Los que agraden por todas las vías posibles a la Isla, sus ideas y sus dirigentes, lo seguirán haciendo. No se toman el trabajo de saber cómo logran los isleños algo así, que desde luego, solo puede ser una obra colectiva de un calibre singular. Esa confianza de que nadie quedará abandonado a su suerte, la preocupación de unos por otros, la solidaridad y esa certeza de que se saldrá del mal momento, es una cultura, un motor interior que los cubanos saben echar a andar. ¨Los agradecidos ven la luz¨ enseñó a pensar a los cubanos José Martí
Un amigo solidario con Cuba nos cuenta: ¨Yo mismo, desde Nueva York, me decía: pero es mucha la importancia que le están dando a Gustav. Veo la prensa digital cubana, y en toda aparece el presidente Raúl Castro revisando los preparativos para enfrentar ese fenómeno ¿No será una exageración? ¿Por qué tanta importancia?.Pensaba yo¨. Anselmo Liberato continúa su reflexión. ¨Y a ahí lo tienen. Es por ello que el gobierno de Cuba marca la diferencia. Si Cuba no estuviera tan organizada contra los huracanes como está, Gustav habría cobrado un sinnúmero de víctimas.¨
Las autoridades cubanas son siempre cautelosas en cuanto al monto total de los daños, acostumbran a ser precisos. Los nacionales saben que casa a casa, cultivo por cultivo, instalación por instalación, etc. se ven y cuantifican las afectaciones y muchos participan en esa labor luego de un evento meteorológico como el que ha pasado por el occidente del archipiélago. Sin embargo, las cifras exactas, sin dudas son cuantiosas, millonarias calcula esta cronista.
Según informó a la población cubana en la tarde-noche de este domingo en un primer balance general el coronel Miguel Ángel Puig, Jefe del Departamento de Operaciones del Consejo Nacional de la Defensa Civil, dijo que «se protegieron 467 000 personas en todo el país, más 77 por ciento en las provincias occidentales».
«En estas acciones de protección participaron más de 71 mil personas. Y los principales daños estuvieron asociados a los fuertes vientos, pues el paso rápido de Gustav por el territorio nacional no dejó afortunadamente muchas precipitaciones». Puig explicó que «Solo hubo 19 lesionados, según se conoce hasta ahora».
«La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, reporta la caída de la torre del centro de comunicaciones en la Isla de la Juventud. (...) Se encuentran incomunicadas, desde el punto de vista de la radiodifusión 14 comunidades — dos en la Isla y 12 en Pinar del Río— y un total de 14 300 usuarios carecían de servicios; 8 000 de ellos en la más occidental de las provincias. También en territorio pinero –Isla de la Juventud- cayó la torre de Televisión y las señales de Radio de onda media están igualmente dañadas.
El coronel Puig informó que la base de transporte de Nueva Gerona tuvo 18 medios afectados severamente y otros 66 con diversos problemas. Hacia el Municipio Especial salió el mismo domingo un cargamento de medicamentos, equipos de transporte que incluyó 10 ómnibus; sistemas eléctricos y una brigada de linieros.
Tanto la Defensa Civil, como las demás autoridades del país llamaron igualmente a mantener las medidas epidemiológicas en los lugares donde aún se encuentran personas evacuadas. En estos momentos se continúan evaluando las consecuencias del devastador paso del ciclón.
En Cuba Gustav hizo vivir a los cubanos momentos difíciles, que aún continúan. En la Isla de la Juventud el huracán levantó vehículos que salieron volando, reventó tinacos, arrancó puertas y ventanas y dejó numerosas calles bloqueadas por los escombros. Una embarcación voló desde su puesto de amarre en el puerto hasta el interior de la ciudad de Nueva Gerona. Toda la infraestructura eléctrica quedó destruida en este territorio de 86 mil habitantes.
En las provincias de Pinar del Río y La Habana (que rodea a la capital) y la Isla de la Juventud, cayeron torres de transmisión de radio, televisión y telefonía celular y al menos 600 postes del sistema eléctrico.
En la provincia de La Habana, que abastece de comida a la capital, se consideraban perdidas más de 3 mil 700 hectáreas de frutales.
Sólo en Pinar del Río se computaban el domingo 86 mil viviendas dañadas, en su mayor parte con derrumbe total, muy por encima de las 50 mil previstas para construirse este año. En la misma provincia había 136 torres de alta tensión derrumbadas. Esa región es la principal productora del tabaco de exportación, que recibió daños en unas 3 mil 500 casas de procesamiento de la hoja.
En las cercanías de la Isla de la Juventud está el islote turístico de Cayo Largo del Sur, que también resultó con daños en su entorno natural.
Hoy lunes, la Isla de la Juventud, la mayor parte de las provincias de Pinar del Río y La Habana y una porción de esta capital aún permanecían sin suministro eléctrico de la red nacioanal y sin embargo, cientos de grupos electrógenos proveían de electricidad a hospitales, centros de elaboración de alimentos y otras instalaciones imprescindibles para los pobladores.
Hay por delante mucho trabajo, pero se hace ya con la certeza de no estar desprotegidos, a pesar de ser un país pobre. Cuba hace la diferencia, como bien dice un amigo.
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