sábado, 9 de octubre de 2010

Prensa internacional dice que habrá un millón de despidos...

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Prensa internacional dice que habrá un millón de despidos: La verdad es que Cuba encara reformas económicas para mejorar el socialismoPor Emilio Marín*


Las agencias internacionales titulan desde agosto que en Cuba se echará un millón de empleados. Ni la cifra es correcta. La isla busca más eficiencia y productividad de su economía socialista.


Cuba está bloqueada por su poderoso y mal vecino, en forma total desde febrero de 1962. La Asamblea General de la ONU está examinando el informe presentado este año por ese país, instando a que EE UU cese en esa medida que califica como acto de guerra y genocidio.


En ese informe se lee: “el daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba hasta diciembre de 2009, a precios corrientes, calculados de forma muy conservadora, asciende a una cifra que supera los 100 mil 154 millones de dólares”.


Al hablar de la isla no se puede perder de vista ni por un instante el daño brutal y las limitaciones que impone el bloqueo, prorrogado por Barack Obama por otro año más.
Sin embargo, además de exigir el cese de esa agresión, las autoridades cubanas entienden que su modelo económico necesita reformas. Esto es fruto de la crítica y la autocrítica, el análisis y la reflexión para saber qué anda regular o mal y cómo cambiarlo.


El presidente Raúl Castro planteó el problema del exceso de empleados estatales en abril de este año al hablar ante el Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). “Si mantenemos plantillas infladas en casi todos los ámbitos del quehacer nacional y pagamos salarios sin vínculo con los resultados, elevando la masa de dinero en circulación, no podemos esperar que los precios detengan su ascenso constante.



Sabemos que sobran cientos de miles de trabajadores en los sectores presupuestado y empresarial, algunos analistas calculan que el exceso de plazas sobrepasa el millón de personas y este es un asunto muy sensible que estamos en el deber de enfrentar”.


Las agencias internacionales interesadas en desprestigiar a la revolución cubana, lo único que retuvieron de ese mensaje es que el presidente se aprestaba a despedir a un millón de empleados. Hasta la cifra era falsa, pues textualmente él afirmó que sobraban “cientos de miles de trabajadores”. Lo del “millón”  era opinión de “algunos analistas”.


Acostumbradas CNN y Fox al despiadado sistema capitalista, aún más inhumano luego de la crisis desatada en 2008, no repararon en este compromiso del orador: “la Revolución no dejará a nadie desamparado, luchará por crear las condiciones para que todos los cubanos tengan empleos dignos, pero no se trata de que el Estado se encargue de ubicar a cada uno tras varias ofertas laborales. Los primeros interesados en encontrar un trabajo socialmente útil deben ser los propios ciudadanos”.


Así comenzó el debate en La Habana, mal interpretado y mal presentado por los medios de comunicación obsesionados en bombardear al socialismo caribeño. ¿Acaso no es legítimo que ese país busque mejores resultados económicos?


Consultas y plan


Al hablar el 1 de agosto ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el jefe de Estado aludió a las etapas en que se irá reduciendo el exceso de empleados estatales.
Lo importante es que, a diferencia de las cesantías masivas producidas en los países imperialistas y capitalistas, estos programas son debatidos con los interesados. Castro detalló que se había dialogado con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), los militantes del Partido Comunista Cubano y la UJC.


El parlamento fue anoticiado [sic.] que “en una primera fase, que planificamos concluir en el primer trimestre del próximo año, se modificará el tratamiento laboral y salarial a los trabajadores disponibles e interruptos de un grupo de organismos de la administración central del estado, suprimiendo los enfoques paternalistas que desestimulan la necesidad de trabajar para vivir y con ello reducir los gastos improductivos, que entraña el pago igualitario, con independencia de los años de empleo, de una garantía salarial durante largos períodos a personas que no laboran”.


Las tendencias al igualitarismo, de pagar lo mismo a quienes hacen bien su trabajo que a quienes lo hacen mal o directamente no trabajan, están haciendo daño a la economía. Hay indisciplina y hasta relajo laboral. El presidente Castro llegó a decir: “tenemos que borrar para siempre la idea de que Cuba es el único país del mundo en que uno puede vivir sin trabajar”. Si esto era así o no, serán los cubanos quienes puedan afirmarlo con certeza. Pero si era así, como sostuvo el mandatario, es obvio que debía ponérsele fin. Un país bloqueado por el imperio, carente de muchas riquezas naturales, etc., debe superar sus dificultades en base a su pueblo culto, que lo tiene, y un estilo de trabajo esforzado, donde habría carencias.


El 13 de setiembre, la CTC emitió un comunicado con algunos detalles. En una primera etapa, hasta el primer trimestre de 2011, se piensa aliviar en medio millón el número de agentes públicos. No un millón, como titularon La Nación, EFE, The Economist, CNN, etc., sino medio millón, equivalente al 10 por ciento de la fuerza laboral total.


La central obrera afirmó que el Estado promovería el trabajo por cuenta propia y las cooperativas, a las que gestionaría créditos de bancos públicos para poner en marcha sus negocios. Esto supuso ampliar el número de cuentapropistas ya existentes y la autorización para contratar empleados, pagando las contribuciones e impuestos respectivos.


Las resoluciones del Consejo de Ministros y diversas carteras, publicadas en setiembre y el corriente mes, puntualizaron que ahora son 178 los oficios permitidos por cuenta propia. Van desde afinador y reparador de instrumentos musicales hasta alquiler de ciclos, pasando por albañil, carpintero, decorador, electricista, fotógrafo, jardinero, mecanógrafo, paladares (venta de bebidas y comidas), payaso y traductor. ¿Dónde está aquí la menor traición al socialismo?


Cuba es socialista


Los despiadados críticos del socialismo cubano no se inmutaron cuando la crisis iniciada en Wall Street generó 8 millones de desocupados extras en EE UU. Tampoco se escucharon sus lamentos porque tal crisis tuviera un costo estimado de 2.2 billones (millones de millones) de dólares, según las conservadoras estadísticas del FMI.



El gobierno cubano autorizó la salida de 53 presos contrarrevolucionarios, parte de los cuales partió con sus familias hacia España. Este país tiene más del 20 por ciento de desocupación, equivalente a más de 4 millones de trabajadores.


Es muy revelador cómo se tratan distintas esas crisis del capitalismo y las reformas que Cuba introduce en su socialismo. El subsecretario de Estado para América Latina, Arturo Valenzuela, declaró en la Cumbre de las Américas en Miami, el 15/9, que las referidas medidas cubanas “demuestran el fracaso de ese modelo económico”. Valenzuela mentaba la soga en casa del ahorcado…


Cuando la ONU haga el recuento de las Metas del Milenio allí estará Cuba, entre los pocos que cumplieron y en algunos casos sobrecumplieron las metas. Sin ir más lejos, en las recientes “Jornadas de Responsabilidad Empresaria y Primera Infancia” realizadas en Buenos Aires con participación de nueve países de la OEA se pintó un panorama desolador. La excepción fue Cuba “como ejemplo del trato preferencial que se otorga a la primera infancia en cuanto a asistencia y educación” (Las Doce, Página/12, 1/10).


¿Qué pasará con los cubanos que sobren en empresas u oficinas estatales? Primero, la lista de los excedentes será elaborada con discusión democrática en los lugares de trabajo, sin favoritismos y en base a la foja de servicios. Segundo, el cesanteado recibirá hasta tres ofertas de trabajo por parte del Estado, se supone que en agricultura y la construcción, donde falta mano de obra. Y tercero, “los trabajadores despedidos continuarán teniendo los siguientes beneficios: asistencia sanitaria y educación gratuitas, vivienda y transporte con elevados subsidios y modestas raciones de alimentos gratuitos.”, como debió admitir el británico The Economist el 16/09.


Así y todo es posible que haya gente de adentro y afuera de Cuba que cuestione la reforma económica. Pero hay un límite y fue sobrepasado largamente por el oligárquico diario “La Nación” en su editorial del 15/9, al comparar a Cuba con Hitler: “Así como Hitler ascendió en 1933 al poder, y luego lo reforzó, con elecciones populares de resultados demostrativos de un inmenso apoyo popular, también la revolución cubana ha estado sostenida no sólo por el uso brutal de la fuerza y la persecución de los adversarios, sino por el acompañamiento de vastas franjas de la población”, calumnió la empresa que con métodos nazis y durante la dictadura militar-cívica se apropió de Papel Prensa y justificó el terrorismo de Estado.


Opinión www.laarena.com.ar

Enviado por su autor

*Periodista cordobés que publica sus columnas semanalmente en el diario La Arena, de Santa Rosa, La Pampa, en forma ininterrumpida desde 1987 a la fecha.
Fotos RCBaez: Cuentapropistas en la Habana

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