miércoles, 20 de mayo de 2009

20 de Mayo: la república de unos pocos

Por Mario Padilla

La mejor escuela que ha tenido la revolución cubana para forjarse, han sido las enseñanzas de la historia de la lucha por la liberación nacional de Cuba, por la conquista de su plena soberanía.

Un 20 de mayo de 1902, en un acto simbólico ondeó por primera vez la bandera nacional en el mástil del Morro de la capital, izada por un gran patriota, el mayor general Máximo Gómez, que descendió del asta oficial la norteamericana.

Pero la república surgida ese día no fue la verdadera de los cubanos, nacida en Guáimaro y en los sueños y pensamientos de los mambises a lo largo de más de 30 años de lucha.

Se instauró en el poder una oligarquía conservadora, reaccionaria y pro anexionista, partidaria de una total dependencia de Estados Unidos, que en la paz consiguió lo que no logró durante las guerras independentistas.

Se abría la etapa de la neocolonia, con la Enmienda Platt y se creaba el protectorado que jurídicamente no pudieron implantar.

Esa república agudizó la crisis estructural de la sociedad cubana, que se pudo apreciar en los niveles de desempleo, analfabetismo, desigualdad e injusticia social; pobreza social, sanitaria e higiénica, muy alejadas de satisfacer las demandas de la población, así como en que era una república para unos pocos y en contra de muchos.

Pasados tres años de la independencia, EE.UU. «autorizó» a Cuba un Gobierno propio, pero bajo amenaza de prolongar la ocupación indefinidamente impuso la Enmienda Platt, con la que dejaba claro su título de propiedad, adelantándose a la ley Helms Burton, impidiéndole celebrar tratados con otros países, estableciendo su facultad para intervenir en el país cuando lo demandaran sus intereses.

En todos estos fenómenos de desigualdad e injusticia sociales, se generó algo extraordinario, la cultura de resistencia y rebeldía, se fortaleció el sentimiento antiimperialista que sirvió para el Moncada o el Granma, que hizo que 1de enero entraran los mambises del ejército rebelde en Santiago con Fidel Castro al frente, constituyendo la verdadera república soñada por los cubanos.

Todavía hoy desde el norte continúan los cantos de sirenas, que aunque con voz mas suave y melosa que los gritos malsonantes del pasado reciente, se empeña en seguir defendiendo ese 20 de mayo, porque nunca renunciaron a establecer la colonia que en 1902 no pudieron.


De Diario La República, España

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