Por José Luis Centella
(Argumentarlo para no acomplejarse cuando se ve la paja en ojo ajeno y se oculta la viga en el propio)
La muerte de Orlando Zapata en un hospital cubano, tras 82 días de huelga de hambre, está provocando un debate que trata de centrar el punto de mira sobre la situación de los Derechos Humanos exclusivamente en Cuba, con el único objetivo de debilitar la solidaridad que hacia la revolución cubana existe en todo el mundo.
Ante esto no podemos acomplejarnos ni tampoco descalificar a quienes de buena fe entran en la dinámica de ver la paja en la realidad cubana, mientras se acostumbran a no ver la viga en otras realidades. En este sentido es necesario que se sepa que el propio Raúl Castro se ha ofrecido ante su parlamento para realizar un debate sobre Derechos Humanos en Cuba, siempre que se amplíe de igual forma a los EE.UU. y a otros países del llamado mundo desarrollado, ofrecimiento que por supuesto no ha recibido todavía respuesta.
Para empezar tenemos que resaltar que el preso Orlando Zapata hubiera podido estar desde hace meses fuera de la cárcel ya que el Gobierno cubano propuso el canje de los 26 presos tutelados por Amnistía Internacional, entre los que se encontraba Zapata, por los 5 cubanos encarcelados en los EE.UU. Es importante recordar que éstos fueron detenidos y condenados por luchar contra los grupos terroristas que operan contra Cuba desde los mismos EE.UU. Si se hubiese aceptado la propuesta cubana, si los EE.UU. hubiese querido, en estos momentos no quedaría en la cárcel ni uno solo de los presos tutelados por AI.
Es hipócrita querer hablar exclusivamente sobre la situación de los presos en Cuba y olvidar, cuando no justificar, lo que sucede en las cárceles de los EE.UU., incluido el agujero negro jurídico de la cárcel de Guantánamo o lo que sucede en las cárceles que se están utilizando de forma clandestina en territorios ocupados como Afganistán o Irak, por no mencionar la situación de los llamados pasillos de la muerte y la cruel estadística de condenados a muerte en EE.UU., en la que figuran de forma mayoritaria negros e hispanos.
Es cínico plantear la situación de los derechos humanos en Cuba y admitir la situación de limpieza étnica que sufre el pueblo palestino, o no querer juzgar los crímenes de guerra cometidos en Irak o Afganistán en nombre del mundo libre o permitir los vuelos secretos de la CIA en aeropuertos europeos.
Es inmoral que se presione con medidas económicas al pueblo cubano y en cambio ser permita y tolere la demostrada violación de los derechos humanos que se ejerce en el territorio ocupado del Sahara Occidental (RASD) por parte de la policía y del ejercito ocupante del Reino de Marruecos al que la Unión Europea pretende otorgar un Estatuto Preferente mientras mantiene con Cuba la ofensiva posición común.
Es inhumano que los EE.UU. mantengan, desde hace más de 40 años, el bloqueo sobre Cuba sin que la comunidad internacional pase de simples condenas testimoniales.
Es iluso pensar que se mide a todos los países por el mismo rasero, ya que es más que evidente que los EE.UU. sitúan a sus aliados como socios preferentes a los que se les perdona todo y a aquellos Estados que pretenden ser independientes los sitúa rápidamente como aliados de los terroristas y por tanto merecedores de ser atacados por el bien del “mundo libre”.
Pero además tenemos que resaltar algunas realidades con las que Cuba tiene que enfrentarse diariamente para comprender el contexto en el que se produce el actual “debate”:
Cuba sufre un bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos desde hace más de cuarenta años, carente de legalidad y legitimidad y deliberadamente diseñado para provocar hambre, enfermedades y desesperación en la población cubana.
Según cálculos muy conservadores el daño directo a Cuba como resultado del bloqueo, hasta diciembre del 2008, supera los 96 mil millones de dólares, cifra que ascendería a 236 mil 221 millones de dólares, si el cálculo fuera realizado a los precios actuales del dólar norteamericano. No es difícil imaginar el progreso que Cuba habría alcanzado y del cual se le ha privado si durante estos años no hubiese estado sometida a esta brutal guerra económica.
Cuba es objeto de atentados terroristas por parte de grupos que tienen su sede, actúan y reciben todo tipo de ayudas en los propios EE.UU. Más de cinco mil cubanos han sido muertos o incapacitados.
Cuba sufre la presión de una llamada ley de ajuste cubano por la que cualquier cubano/a que pise territorio de los EE.UU. recibe permiso de residencia y todo tipo de ayudas económicas y sociales… ¿Cuántos seres humanos del llamado tercer mundo se lanzarían al mar hacia una muerte segura si una ley les diera permiso de residencia con sólo pisar las costas europeas o norteamericanas?
Fidel Castro ha sido objeto de cientos de atentados, la mayoría propiciados por agentes públicos de los EE.UU. que actuaban a las ordenes de su gobierno… Así como suena, un Gobierno “democrático” ha planeado y ejecutado, eso sí sin éxito, atentados contra el Jefe de Estado de un País miembro de las NN.UU.
Desde el Gobierno de los EE.UU. se financian todo tipo de actividades contra el Gobierno cubano, pagadas directamente desde su oficina en la Habana a cuantos actúan saboteando el sistema cubano.
Se han demostrado al menos cuatro ataques bacteriológicos contra la isla de Cuba, con resultado de cientos de personas, menores en el mayor de los casos, enfermas o muertas.
El Gobierno de los EE.UU., en un caso único en la historia, tiene diseñado y aprobado un Plan de Ocupación de la Republica de Cuba, saltándose todo el derecho internacional y lo que debe ser una normal relación entre estados miembros de las NN.UU. Así, ha nombrado un Gobernador de la Cuba ocupada, al estilo del que se nombró al ocupar Irak, se tienen detallados el desarrollo de las acciones militares a llevar a cabo para el dominio de la isla, con la lista de ciudadanos y ciudadanas que se detendrían, asesinarían o se harían desaparecer para limpiar cualquier rastro revolucionario e incluso se detalla el tratamiento a dar a los miles de niños y niñas huérfanos que provocaría la invasión.
Existe un Plan desde hace años para incentivar económicamente el abandono por cooperantes médicos y deportistas cuando están en el extranjero.
Pues bien. a pesar de todo esto la realidad es la siguiente:
Cuba mantiene a más de 70 mil médicos/as y maestros/as dedicados a ayuda humanitaria en más de 90 países: tal como suena. Mientras otros países envían soldados a Afganistán, Cuba manda médicos a Pakistán, por poner un solo ejemplo. Los primeros médicos en llegar a Haití fueron los cubanos, que se sumaron a los que ya estaban en la isla mucho antes del terremoto ayudando desinteresadamente al pueblo haitiano.
Cuba forma cada año en sus universidades a 1.500 alumnos/as internacionales, incluidos norteamericanos/as que no podrían estudiar en sistemas educativos en los que los más pobres no tienen sitio.
Cuba forma cada año en sus universidades a 1.500 alumnos/as internacionales, incluidos norteamericanos/as que no podrían estudiar en sistemas educativos en los que los más pobres no tienen sitio.
Cuba opera en sus hospitales a miles de enfermos/as que no tienen recursos para ser operados en sus países de origen.
Cuba mantiene los niveles más altos de protección de los derechos sociales como demuestra, por ejemplo la estadística de muerte infantil que iguala e incluso mejora la del llamado mundo desarrollado.
Cuba mantiene los niveles más bajos de pobreza de toda América, incluidos los EE.UU.
Cuba tiene el mejor sistema de protección de la vida humana frente a catástrofes naturales, como se demuestra cada vez que un huracán atraviesa la región. Podemos comparar lo que ocurrió en Cuba y lo que sucedió en Nueva Orleáns.
A pesar de todo, a la República de Cuba, a su gobierno, se le exige que actúe como si se encontrara en un mundo idílico, con unas relaciones internacionales limpias y solidarias. Pero la realidad es otra, por lo que debemos preguntar a quienes tanto exigen a la Revolución Cubana si:
¿Defenderían a Cuba de un Golpe de Estado de la misma manera que han defendido al Presidente y al pueblo de Honduras, que han visto como se consolida una situación golpista de facto, con la complicidad de los de siempre?
¿Defenderían a Cuba de una agresión militar como han defendido a Palestina de las agresiones de Israel?
¿Defenderían a Cuba de una ocupación por un país extranjero como han defendido a los Saharauis de la ocupación de su territorio por Marruecos?
Es evidente que no, que nadie defendería a Cuba, porque es evidente que quien no es capaz de forzar a los EE.UU. para que acabe con el bloqueo, quien no quiere o puede evitar que los EE.UU. detengan a ciudadanos cubanos que luchan contra el terrorismo mientras liberan a asesinos confesos como Posada Carriles, quien no puede asegurar a Cuba un trato de igual a igual en la comunidad de naciones, al menos no debería pretender evitar que los cubanos pudieran defenderse por sí mismos.
Cuba no es el paraíso, Cuba tiene problemas, la revolución no es perfecta, se cometen errores y desviaciones, pero por encima de todo existe un pueblo con dignidad dispuesto a mantener los logros de la revolución por encima de sus propios sufrimientos y existen unos dirigentes dispuestos a no defraudar a ese pueblo, por eso nadie puede negar que Cuba es hoy referente para toda una América Latina que planta cara al imperialismo y que Cuba tiene un sistema político y social que funciona por encima de las personas. Sistema del que con sus defectos, se sienten orgullosos y solidarios millones de personas en todo el mundo.
Por ello, sin ningún complejo, si de lo que se trata es de un debate de tú a tú sobre la situación de los derechos humanos en todo el planeta, bienvenido sea, pero si de lo que se trata es de poner una gran lupa sobre la situación en Cuba para debilitar el país y hacer mas fácil el dominio de Latinoamérica por los EE.UU. mientras se ocultan otras realidades, que no cuenten con nosotros/as.
*José L. Centella Gómez es Secretario General PCE
Comp. fotog: RCBáez_A Cuba se respeta
1 comentario:
La muerte del preso Orlando Zapata en cárceles de nuestro país se ha convertido en una muleta más para apoyar la ola de mentiras que se abalanzan sobre Cuba diariamente respecto al tema de los derechos humanos. A mi consideración una nueva artimaña injustificada se alimenta de este caso, en el cuál no existe ni existirá responsabilidad o culpabilidad alguna que se pueda declarar para con nosotros. Imposible decir que tal suceso ha ocurrido por mal manejo de la situación, los hechos han sido tratados pero su protagonista negó el socorro que se le brindaba.
Nos vemos en la obligación de criticar este tipo de manifestaciones, que atentan contra la vida y difaman a nuestra nación.
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