derecha de la región, en
debilitar y desestabilizar a los líderes progresistas que buscan la
definitiva emancipación. Para ello, una de las armas que utilizan las
oligarquías cipayas de los países latinoamericanos con el directo apoyo
del imperio del norte es la ofensiva mediática gracias a que el negocio
de la comunicación está concentrado en sus monopolios empresariales.
La
canalla mediática ha sido impulsora y cómplice de los golpes de Estado o
intentonas de desestabilización que se han dado desde principios de la
última década hasta nuestros días en Venezuela, Bolivia, Honduras,
Ecuador y Paraguay.
Boron
pone como ejemplo el papel de manipulación y farsa que cumple el ultra
conservador Grupo de Diarios de América (GDA) fundado en 1991 y que
tiene como objetivo su articulación funcional, logística y periodística
para desarrollar una bien planificada ofensiva editorial contra los
gobiernos progresistas del continente.
Del
GDA hacen parte los diarios de corte más retrógrado de la región como
La Nación de Argentina, O Globo de Brasil, El Mercurio de Chile, El
Tiempo de Colombia, El Comercio de Ecuador, La Nación de Costa Rica, El
Universal de México, El Comercio de Perú, El Nuevo Día de Puerto Rico,
El Nacional de Venezuela, y El País de Uruguay. Todos ellos además
agremiados en la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) un cartel de
propietarios de periódicos conservadores creado y auspiciado por la CIA
para imponer una única línea editorial en América Latina.
INSTITUCIONALIZAR LA CELAC
Boron
considera prioritario si los gobiernos progresistas de Latinoamérica
profundizan su objetivo de integración, la necesidad de
institucionalizar un organismo como la CELAC, habida cuenta que no puede
ser un simple foro de encuentro y discusión de mandatarios. Por el
contrario, debe contar con una estructura funcional, con recursos, que
genere estudios, algo así como una CEPAL que en los años 50 del siglo
pasado creo una alternativa económica para la región.
La
CELAC, puntualizó Boron, tiene que ser un centro de pensamiento y de
articulación hemisférica que elabore una agenda conjunta para los
desafíos geopolíticos que son inmensos.
VIDEO DE LA CONFERENCIA
La conferencia magistral de Atilio Boron en la sede del IAEN en Quito, en el siguiente video, también en Youtbe:
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