domingo, 12 de mayo de 2013

Holguín: un mensaje de historia, tradición y esperanza

Texto y fotos Rosa C. Báez
 

Finalmente, mi sueño se hizo realidad: al fin visitaría la ciudad de mi Isla insurrecta que más había añorado conocer, y el artífice de esta magia tuvo un nombre… ¡las Romerías de Mayo!

 ¿Qué puede decir esta habanera descendiente de pinareños de una hermosa fiesta, nacida hace la friolera de veinte años, en el oriente del país? ¿Qué, que no hayan dicho ya voces mucho más autorizadas? Sólo la emoción y el asombro ante la maravilla de un evento que más allá de propósitos culturales o históricos es una verdadera fiesta de pueblo, tan auténtica como las parrandas remedianas o las charangas bejucaleñas o los carnavales santiagueros y, ¡quién sabe! tal vez algún día, como ellas, declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
 Ir a Holguín en Romerías es trascender lo nacional, lo autóctono, para insertarse en lo Latinoamericano,  diríamos más, en lo Universal, porque desde las raíces españolas y africanas de nuestros pueblos, nos llegan aires de tradición y de modernidad. Porque las Romerías de Mayo, repito, son un punto de encuentro y cada vez más, un trampolín desde donde lanzarse a nuevas ideas, a nuevos proyectos, son un ansia de ir a por más, a esa unión de nuestras identidades que soñaran nuestros próceres, que imaginaran Martí, San Martín, Bolívar. Una fiesta que, partiendo de lo religioso, ha alcanzado lo cultural, lo social e incluso, ¿y por qué no?, la trascendencia de lo político…
 Alexis Triana, alma y médula de este evento, en sus palabras inaugurales, hizo un llamado a que los participantes fueran abanderados en la lucha por un mundo sostenible, por la preservación de la naturaleza, por el cuidado y estudio de nuestras culturas y de la memoria histórica de los pueblos. Y este es el espíritu que prevalece en las Romerías, en una ciudad que torna arte hasta sus ruinas -muestra de ello es la Plaza de la Marqueta- o los postes del alumbrado público…
 Todo me impresionó de Holguín, de las Romerías.  Y sólo siento no haber alcanzado, junto con la sonrisa imborrable de los holguineros, el don de la ubicuidad, para haber podido participar en tanto y tanto evento: conciertos, desde Buena Fe a De Khalafary’s; espectáculos teatrales, desde Mirón Teatro hasta Teatro Garabato o Alasbuenas; danzarios como Indiada Tangos -acompañados por la increíble voz de Nando Ventura; presentación y venta de libros -Ah, cómo pude perderme la excelente obra que recoge textos de Alfredo Guevara!-; conferencias, charlas, entrega de Premios… Hip Hop, rock, trova, música tradicional cubana…. ¡en fin!  Actividades muchas de ellas en el mismo horario, lo que le resta participación a algunas… Tal vez en próximas Romerías se pueda coordinar el escalamiento temático de las actividades, para que no coincidan en horario, como sucedió con varios conversatorios sobre Martí, pues al escalonarlos nos permitiría correr de uno a otro y no conformarnos con sólo asistir a uno de ellos. ¡Fueron tantos los eventos y presentaciones a los que hubiéramos querido asistir!
 Los invito a leer más sobre este evento, para conocerlo y ¿por qué no?, participar el próximo 2014 en esa primera semana de mayo plena de maravillas que nos brinda Holguín: ahora yo también tengo un sueño: ¡¡regresar, mientras queden vida y fuerzas, cada año, a las Romerías de Mayo!!

Pdta: No quiero dejar de felicitar y agradecer a los compañeros de la Oficina de Comunicaciones culturales, al staff de edición y publicación del excelente periódico La Luz, que diariamente nos informó de todo lo ocurrido en el evento, y también, a Alexis Triana y Luis Ernesto Ruiz por su deferencia al invitar a esta bloguera!

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