lunes, 15 de septiembre de 2008

Información Oficial de datos preliminares sobre los daños ocasionados por los huracanes Gustav e Ike

La acción combinada de los huracanes Gustav e Ike en vientos, lluvias e inundaciones a su paso prácticamente por todo el país, entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre, incluidos los efectos previos y posteriores a su entrada y salida del territorio nacional, la convierten sin duda alguna en la más devastadora en la historia de estos fenómenos meteorológicos en Cuba con relación a la magnitud de los daños materiales ocurridos.

Para nuestro pueblo, preparado durante años para enfrentar desastres naturales gracias a la organización y eficiencia demostradas por su fuerte, enérgica y previsora Defensa Civil, como la calificara Fidel, han sido sobrecogedoras las vivencias de cientos de miles de compatriotas directamente damnificados y las imágenes trasmitidas por los medios de prensa de las localidades impactadas.

Solo la Revolución evita que ante tan significativas afectaciones a las actividades económico-productivas y de servicios y a toda la infraestructura de la nación, provincias como Pinar del Río, Holguín, Las Tunas, Camagüey y el municipio especial Isla de la Juventud, por mencionar las que recibieron el golpe más demoledor, no sean declaradas zonas de desastre, y sus habitantes no estén inmersos en la desolación. Por el contrario, es la confianza de que dejaremos atrás esta compleja situación lo que prevalece en esos territorios y en todo el país; es la seguridad de que, unidos bajo la dirección del Partido, desarrollaremos el intenso y efectivo, aunque sea prolongado, proceso de recuperación y restablecimiento.

Tanto el huracán Gustav como el Ike, en sus trayectorias, pusieron en tensión virtualmente a todo el país desde el 25 de agosto en que la Defensa Civil emitió la primera nota sobre esos meteoros pasando a fase informativa las provincias orientales, hasta la número 9 referida al Ike, el 11 de septiembre, que puso a Pinar del Río en la etapa recuperativa.

No hubo en uno y otro evento territorio alguno que escapara de sus amenazas e impactos. Cercano a su entrada y salida por tierra pinareña, casi por los mismos sitios -kilómetros más o menos de diferencia de su antecesor-, el Ike tuvo en alarma ciclónica a todo el país. La historia es suficientemente conocida.

Como se sabe, la primera prioridad del país en estas circunstancias, desde que son pronosticadas las posibilidades de riesgo, es la salvaguarda de las vidas humanas. Algunos datos ilustran el alcance del esfuerzo en este sentido.

En total, por ambos fenómenos meteorológicos, fueron protegidas 3 millones 179 mil 846 personas -2 millones 772 mil 615 de ellas cuando el Ike-, de las cuales sólo cerca de medio millón se albergó en centros de evacuación; el resto recibió abrigo solidario de familiares y vecinos, en lo que se emplearon más de 10 mil medios de transporte y cientos de albergues habilitados para la ocasión. Adicionalmente, como consecuencia de las medidas adoptadas por el Ike, se retornaron a sus viviendas 176 mil 113 estudiantes de centros internos y fueron reubicados 2 mil 818 turistas.

En función del Sistema de Defensa Civil y misiones derivadas, laboraron en uno y otro evento más de 87 mil compañeras y compañeros entre movilizados y personal de los puestos de dirección desde la nación hasta las zonas de defensa.

Y aunque durante el Gustav no se produjo ninguna pérdida de vida humana, en los días del Ike, como se informó oportunamente, hubo que lamentar la muerte de siete ciudadanos en varias provincias, no solo como consecuencia directa de sus efectos, sino de la falta de observancia estricta de las medidas orientadas por la Defensa Civil.

Cuantiosas pérdidas materiales

Evaluaciones muy preliminares de los daños acaecidos en los menos de diez días que impactaron el territorio nacional ambos huracanes cifran las pérdidas en alrededor de 5 mil millones de dólares.

Sin duda uno de los impactos más letales causados por Gustav e Ike fue el de la vivienda: más de 444 mil dañadas, buena parte de ellas con pérdidas parciales y totales de techo, además de otras averías; y del total, 63 mil 249 son derrumbes totales.

En todos los territorios hubo afectaciones -que no son los números finales pues aún podrá incrementarse una cierta cantidad motivado por el efecto conjunto de las intensas lluvias y el paso de los primeros días-, pero las mayores están directamente relacionadas con aquellos más castigados por las lluvias y vientos más intensos a lo que se sumaron las causadas por inundaciones y penetraciones del mar, antes, durante y después, es decir, Pinar del Río y la Islala Juventud, sobre todo por el Gustav (con su categoría 4 aventajada), y Holguín, Las Tunas y Camagüey, por el Ike (categoría 3).

Puede calificarse, además, como el tipo de problema más complejo, no solo porque en el caso de las viviendas destruidas deja a más de 200 mil personas sin ellas por un tiempo, y a algunos cientos de miles más cuyas casas requieren reparación, sino porque construir y rehabilitar implica inversiones financieras y en recursos verdaderamente millonarias, y obligadamente años de trabajo intenso.

Principales afectaciones del Gustav en otras esferas.

La evaluación preliminar de los daños del Gustav refleja que las afectaciones más importantes se produjeron en el municipio especial Isla de la Juventud y en la provincia de Pinar del Río, fundamentalmente en las localidades de San Cristóbal, Los Palacios, Consolación del Sur, Viñales, La Palma, Minas de Matahambre, Candelaria y Bahía Honda.

Debe tomarse en cuenta que los cálculos de las pérdidas en viviendas son sobre la base de precios históricos y convencionales, y no los valores reales a precios internacionales. Baste señalar que para disponer de una vivienda duradera que resista los más los más fuertes vientos, se requiere un elemento indispensable que escasea mucho: la fuerza de trabajo. Esta se necesita lo mismo para una reparación temporal que para una construcción duradera. Dicha fuerza hay que repartirla en todos los demás centros de producción y servicios, algunos significativamente dañados, por lo que el valor real de una vivienda en el mundo y la amortización de la inversión correspondiente es muchas veces mayor.

La situación es crítica en las 120 mil 105 viviendas que fueron afectadas por el Gustav en la provincia de Pinar del Río, particularmente en los municipios de Los Palacios y San Cristóbal.

Asociado a los daños en las viviendas, están los de los tanques para almacenar agua en los edificios, que superan la cifra de cuatro mil.

En la región occidental del país se reportan serias afectaciones de la infraestructura eléctrica:

- En la línea de trasmisión de 220 kilovatios Mariel/Pinar del Río: destruidas 137 torres, y 13 en la de 110 kilovatios.

- 4 mil 500 postes derribados; 530 transformadores y 5 mil luminarias públicas dañados, entre otros elementos.

En el municipio especial Isla de la Juventud se afectó el 100% de las líneas eléctricas.

Sufrieron pérdidas totales en el occidente del país más de 55 mil 700 hectáreas de diferentes cultivos, principalmente viandas y caña. Se afectaron además 877 organopónicos y 392 huertos intensivos.

Afectó seriamente el 80% de la avicultura de la Isla de la Juventud, y totalmente los ocho municipios pinareños azotados.

Se destruyeron 3 mil 414 casas de tabaco y se afectaron 1 590, así como más de 800 toneladas del producto.

Fueron afectadas más de 180 mil hectáreas de plantaciones forestales.

En la producción industrial de alimentos: 28 panaderías, 8 dulcerías y una empresa de conservas de frutas y vegetales, fueron afectadas fundamentalmente por la pérdida total de los techos, aunque disponían de electrogeneradores.

Sufrieron afectaciones 4 mil 355 toneladas de alimentos en almacenes y bodegas.

Los principales perjuicios en el sistema de Radio Cuba se produjeron por la destrucción total de las torres de onda media (2) y la torre de televisión en la Isla de la Juventud, afectándose los servicios de radio y televisión. Situación similar presentan en Pinar del Río las torres de las instalaciones de San Cristóbal, La Palma, Los Palacios y sus tres centros de televisión. En La Habana fueron dañados los centros de Artemisa y Bauta.

En las telecomunicaciones se afectaron 9 mil 316 servicios, la mayoría de ellos en el municipio especial (7 mil 797) y Pinar del Río (1 021).

Se continúan precisando las pérdidas en equipos de computación, televisores y videos. Se han afectado 794 computadoras de los sectores de salud y educación.

En el campo de salud pública en la región occidental sufrieron daños de consideración 314 instalaciones, entre ellas: 26 hospitales, 18 policlínicos, 191 consultorios, 14 hogares de ancianos y casas de abuelos y 42 farmacias, con la situación más crítica, igualmente, en la Isla de la Juventud y varios municipios pinareños: San Cristóbal, Los Palacios, La Palma y Consolación del Sur.

En educación se afectaron 1 160 centros educacionales, entre ellos: 599 en Pinar del Río, 218 en La Habana, 225 en Ciudad de la Habana y 87 en la Isla de la Juventud.

Se destruyeron importantes instalaciones en el puerto de Nueva Gerona y hubo daños en el aeropuerto del municipio especial, afectándose allí prácticamente todo el transporte de pasajeros.

Daños fundamentales causados por el Ike

Sin haber concluido las evaluaciones, hasta el cierre de esta información el 12 de septiembre, los mayores daños por territorio se han producido en las provincias que se mencionan, principalmente en los municipios siguientes:

Guantánamo, los municipios de Baracoa y Maisí.

Holguín, principalmente el municipio cabecera, Banes, Antilla, Moa, Rafael Freyre, Mayarí y Gibara.

Las Tunas, el municipio cabecera, Puerto Padre, Manatí y Jesús Menéndez.

Camagüey, el municipio cabecera, Nuevitas, Guáimaro, Najasa, Florida, Sibanicú, Minas y Santa Cruz del Sur.

Ciego de Ávila, el municipio cabecera, Venezuela, Baraguá y Majagua.

Sancti Spíritus, el municipio cabecera, Trinidad y La Sierpe.

Villa Clara, Manicaragua, Encrucijada, Santo Domingo y Sagua la Grande.

Cienfuegos, Cumanayagua y Aguada de Pasajeros.

Matanzas, el municipio cabecera, Unión de Reyes, Calimete, Perico y Jagüey Grande.

En todos los municipios de esas provincias se produjeron afectaciones. Se citan sólo los más importantes. Las pérdidas en los demás municipios no serán ignoradas.

En cuanto a las afectaciones fundamentales, se reportan pérdidas importantes en las provincias de La Habana y Ciudad de La Habana, aunque no en un porcentaje tan alto como en el resto del país.

De nuevo Pinar del Río y la Isla de la Juventud fueron golpeados por los vientos, y esta vez mucho más por las aguas. Tardaron en desaparecer los efectos del huracán.

El servicio eléctrico se vio afectado prácticamente en todo el país, que quedó a oscuras por el efecto directo de los vientos y las lluvias intensas y por las medidas de protección que se aplican para evitar daños mayores.

Las tareas de rehabilitación, por demás, se complicaron en casi todos los territorios 24 horas después de la salida al mar del meteoro.

En un inicio, el suministro fue restableciéndose con la utilización de microsistemas eléctricos mediante los grupos electrógenos, que se van sustituyendo en la medida en que se ha ido activando el Sistema Electroenergético Nacional, excepto en las provincias de Santiago de Cuba, Granma y parte de Guantánamo, donde fue posible conectarlos a la termoeléctrica Renté. La provincia de Pinar del Río y el municipio especial Isla de la Juventud permanecen recibiendo el servicio de los microsistemas, creados, hasta la solución definitiva cuando puedan ser reconstruidas las líneas de transmisión, lo que se hará en el menor tiempo posible.

Hasta el 12 de septiembre, las provincias contaban ya con servicio eléctrico en los siguientes porcentajes: Las Tunas, Camagüey y Holguín no rebasaban el 30% debido a la magnitud de las averías en sus redes básicas; Granma y Santiago de Cuba pasaban del 99%, y Guantánamo del 94%, aunque Maisí y Baracoa, municipios más golpeados, estaban al 53% y 79%, respectivamente; Ciego de Ávila superaba el 92%; La Habana, casi 92%; Matanzas, 90%¸ Villa Clara, 87,2%; Cienfuegos, 94,7% y Sancti Spíritus, 84%, todas con sus cabeceras provinciales, como norma, en porcentajes superiores. Algunos de sus municipios más atrasados sufrieron también daños importantes en las redes.

Ciudad de La Habana pasaba del 98%, aunque quedaban interrupciones puntuales por resolver (transformadores quemados, ramales, etcétera), concentrados en Boyeros, La Habana del Este, Plaza, Cerro y Playa.

Los territorios más comprometidos y complejos, Pinar del Río e Isla de la Juventud, estaban a un poco más del 55% y casi al 67%, respectivamente.

Las mini y microhidroeléctricas han sido seriamente afectadas.

Se mantienen funcionando los pozos para el suministro del gas manufacturado a la Capital. Solo una turbina en Energás está trabajando para mantener la vitalidad, para lo que se mantienen abiertos algunos pozos dando gas al sistema.

Hay interrupciones generalizadas en las comunicaciones por caídas de árboles, postes telefónicos y torres de transmisión, estando desactivadas algunas estaciones comunitarias de televisión.

Se reportan daños agrícolas como consecuencia del Ike en 205 casas de cultivos protegidos y la mayoría de las instalaciones de cultivos semiprotegidos.

Sufrieron todas las áreas de café en la zona oriental del país, perdiéndose en lo fundamental la cosecha en algunos de los municipios más productores por la acción combinada de la lluvia y el viento en zonas como Mayarí, Sagua de Tánamo, Maisí y en la provincia Granma.

Se perdieron 32 mil 305 hectáreas de plátano y más de 10 mil hectáreas de otros renglones en las provincias orientales.

Al cierre de esta información, se reportaba la pérdida de más de medio millón de aves, unas 100 mil de las cuales pudieron sacrificarse y venderse a la población. Los daños a la masa avícola fueron significativos en Sancti Spíritus, Matanzas, Las Tunas y Camagüey.

En la caña se reportan 156 mil 600 hectáreas encamadas, 518 mil 879 inundadas y 3 mil 895 hectáreas de caña nueva perdidas, reportándose aproximadamente 40 mil toneladas de azúcar que deben reprocesarse por haberse mojado.

También hay afectaciones notables en las áreas de cultivos varios del Ministerio del Azúcar, registrándose como dañadas más de 10 mil hectáreas de plátanos, arroz, frijoles y otros cultivos, incluyendo los organopónicos.

En las instalaciones industriales son generalizadas las graves afectaciones en techos y ventanas. Todas las fábricas, por diferentes causas, vieron paralizadas sus producciones, muchas de las cuales aún mantienen esa situación.

El Ministerio de Comercio Interior reporta daños en 49 mil 000 toneladas de capacidad de almacenamiento, con la mayor afectación en la Base de Almacenes de Holguín, donde se registran serios daños en 12 mil 750 toneladas de productos y mil 111 bodegas.

Se reporta la destrucción parcial o total de

2 mil 642 instalaciones del Ministerio de Educación, fundamentalmente en cubiertas y ventanales, así como en 186 círculos infantiles, y daños severos en los Institutos Pedagógicos de Holguín, Las Tunas y Camagüey.

El Ministerio de Educación Superior informó afectaciones en las universidades de Cienfuegos, Sancti Spíritus, Matanzas, Villa Clara, Holguín, la sede municipal de Puerto Padre en Las Tunas y el Instituto de Ciencias Agropecuarias de La Habana.,

Registran daños 146 instituciones culturales y 82 instalaciones deportivas, entre ellas 6 Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE),

13 Escuelas Superiores de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) y academias, 2 Facultades de Cultura Física, 5 estadios provinciales de pelota y 32 municipales, 8 salas polivalentes, 13 escuelas comunitarias y 2 complejos de piscinas.

En las instalaciones de salud se reportan las mayores afectaciones en los servicios de neonatología de los hospitales Enrique Cabrera, Aballí, Gineco-Obstétrico Eusebio Hernández, 10 de Octubre y William Soler, así como en el Ortopédico Fructuoso Rodríguez.

Se han presentado afectaciones en las vías de comunicación por caída de árboles e inundaciones. En el pedraplén de Cayo Coco se dañaron todos sus puentes y la conductora de agua. Hay paso con cuidadosa precaución por La Farola, provincia de Guantánamo; se inspeccionan los tramos Las Tunas-Holguín y Holguín-Moa, y quedó interrumpida en dos tramos la Autopista Nacional. Miles de kilómetros de carreteras y caminos han sido dañados a lo largo de todo el país.

Hay 7 puertos cerrados y daños graves en las cubiertas de los almacenes de estos en Vita, Carúpano y Nuevitas, con afectaciones en el embalizamiento y señalización para la entrada en todos los puertos.

En cuanto al volumen de agua acumulada en los 239 embalses del país administrados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, al cierre del 12 de septiembre ascendía a 7 891,5 millones de metros cúbicos, un 86% del total de la capacidad retenida utilizable, que significan el incremento de 1 791 millones de m3 en relación con el viernes 5 de septiembre.

Se encuentran vertiendo 128 embalses, 94 más que antes del paso de Ike.

En la última semana todas las provincias, excepto el municipio especial Isla de la Juventud, incrementaron sus volúmenes embalsados. Se encuentran a más del 90% de su capacidad Pinar del Río, Villa Clara, Cienfuegos, Holguín, Granma y Guantánamo; Santiago de Cuba por encima del 99%. Cuatro provincias más están sobre 80%.

Muchas otras informaciones y datos podrían completar y complementar el panorama que ha dejado en el país, en menos de un mes, el impacto de cuatro fenómenos meteorológicos, especialmente, por su capacidad destructora, los huracanes Gustav e Ike. El país ha sido devastado en su infraestructura económica, social y habitacional como nunca antes.

“Vendrá ahora el análisis de los factores objetivos, el uso racional y óptimo de los recursos materiales y humanos; qué debe hacerse en cada lugar concreto, dónde debe o no invertirse; qué hacer con cada centavo; responder a cada pregunta de lo que debe hacerse en situaciones de emergencia y en circunstancias de normalidad en que todo vuelve a su cauce, agua y aire, y la vida normal de niños, adolescentes y adultos sigue adelante, preparados siempre para luchar y vencer sin desanimarnos jamás ante las adversidades de hoy o de mañana”, como escribiera Fidel recientemente.

El Gobierno no ha perdido un minuto y en pocas horas comenzó a enviar recursos materiales de sus reservas a los territorios afectados, aunque no es posible que todo llegue a todos de inmediato.

La solidariedad del pueblo ha estado presente desde el primer momento, y múltiples son los ejemplos que lo avalan. En ella nos hemos formado en casi medio siglo de Revolución.

No faltará el rigor y la racionalidad a que nos llama Fidel y nos indica el Partido, en el inevitable reajuste de programas y planes económicos y sociales a que nos obliga la primera prioridad de hoy: recuperarnos.

El apoyo exterior tampoco ha faltado. Son ya muchos los gobiernos, organismos e instituciones cuyas autoridades nos han contactado y enviado sus primeras ayudas. La semilla de nuestra conducta internacionalista y solidaria durante décadas germina. Llegue a todos nuestra gratitud.

Merecen admiración los cuadros y militantes de nuestro glorioso Partido, los aguerridos combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, del Ministerio del Interior y la Defensa Civil, los hombres y mujeres de nuestra clase obrera, nuestras organizaciones de masas, nuestros medios de comunicación, nuestros periodistas e intelectuales y los demás ciudadanos de nuestro pueblo heroico, que con valor y disciplina han enfrentado este durísimo golpe recibido de la naturaleza.

¡Trabajemos más unidos que nunca, recordando siempre que “nuestro deber es vencer”!

Septiembre 15 de 2008
15 y 14 horas

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