El pueblo palestino comenzó a identificar el 17 de abril como el Día de los Prisioneros Palestinos a partir de esa fecha del año 1974, día en que Israel liberó a Mahmud Bakr Hijazi, el primer palestino excarcelado por acuerdo de intercambio de prisioneros desde la guerra de ocupación sionista de 1967.
Aquel fue un acto simbólico de resistencia y victoria, pues en ese breve lapso de 7 años, de 1967 a 1974, 202 detenidos palestinos habían muerto tras ser secuestrados y encerrados arbitrariamente por fuerzas israelíes.
Según el Ministerio de Prisioneros, Israel tiene en sus 25 centros de detención más de 4 700 reclusos palestinos, entre los que se encuentran nueve mujeres, 190 menores de edad, 27 diputados y tres ex ministros.
La tragedia que vive --y frente a la cual resiste heroicamente-- el pueblo palestino estremece y sensibiliza a la humanidad, como quizás no sucede respecto a ningún otro conflicto de nuestra época por su sostenida naturaleza en extremo inhumana y perversa. El fin de esa prolongada política de saqueo, barbarie y muerte, que se sostiene únicamente sobre la superioridad de la fuerza, está indisolublemente vinculado a la libertad de todos los palestinos presos por su condición de patriotas.
Hace poco más de un mes, la OSPAAAL denunció con firmeza la conmoción que nos produjo la trágica muerte en prisión de los combatientes Arafat Jaradat y Maysara Abuhamdiyeh. El 3 de abril, los prisioneros palestinos en cárceles israelíes realizaron una huelga de hambre casi unánime por la muerte del compañero Abuhamdiyeh, aquel suceso hizo vibrar la conciencia de millones de personas honestas alrededor del orbe. Aún reclamamos por la vida de Samer Al Issawi, quien permanece en huelga de hambre desde hace 8 meses.
Nuestros compañeros y compañeras encarcelados en los centros de detención y campos de concentración sionistas no la desprecian, aman la vida. La razón que les obliga a tomar la opción de realizar huelgas de hambre es la necesidad de un sacrificio mayor de resistencia frente a la escalada de violencia de que son continuamente víctimas, a las detenciones arbitrarias sin cargos ni procesos judiciales, a las condiciones infrahumanas a que son sometidos, a la privación de sus derechos básicos, al régimen de incomunicación, al confinamiento en solitario, entre otras muchas manifestaciones de irrespeto por su dignidad. Todas esas medidas constituyen violaciones flagrantes al Derecho Internacional sobre los Derechos Humanos.
La solución definitiva del drama palestino requiere de la aplicación irrestricta de la legalidad internacional y del respeto al multilateralismo en las relaciones internacionales; en oposición a la agresividad, la hostilidad y violencia que en grado superlativo han predominado de manera siniestra durante los últimos 65 años contra ese pueblo hermano por parte de Israel, la potencia ocupante, financiada y protegida con indignante impunidad por los Estados Unidos y sus aliados de Occidente.
En ocasión del Día de los Prisioneros Palestinos, el Secretariado Ejecutivo de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina reitera su enérgica condena la política represiva sionista, y en particular, al tratamiento cruel, inhumano y degradante que sufren los 4 700 patriotas palestinos en cárceles sionistas; responsabiliza a Israel por su vida y su integridad física.
Nuestra organización tricontinental reitera al hermano pueblo palestino
su solidaridad inalterable, el más firme rechazo a esta alarmante
violación de los derechos humanos, y le reafirma el compromiso de que
trabajaremos sin descanso hasta que todos sus hijos se encuentren en
libertad, se ponga fin a la ocupación, a las agresiones y se consagre el
derecho legítimo de Palestina a la constitución de su propio Estado
independiente.
Secretariado Ejecutivo de la OSPAAAL
17 de abril de 2013
17 de abril de 2013
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